El desdén por la ley

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Publicado en Opinión

El desdén por la ley

Miércoles, 31 Marzo 2021 01:44 Escrito por 
Alfredo Albiter González Alfredo Albiter González Lo bueno, lo malo y lo serio

Actualmente en México el respeto de la ley no es lo que debería, más bien, parece ser selectivo a la voluntad de quien tiene a su cargo cuidar y exigir su cumplimiento, empezando por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y continuando con las demás normas y reglamentos que tienen por objeto garantizar la convivencia entre los ciudadanos.

 

 

Lo anterior, tiene como origen la voluntad de quien en la formalidad debería ser garante de su observancia, el presidente de México, Andrés López Obrador. Porque a través del ejemplo quedaría en claro para todos los demás esa obligación. Pero si por el contrario, es quien decide qué normas obedecer y cuáles no; no existe la posibilidad de que las leyes sean el instrumento que regule las relaciones de los habitantes de este país.

Por lo anterior, el acto solemne de la toma de protesta como nuevo titular del ejecutivo federal, en el que juró cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan, sólo quedaron como parte de la ceremonia solemne, y colmo adorno.

Desafortunadamente y después de más de dos años de gobierno, a quedado en claro que dentro del ejercicio de la administración lopezobradorista lo que no siempre se hace, es respetar la ley, y es precisamente la máxima norma la que se ha visto violentada particularmente por el presidente; una y otra vez, cada vez que lo necesita.

López ha impuesto una forma diferente de dirigir el destino de la nación azteca, él presume que se trata de una transformación a la altura de la Independencia, de las leyes de reforma y de la Revolución mexicana, pero ¿es realmente ésta una transformación de esa envergadura? Más bien, tiene mayor parecido a lo que ya se vivió en la época de Echeverría y López Portillo.

Aún sin el afán de hacer comparaciones prematuras, la pregunta anterior podrá responderse por sí sola una vez concluido el sexenio, bueno, siempre y cuando se tenga la voluntad de cumplir únicamente con ese periodo, porque como ya se señaló, el titular del ejecutivo no es muy dado a obedecer la ley.

 

 

Y no es complicado observarlo, sistemáticamente el presidente va imponiendo su voluntad por encima de la Constitución y de las leyes que de ella emanan, si la Carta Magna no le permite realizar los cambios que quiere, es sencillo, propone un cambio a la Constitución, ya lo señaló, o a cualquier otra que se le atraviese en el camino.

Recientemente la Ley de la Industria Eléctrica ha puesto de cabeza al gobierno ante un enfrentamiento con la iniciativa privada, la razón es el cambio de reglas que es muy común con el actuar del mandatario, condición que mueve a los afectados a presentar amparos ante el poder judicial.

El resultado ha sido desastroso para el gobierno y para todos los mexicanos, porque ha derivado en pérdidas económicas graves y legales, y otras que se asoman en el horizonte para presentarse por la terquedad de quien no quiere escuchar, y en consecuencia, hunde cada vez más al país por sus equivocadas decisiones.

No habrá un verdadero balance del resultado de todas esas determinaciones unipersonales hasta el momento que deje la silla del águila para entonces conocer el verdadero daño causado a las nuevas generaciones que verán un serio estancamiento en su futuro.

De la misma forma que lo hace el presidente López, sus allegados también, imitando a su líder, es por eso que Mario Delgado, Félix Salgado Macedonio, y una gran cantidad de personas ligadas al movimiento de Morena, así lo demuestran, con un claro desdén a la ley.

Un ejemplo de ello lo es Félix Salgado Macedonio, quien indiferente a las acusaciones y señalamientos en su contra por los delitos que se le imputan, además ha violentado la norma electoral, sin embargo, ahora alega ser víctima, la razón parece ser desconocida para personas como él. Como consecuencia arremete en contra del Instituto Nacional Electoral por haberle retirado su precandidatura, porque no informó sobre sus gastos, aún cuando bien sabia tenía que haberlo hecho, pero no se le dio la gana, emulando a quien lo arropó en su deseo por conquistar el gobierno de Guerrero.

Ahora, Mario Delgado, presidente de Morena, anunció que saldrán a las calles para “defender la democracia” su democracia, o lo que interpretan como tal, y lo hará. Entonces veremos que su movimiento si puede transitar, alegar y señalar su supuesto agravio, mientras que quienes se manifestaron contra el impresentable Salgado fueron orilladas a limitar su justo reclamo.

Además de que Mario Delgado es una muestra de lo señalado anteriormente, no había ganado la presidencia de su partido, el vencedor lo fue Porfirio Muñoz Ledo, pero nada es legal hasta que ellos son los que vencen, y fue hasta la tercera que misteriosamente obtuvo el triunfo y se quedó en esa posición.

Es el turno del INE, les estorba, y para meter mano tienen el supuesto pretexto de que son víctimas de las obscuras pretensiones derechistas para atacar al movimiento del presidente y su cuarta transformación. Lo que quiere el partido del presidente López es poder hacer trampa y volver a tener una mayoría inventada para seguir haciendo lo que desea el inquilino de Palacio.

Sólo que esta vez están preocupados, se han dado cuenta que existe malestar social por la forma en la que están llevando las cosas, porque gobernar, no pueden presumir que lo hacen, y posiblemente pierdan en su intento, entonces, buscarán hacerlo a la mala.

¿No será acaso que la posible descalificación de Salgado Macedonio sea acordada para contar con un pretexto?

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio