Parece que el próximo villano será el titular de la Auditoría Superior de la Federación. Sí, resulta que entre otras linduras, de ahí salió una información que ha provocado gran revuelo: se detectó que Pemex pagó a Oberdrecht 61 por ciento más de lo pactado por ciertos trabajos que se le encomendaron en la refinería de Tula. La constructora brasileña se niega a salir del escenario, y las molestias que esto implica a quienes detentan el poder, es más que evidente.
Por fortuna, se acabó el periodo para el contador Juan Manuel Portal Martínez. Muchos apuestan a la llegada de alguien que deje pasar las noticias espectaculares, y no incomode a los grandes intereses: habrá de ser un Auditor Superior que no desentone con el honroso sitio que México mantiene como el país de Latinoamérica y el Caribe con el índice de percepción de corrupción más alto, de acuerdo con el grupo Transparencia Internacional, que efectuó un ejercicio estadístico a más de 22 mil personas en el área, y que arrojó la medalla de oro para este país en pleno movimiento. Otros, se van por la constante de esta administración: dejar el nombramiento para cuando exista un ambiente más propicio. Recordemos que no hay Procurador General de la República, no hay Fiscal Anticorrupción, no hay Fiscal contra delitos electorales...
Diputados del Movimiento de Renovación Nacional y del Movimiento Ciudadano afirmaron que las mineras lograron la devolución de 13 mil millones de pesos, de los 17 mil millones de pesos que debían tributar. Este sector, que ha crecido a niveles descomunales durante las últimas tres administraciones, ha sido denunciado en diversos foros como un depredador del medio ambiente y como una industria que atenta contra el tejido social de los sitios donde se asienta. Los grandes concesionarios mineros son de origen canadiense; y desde luego que los hay de estirpe nacional; y unos y otros, comparten un propósito: ensanchar su margen de utilidades –al fin que para ello están las normas de la Ley Minera, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, y de la inefable Ley Federal del Trabajo-, aprovechando al máximo las condiciones que los gobiernos de los tres niveles conceden a cambio de poco…
Divertido el espectáculo que nos brindan los creadores del llamado Frente Ciudadano por México. Para nadie es desconocido que Ricardo Anaya desea ser ungido como el candidato a la Presidencia de la República por esa extraña mezcla de partidos, y enfrentar a Miguel Ángel Mancera y Rafael Moreno Valle que dicen tener más atributos que el oriundo de Querétaro. Margarita Zavala se apartó de Acción Nacional porque decía que el suelo no estaba parejo, como parece no estarlo en el famoso frente dizque ciudadano.
Lo cierto es que asoman muchas ambiciones al observar que el partido Revolucionario Institucional se ha estancado en un lejano tercer lugar en la preferencia electoral. José Antonio Meade, sin el viejo aparato de Estado en funcionamiento, pocas posibilidades tiene de llegar a Los Pinos.
CONTRAPORTADA: Por sus buenas notas, es muy probable que el sucesor de Alejandra Barrales Magdaleno sea Juan Zepeda. El relevo deberá darse este fin de semana, y en acato a una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. ¿Le ganará Juan Zepeda en bufonadas a Ochoa Reza?... Hagan sus apuestas. La versión nacional de lo escuchado en el Estado de México, a escena.
