Hace algunas semanas la empresa irlandesa de energía renovable llamada SSE Renewables, en coordinación con la empresa noruega Equinor, anunciaron la construcción del parque eólico Dogger Bank, lo que será el parque marino más grande del mundo.
Dogger Bank estará ubicado cerca del pequeño pueblo costero de Ulrome, East Riding de Yorkshire, Inglaterra. Estará conformado por tres plantas eólicas; la planta eólica marina Creyke Beck A que generará 1.2 GW, la planta Creyke Beck B, generadora de 1.2 GW y Teesside A que se plantea genere 1.2 GW. Las tres plantas en conjunto tendrán una capacidad de 3,600 megavatios, utilizarán turbinas eólicas Haliade-X de 12 MW de GE, que es el tipo de turbina eólica marina más gran que existe, lo cual generará el equivalente de suministro de energía renovable para abastecer a 4.5 millones de hogares al año, esperando que Dogger Bank inicie sus operaciones a mediados de 2023.
La importancia de invertir en la energía eólica estriba precisamente en que es una fuente de energía renovable inagotable, aunque todos los tipos de energía generan impactos ambientales, sociales y económicos, la eólica es una de las energías que menos impacto ambiental genera, además de que los costos de producción y para los usuarios finales son menores, en comparación con las energías convencionales.
Según un grupo de expertos de REN21, la capacidad instalada mundial de aerogeneradores llegó a 591 GW en el año 2018, liderando países como; China, Estados Unidos, Alemania, India, España, Reino Unido, Francia, Brasil, Canadá e Italia, quienes representan 90% de la producción de energía eólica mundial.
Sin embargo, en México el pasado 15 de mayo se dio a conocer el Acuerdo para garantizar la eficiencia, Calidad, Confiabilidad, Continuidad y Seguridad del Sistema Eléctrico Nacional, por parte de la Secretaría de Energía, que limita a la inversión en este tipo de energía, además de la solar, por parte de las empresas privadas. Por lo que calificadoras como Moodys señalan que el acuerdo es negativo para la calificación crediticia del país, retrasando y obstruyendo la generación de ingresos para los proyectos privados y generando incertidumbre sobre el futuro de las inversiones en nuestro país.
Es un paso atrás para el impulso de energías limpias en México, debiendo la Secretaría de Energía hacer un replanteamiento más serio en cuanto a la estrategia energética mexicana, sin dejar atrás a las energías renovables que están siendo consideradas como una de las principales alternativas para el reto que representa el suministro de energía mundial.