Todas las encuestas indicaban que el alcalde de San Luis Potosí se convertiría en el candidato del PAN -y seguramente de la alianza opositora- para así no entregarle a Morena y a sus aliados la entidad.
El gobernador Juan Manuel Carreras perdiendo las elecciones ganaba; es decir, sin entregarle las llaves de su despacho a un tricolor, le cedería el poder a un amigo, y al fin y al cabo, a un personaje azul, que fue apoyado por el Revolucionario Institucional.
La ecuación estaba resuelta, y era mero trámite.
El presidente municipal es nieto de Salvador Nava Martínez, histórico líder social y político, que fue dos veces alcalde de la capital y dos veces candidato opositor a la gubernatura. Entre las cosas más recordadas de aquellas administraciones del doctor, está que cada semana publicaba en los periódicos y en las paredes del Palacio Municipal, una descripción muy detallada de los gastos, que con dinero público se llevaban a cabo.
La gestión del nieto, Xavier Nava, al frente de la alcaldía lo avalaban para el proceso del 2021, pero su mala relación con el grupo de Marko Cortés, hicieron que se descarrilara el proyecto.
No está claro aún si el senador César Octavio Pedroza -ganador de la interna panista- irá apoyado por el PRI y el PRD. Lo que sí está claro, es que le dan oportunidad de alta competencia a la que seguramente será la gallina del Movimiento de Regeneración Nacional, Mónica Rangel.
La titular de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, está deshojando la margarita y dejándose querer, mientras toman decisiones Mario Delgado y Alito Moreno.
Pero que nadie descarte que Xavier Nava se suba a la boleta: Ya lo buscaron los familiares de Elba Esther Gordillo para que se convierta en candidato de Redes Sociales Progresistas, y también los personeros de Pedro Haces, para que sea candidato de Fuerza Social por México.
Las grillas al interior del PAN, que maneja Ricardo Anaya, le ofreció en charola de plata una entidad -que ni la tenía en el radar- al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
En sentido contrario, Morena cometió un terrible error: dejó ir al favorito en Michoacán, Cristobal Arias.
El senador ya se convirtió en el abanderado de Fuerza Social por México.
Raúl Morón, alcalde de Morelia, fue el señalado por el dedo divino guinda, y así se convertirá en el gallo de Morena, Verde Ecologista y PT.
Haber dejado libre a Cristobal Arias es una gran noticia para el gobernador Silvano Aureoles Conejo, porque así le facilitan las cosas para la alianza PRD-PAN-PRI con Carlos Herrera Tello.
El ex Secretario General de Gobierno nació en Zitácuaro, no tiene escándalos de corrupción, ni historias truculentas que le puedan afectar si es postulado como un candidato de unidad.
Su perfil empresarial ayuda a construir ese conglomerado contra Morena y sus estudios de postgrado también lo catapultan. Pero sobretodo los estudiosos del tema Michoacán hablan de una elección de tercios, lo que favorece a Herrera.
Dicen, los que aseguran saber, que los debates los ganará, y que conectará muy bien con la gente.
Hace unos meses se veía a Aureoles entregando el poder a Cristobal Arias, pero parece que le entregará el bastón de mando a su mejor amigo, muy cercano colaborador, y número dos de su propia administración: Carlos Herrera Tello.
Así es la política; no hay derrotas para siempre, ni triunfos eternos. En esto de las elecciones mexicanas, los muertos resucitan, y los sanos mueren de infartos fulminantes.
Periodista, editor y radiodifusor
@GustavoRenteria
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