“La diplomacia: el arte de limitar el poder” Henry Kissinger
El pasado 15 de octubre el ex titular de la SEDENA, General Salvador Cienfuegos Zepeda, fue detenido al ingresar a Estados Unidos en el aeropuerto de Los Ángeles acusado de al menos cinco cargos graves en las leyes americanas entre los que se encuentran lavado de dinero, narcotráfico, corrupción y tráfico de influencias.
Entre lo más destacado es que esta vez la DEA no informó al Gobierno de México de la investigación abierta contra el general en retiro, mucho menos de su posible detención u orden de aprehensión; lo cual es medianamente por los catastróficos resultados del culiacanazo.
En la mañanera el presidente junto con todos sus más duros seguidores saldrían a despotricar el discurso de siempre, la corrupción del pasado, que esto ya no iba a ser como antes y que no sería tapadera de nadie.
Pero el 20 de octubre el discurso cambió, se dijo que el Gobierno Federal no había tenido conocimiento de nada y que por lo tanto era un atentado contra la soberanía; se puede pensar evidentemente que los altos mandos militares en México presionaron al Presidente y éste al tener una estrategia de gobierno basada en la militarización y el otorgamiento de las obras insignia en manos de ellos, su estrategia corría grandes riesgos y mandó a su cuartel de bomberos a apagar el fuego.
En un hecho histórico, y tras un comunicado conjunto de las Fiscalías de ambos países, se pidió a la jueza de Nueva York que desestimara los cargos y se dejara en libertad al prisionero, quien ya tenía su nuevo uniforme naranja recién lavado.
El hecho deja muchas cosas que ver, pero la más importante y grave de todas, es que en México y en el mundo el Ejército Mexicano es intocable, pues Cienfuegos no podrá ser juzgado utilizando las pruebas que la agencia norteamericana usaría en su territorio, pues fueron obtenidas de manera ilícita, al ser bajo la intersección de mensajes y grabaciones que suponen espionaje, sin la orden de un juez federal mexicano y de un funcionario que en ese momento tenía fuero.
Así las cosas, se deja ver que para ambas naciones la libertad de un hombre se ha vuelto cuestión de gobernanza, de política exterior y de cooperación.
Por cierto: En una controvertida sesión y votación en el Senado de la República se aprobó una reforma a la Ley de Instituciones de Crédito la cual da poder de ser juez y parte a una rama del ejecutivo pues faculta a la Unidad de Inteligencia Financiera a realizar el bloqueo de cuentas sin tener la orden de un juez, siempre y cuando esté en una lista creada por la propia UIF. Señores les recuerdo que por eso el BANXICO ya no mide la inflación.
Y para variar: La necedad de la ciudadanía conllevó a las autoridades de la Zona Metropolitana del Valle de México a reaplicar la Ley Seca, como medida de prevención ante la escalada de casos positivos y el alto índice de contagios de COVID -19, y al rato dirán que es autoritarismo.
Héctor Alejandro Ramírez Medina*
* Economista por la UNAM, académico, columnista y articulista. Enlace Administrativo de la Coordinación del Programa de Posgrado en Derecho. Miembro de la Red Nacional de Jóvenes Investigadores del SIJ de la UNAM.