Laberintos del Poder... Pierden el tiempo, será EPN el elector

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Laberintos del Poder... Pierden el tiempo, será EPN el elector

Jueves, 10 Agosto 2017 04:34 Escrito por 

Expertos en la simulación y el engaño, los priistas iniciaron sus encuentros temáticos para definir, según ellos, el perfil de quien deberá abanderar a ese partido en el proceso electoral por la presidencia de la República, como si no fuera Enrique Peña Nieto -y nadie más- quien habrá de tomar esa decisión de cara a la elección más complicado para ellos en su historia.

Por más berrinches que hagan, presiones, críticas, chantajes, señalamientos y amenazas de formar otra disidencia si no son escuchados, como aquella que se dio en los tiempos de Miguel de la Madrid, que provocó la salida de ese instituto político de verdaderas figuras, nada cambiará en el proceso de selección del candidato y será él, y nadie más, quien ponga el nombre y al hombre como abanderado priista, y será su amigo, no quien mejores credenciales tenga.

No será la trayectoria, ni la experiencia, ni la evaluación de resultados, la tabla de valores que el mexiquense utilice para definir a quien pretenda sea su sucesor. Simple y llanamente les comunicará a los sectores de ese PRI caduco y desprestigiado, el nombre de quien habrán de ungir como su pupilo para competir contra Andrés Manuel Lopez Obrador y quienes resulten candidatos del PAN y PRD, si es que no hacen esa alianza en la que trabajan.

Y lo vimos en el pasado proceso electoral del Estado de México, en donde, pese a que no era el mejor ubicado en las encuestas, Peña Nieto decidió que fuera Alfredo del Mazo Maza el candidato del PRI, en una elección plagada de irregularidades y con fuerte tufo a fraude electoral.

Ahí, en su tierra natal, el Presidente sabía que si no era ahora, su primo jamás sería candidato, por lo que no lo pensó dos veces. No lo pudo hacer gobernador seis años atrás, cuando Eruviel Ávila se le cruzó en el camino y no tuvo más remedio que apechugar, pero ahora, la circunstancia era otra y jamás hubo en realidad quien le disputara a del Mazo ese privilegio de ser elegido por el dedo omnipotente de quién ocupa el despacho más importante en Palacio Nacional.

Los priistas están en su peor momento. Ni los de dentro están motivados o convencidos de que la decisión que asuma el Presidente sea la mejor para estar en medianas condiciones de pelear con posibilidades de ganar. Hay demasiados inconformes por tantos errores, abusos, descarados negocios y corrupción galopante.

Habrá sin duda reacomodos de colaboradores y movimientos en el gabinete, pero saben que si no van en alianza con otros partidos, las posibilidades de alzarse con el triunfo serán prácticamente nulas. La baraja de Peña Nieto no trae ases, son todos servidores públicos muy cuestionados y que, salvo un milagro, habrán de despertar la simpatía de los ciudadanos. Y así, muy probablemente, estaremos viendo la próxima muerte del PRI.

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Emilio Trinidad Zaldívar

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