“¡Cambiemos, sí!, ¡Cambiemos! ¡Pero hagámoslo con responsabilidad, consolidando los avances reales que se han alcanzado”. Luis Donaldo Colosio Murrieta
Cuando el Dr. Armando Labra hablaba en aquel excelente artículo Reformar las Reformas: el Consenso de México a Debate acerca de hacer algunos cambios en las formas en que se estaban llevando a cabo las cosas en las finanzas públicas, sobre todo a partir de la implementación del Consenso de Washington, que es la receta neoliberal del FMI; pero para nada se refería a desmantelar instituciones como esta haciendo el titular del Ejecutivo.
Andrés Manuel López Obrador llegó al poder con razones de sobra para proponerse cambiar lo que no funcionaba y poder apostar por un desarrollo genuino para el país, y hasta ahí todo está bien, el problema fue cuando al mismísimo estilo del presidencialismo autoritario mexicano, impuso su retórica, confirmada en los hechos, de que nada de lo existente tenía valor, destruye lo que existe desmantelando no solo al Estado, sino al país en su conjunto.
Pero, lamentablemente, no sé por que nos sorprende, si es algo que vino anunciando en sus 18 años de campaña, cuando como oposición tenía todas las soluciones a los problemas que el país enfrentó, cuando desconoció a las instituciones que hoy desde el poder ataca, cuando dijo que echaría para atrás la reforma energética y educativa, la segunda fue su primer gran golpe.
No digo que se haya heredado infinidad de problemas y desajustes, pero había buenas cosas como las Estancias Infantiles, los comedores comunitarios de la Cruzada Nacional #SinHambre, desmanteló el Seguro Popular por un capricho llamado INSABI, sin pies ni cabeza, ni reglas de operación claras, y un largo etcétera, del cual algunas cosas hemos discutido aquí.
Mientras el de la voz escribe estas líneas, se llevan a cabo dos de las discusiones más importantes de los últimos días, en el Pleno Virtual de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se disputa la constitucionalidad de la consultad popular para juzgar a los expresidentes.
Mientras tanto en San Lázaro el pleno de la Cámara de Diputados discute la desaparición de 109 fideicomisos por un monto de 25,740 millones de pesos de los cuales 99 y 25,740 millones de pesos corresponden a proyectos de Ciencia, Tecnología e Innovación, si querido lector entendió bien el punto, van a desmantelar el sector cuando las empresas empiezan a optar, quizá por necesidad de adaptación por la pandemia, por home office y se requiere de más y mejores tecnologías que satisfagan las necesidades de conectividad, cuando el desarrollo de la ciencia y la investigación ha hecho que los daños directos y colaterales de esta pandemia sean menos catastróficos.
Más allá de eso, se pretende que con esos recursos puedan ser utilizados de manera discrecional por el Ejecutivo, como cuando existía la partida secreta. Sr. Presidente se trata de cambiar las cosas que están mal, de transformar por el futuro de México, de Reformar no de Desmantelar.
Por cierto: El Banco de México (BANXICO), esa institución insignia de la Autonomía, después de la UNAM, ha empezado a actuar con cautela en sus decisiones para que el Ejecutivo no meta mano en su estructura y Junta de Gobierno. Lo anterior se vio claramente reflejado en un cambio de paradigma en los anuncios de Política Monetaria inmediatos anteriores, le explico en el anuncio de hace un mes se bajó la tasa 50 puntos base por decisión de mayoría relativa; en la de hace una semana se redujo solo 0.25% cuando la mayoría de los analistas, pronósticos y la tan dañada economía mexicana pedían a gritos otros 50 puntos base, apoyando a la economía y poniendo en riesgo el , la diferencia es que esta fue unánime, la razón, decirle al Ejecutivo aquí todo está bien, no te metas.
El mismo BANXICO dio a conocer que hay una ligera mejora en el pronóstico del PIB 2020 de -9.97% a -9.82, lo cual es un pequeño respiro que seguramente hacienda mandará a programas sociales antes de la veda electoral. Pero tambien Alejandro Díaz de León, su gobernador, alertó de las fluctuaciones al alza y a la baja que generarán las externalidades futuras inmediatas como las elecciones del vecino del norte, habrá fugas de capitales y eso dañará el tipo de cambio sin duda.
Y para variar: MORENA no entiende que los trapos sucios se lavan en casa y la batalla que se esta librando respecto a la renovación de su dirigencia es una muestra clara que esta igual o más dividido que el país que tiene el mismo falso profeta.