En días pasados estuvimos al pendiente de lo que acontecía en el Congreso Federal respecto a la Reforma Eléctrica y la Reforma a la Ley Minera, mientras la primera se votó en contra, la segunda fue aprobada. Sin embargo, hemos de señalar que ambas tienen que ver con la transición energética.
Un artículo publicado por la Agencia Internacional de Energía considera que al menos 17 minerales son fundamentales para contribuir en la transición energética, de los cuáles los más cruciales son; el litio, el níquel, cobalto, cobre, el grafito y el conjunto de tierras raras. Señalando que aquellos países con capacidad para extraerlos y procesarlos tienen una mayor ventaja, dejando evidentemente ancladas a naciones que sigan apostandole a la extracción del petróleo, gas y carbón.
En el caso del cobre el principal extractor es Chile, en cuanto al litio Australia encabeza la lista, el níquel se extrae en mayor cantidad en Indonesia, el cobalto en la República del Congo y casualmente el principal procesador de todos estos minerales a nivel mundial es China. Según el centro Estadístico Geológico de Estados Unidos (USGS, por su siglas en inglés), nuestro país ocupa el décimo lugar con reservas de litio y cobre.
Siendo una oportunidad para los países que tienen capacidad de extracción y procesamiento de estos minerales, ya que son necesarios para las baterías eléctricas y el almacenamiento de distintos tipos de energía.
Si la tendencia global de los próximos años es la introducción de automóviles eléctricos, dejando atrás a los vehículos que utilizan combustibles, habrá mayor demanda de baterías, por lo que se necesitará este tipo de minerales. En palabras de investigadores del Instituto Alemán de Investigación Económica, "Si la oferta no logra abastecer un aumento de la demanda por estos metales los precios se van a disparar".
Pudiendo argumentar que el petróleo marcó la historia del siglo XX, por lo que el litio, el cobre, el níquel, el cobalto y el grafito bien pudieran ser los metales del siglo XXI. Por lo que resulta trasendental que los gobiernos actuales de países que cuentan con este tipo de minerales, tomen las mejores decisiones en cuanto a las políticas que implementarán para su extracción y precesamiento.
