Lavar dinero a través de los Centros Cambiarios es muy sencillo, de hecho esta actividad es una tipología plenamente identificada por las autoridades, y que a lo largo de los años se han hecho esfuerzos para reforzar los controles antilavado a establecimientos de este tipo; sin embargo, no han sido suficientes y hoy por hoy continúan siendo un foco rojo en la lucha contra el lavado de dinero.
De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), los centros cambiarios son una de las tres actividades que encabezan la forma de lavar dinero en México (las otras dos son: el manejo de efectivo y los puertos y fronteras del país). Según los cálculos de la UIF, a través de estas vías, se ha blanqueado cerca de un billón de pesos desde 2016 al último reporte emitido por esta institución, monto que equivale a una sexta parte del presupuesto de egresos de la Federación autorizado para este año que es de alrededor de 6.2 billones de pesos.
Ahora bien, la mayoría de las personas compran y venden dólares a través de los centros cambiarios, los cuales son personas morales constituidos bajo una sociedad anónima, es decir, se trata básicamente de negocios mercantiles, que si bien no están regulados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) no significa que operen fuera de la ley, sucede que se rigen bajo una normatividad distinta que en muchas ocasiones hace que sus controles antilavado sean más laxos.
Para entender la forma en que se blanquea el dinero por medio de estos establecimientos, es importante conocer los umbrales de restricción de uso de efectivo. Es así, que los límites para las personas que realicen operaciones en efectivo está restringida a 10 mil dólares por usuario en un mismo día, atendiendo las políticas de identificación y conocimiento del cliente correspondientes.
Aunado a lo anterior, los centros cambiarios están obligados a reportar todas las operaciones que rebasen los 5 mil dólares diarios o mensuales por parte de un cliente. Así también, deben reportar las operaciones de compra de dólares en efectivo superiores a los mil dólares. Además, de estar obligados a solicitar una identificación oficial vigente tratándose de operaciones de compra o venta superiores a los mil dólares, entre algunas otras.
Entonces, con esta información ¿qué sucede cuando llegan varios clientes al mismo tiempo con 999 dólares a venderlos al establecimiento? Tan sólo un dólar menos de lo que marca la regulación para ser reportados. Este tipo de operaciones, mejor conocidas como “pitufeo” son de las más recurrentes y dado que son a pequeña escala, son más complicadas de rastrear. Otro ejemplo es ¿qué pasa si un cliente quiere cambiar unos 3 mil dólares? El centro cambiario con la intención de no reportar la operación, seguramente realizará cuatro operaciones de menos de mil dólares cada una, evitando así el reporte correspondiente. Y es así, como a través de operaciones pequeñas realizadas por distintas personas en todos los centros cambiarios del país se blanquea dinero.
La sanción para quienes decidan realizar operaciones de Centro Cambiario sin la debida autorización, es de una pena de prisión de 3 a 15 años y multa de hasta 100 mil días de salario, sin sumar en su caso, la pena correspondiente por operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Si bien se han reforzado las medidas contra el lavado de dinero, el camino aún es largo y mientras esto sucede desafortunadamente México seguirá siendo un referente mundial como uno de los mayores países proveedores de capitales ilícitos, esperemos que nuestras autoridades realmente se ocupen en lo que les corresponde por el bien de todos los mexicanos y no de unos cuantos.
¿Cuánto es lo máximo que has cambiado en dólares?
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