“La austeridad es mala en el corto plazo por que genera desempleo y en el largo plazo por que genera menos crecimiento. La austeridad genera crisis y desigualdades profundas”
Joseph Stiglitz. Premio Nobel de Economía
Todo parecía a que el lunes era un día más en la que alguna vez fue la Ciudad de la Esperanza, cuando el destino quiso cobrar factura de lo que en varias ocasiones se dijo que podría pasar, una parte del tramo elevado de la línea dorada del metro colapsó y costó la vida, hasta el momento, de 25 personas y cerca de 80 lesionados.
Es bien sabido por la cúpula del gobierno capitalino y federal, al igual que de la población en general, que la línea 12 del metro siempre estuvo en la mira y en el ojo desde su diseño, esa línea se entregó incompleta (como casi todas las obras de gran trascendencia desde López Obrador, como la línea 1 del Metrobús y el segundo piso del periférico), con fallas visibles a simple vista, y reafirmadas en las cuentas públicas de cada año.
Por si fuera poco, ante esta tragedia de una magnitud catastrófica, se han presentado las peores respuestas de un Estado fracasado, el presidente, aquel que de todo sabe y de todo habla, solo se refirió a ello menos de cinco minutos en su conferencia, y desde su tribuna inquisitorial le dio, ahora sí, a Claudia su lugar como Jefa de Gobierno a quien desde que llegaron al poder ha tratado como su regenta en la capital, declaró tres días de luto nacional publicado en el DOF, pero horas más tarde estaba en un evento por la conmemoración del aniversario de la Batalla de Puebla, cuando ni siquiera se dignó a aparecerse en la zona cero, no vaya a tomarse como acto político en tiempo de veda electoral, pero desdeña y señala contra candidatos de la oposición, y como siempre tachó los cuestionamientos de la prensa a la defensiva, acusándolos de oportunismo.
El presupuesto del metro ha ido a la baja desde 2019, cuando llegó la austeridad, y aún así se reportó un supuesto subejercicio, el puesto de subdirector general de mantenimiento estuvo vacante poco más de un año y la que es “solo la directora del metro” asumió ese tiempo la doble función; lo que indicaría que sí es ella la responsable de la tragedia, pues los reportes de la parte colapsada vienen desde 2017, comentan los vecinos de la línea, pero los 120 millones anuales destinados al mantenimiento de esa línea no alcanzaron para prevenir esta tragedia, y la Jefa de Gobierno defiende a capa y espada a su comadre, la directora de la prensa y ni la cesa ni le pide la renuncia porque hay que esperar los peritajes, hasta las últimas consecuencias, como lo pidió (ordenó) a la fiscalía, faltaba más, como cuando AMLO dijo que se acataría lo dictado por el TEPJF, ¿en verdad ya no hay corrupción?
Lo sucedido es un lastre de corrupción que se arrastra desde los cimientos de la obra en tiempos de Ebrard, él que ahora es el encargado de la adquisición de las vacunas (a lo mejor por eso no han llegado), pasando por un, ahora senador de la república y una presente administración capitalina que llegó al poder cuestionada por el colapso del Colegio Rebsamen en el 2017.
Si a la corrupción le sumamos una austeridad mal aplicada y, hasta cierto punto desquiciada, tenemos la precariedad que hoy viven nuestras instituciones, que ya costó vidas y lo de menos es el costo económico o político, lo de más es que nos estamos acostumbrando a reparar en vez de exigir cosas bien hechas, así como nos estamos acostumbrando a ampararnos en lugar de exigir que se actúe en apego a la legalidad constitucional, nos estamos acostumbrando a la precariedad de la austeridad.
Por cierto: Pide la Secretaría de Economía en voz del subsecretario de Industria y Comercio, Héctor Guerrero, que apoyemos a la reactivación económica de México, esta vez mediante el ecommerce, en el Hot Sale que se llevará a cabo del 23 al 31 de mayo, así que ya sabe donde invertir sus utilidades querido lector.
Y para variar: Hasta el momento van 4,388 casos de COVID-19 y 352 decesos reportados en el sistema penitenciario, y de las 3,478 personas mayores de 60 años que forman parte de la población recluida, solo han sido vacunadas el 33%, dato que lamentablemente no es sorprendente, porque si a los ciudadanos en pleno uso de sus derechos político-electorales no los han acabado de vacunar, que se puede esperar de los que los tienen suspendidos, ellos no contarán votos en el gran domingo.