Los priistas comen ansias para iniciar la cargada cuando el dedo de Los Pinos se incline por uno de los mencionados para ser el candidato de ese partido a las elecciones presidenciales de 2018. Lo de asamblea de delegados es una vacilada de Enrique “Clavillazo” Ochoa, la decisión vendrá de la residencia oficial.
Hace unos días, el impresentable, Joel Ayala, ¡Salud! quien se ostenta como líder de los burócratas, dijo que el candidato del PRI será el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, obvio lo tienen bien maiceado, le satisfacen sus vicios.
José Ramón Martell, el sobrino de José López Portillo, madracista que hizo berrinche cuando Roberto Madrazo no lo pudo imponer como presidente del PRI en 2006, se presenta, en compañía de José Encarnación Alfaro, como los operadores de Meade y hasta reparte comisiones para la campaña presidencial del titular de la SHCP.
Agustín Cartens por su lado, a unos cuantos días de que deje el Banco de México, es más cauto y dice que Meade la haría bien en el PRI o en Banxico, algo sabe sobre todo por sus relaciones con sectores de poder en varios países del mundo, especialmente en los Estados Unidos.
Hay un sector de PRI que piensa que el secretario de Hacienda no gana la elección, pero existe otro el de los duros que están seguros de que se la pueden robar, porque de lo contrario muchos, sobre todo los mexiquenses irían a la cárcel con cualquiera que gane qué no sea de su partido. ¿El robo sería sin consecuencias?
Decía un viejo político mexicano que el presidente siempre dejaba como sucesor a un cómplice, no a un amigo, la pregunta es: ¿Meade cumple con ese requisito?
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Dijo Ricardo Monreal que daría la pelea a la Corte en el asunto de la demanda laboral que perdió la delegación Cuauhtémoc y que el zacatecano se negaba a pagar, pero un mensaje que le envió el presidente de la Corte, Luis María Martínez, lo hizo reflexionar y por eso el jueves ya los ministros no discutieron el dictamen, la delegación pagó de inmediato… Buenas noticias dio el director del Seguro Social, Mikel Arriola, para los pensionados: las finanzas del IMSS está en números negros, pero lo que no son buenas noticias para los derechohabientes es el pésimo servicio médico que reciben y las cada vez más frecuentes equivocaciones en materia de diagnósticos. Hace unos días al hijo de un colega que se cayó en la escuela, le diagnosticaron fractura en el cerebro y resultó que era una lesión mínima. Los casos de cáncer que al final no fue son cada día más frecuentes, don Mikel.
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