El presidente Andrés Manuel López Obrador nos tiene acostumbrados a todos los mexicanos que su proceder es a base de chantajes, de mentiras, de calumnias, de denostaciones, de amenazas, de sometimientos para que lo apoyen sus detractores y enemigos en sus ocurrencias, en sus iniciativas y políticas populacheras para que sean aprobadas por la “vía de la legalidad”.
Durante la semana anterior, el tabasqueño amenazó una vez más al PRI y a sus respectivos diputados federales, al espetarles que de no aprobar su reforma eléctrica: “traicionarían a la patria”, “porque seguirán con el salinismo y no con los hechos de dos grandes presidentes como lo fueron Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos”. (¿?).
Sin lugar a dudas, el inquilino de Palacio Nacional tiene su peculiar manera de calificar a los patriotas y a los patrioteros, éstos últimos están como el cochambre (en todas partes) y forman parte de sus seguidores o de la autollamada y decepcionante cuarta transformación que efectivamente si la ha habido pero para hundir profundamente a México cada día.
Recordemos que López Obrador, ya amenazó el pasado 16 de septiembre en donde el dictador cubano Miguel Díaz-Canel dio un discurso en plena Independencia de México (algo nunca visto en la historia del país) que continuará con sus asambleas (muy al estilo de los dictadores) para llenar plazas públicas de fanáticos clientelares que reciben dinero del erario público, es decir de nuestros consabidos impuestos para seguir siendo incondicionales del tabasqueño y sufraguen por Morena.
Como lo apunté en este gran espacio el lunes pasado, su reforma eléctrica es retrógrada, de aprobarse, nos hundiríamos más de lo que ya estamos pues retrocederíamos cuando menos 30 años a un Estado obeso, ineficiente, ineficaz, (que ya lo es), con ese patrioterismo absurdo que maneja el tabasqueño. Retornaríamos a las viejas prácticas populares de los regímenes de Luís Echeverría y José López Portillo, autores de la docena trágica.
Por su parte, el presidente del PRI y diputado federal Alejandro Moreno, está jugando con fuego debido a que les dijo a sus correligionarios que harán foros y consultas para tomar opiniones de expertos, especialistas y de la misma ciudadanía. Por supuesto que son acciones absurdas del campechano que tal parece que le quiere seguir haciendo el caldo gordo a López Obrador.
Lo más lamentable es que ningún legislador tricolor alzó la voz en contra de la reforma.
La postura de los legisladores panistas y perredistas está definida, no aprobarán la dichosa reforma y dejar colgado al presidente López Obrador que insiste en destruir todo lo que encuentre a su paso.
¿Alejandro Moreno preparan la traición a la coalición Va por México PRI-PAN-PRD?
Por lo pronto, los panistas y perredistas ya levantaron la voz, exigiéndoles a los tricolores lealtad y respeto a lo pactado con anterioridad.
Por lo pronto, la senadora Claudia Ruiz Massieu fue la única que tuvo el valor de declararse en contra de la reforma eléctrica lopezobradorista y tajantemente declaró: “es un retroceso es un poco extraño, le regresa el monopolio a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y cuando hoy no tiene la capacidad de generar de energía que ya requiere el país, vamos a tener apagones, aumento en las tarifas, menos empleo, menos crecimiento económico, menos desarrollo, además de un cúmulo de litigios de inversionistas y de estados con los que tenemos acuerdos de Libre Comercio y de Inversión, no es una ley que podamos rescatar”.
Como lo apunté en este mismo espacio el lunes pasado, la nefasta reforma nos constaría a todos los mexicanos la friolera suma de ¡81 mil millones de dólares!, y que especialistas en la materia confirmaron dicha cantidad de indemnizaciones a particulares que ya le invirtieron desde hace más de dos décadas. Por supuesto que habría juicios en contra del gobierno que demorarían de cuatro a cinco años en solucionarse.
La reforma eléctrica es tan absurda como una declaración realizada por López Obrador hace año y medio en una conferencia mañanera cuando afirmó: “México se fundó hace más de 10 mil años, con todo respeto todavía pasaban los búfalos en lo que hoy es Nueva York y ya en México había universidades y había imprentas”. ¡Que alguien me explique!
El PRI tiene la última palabra para recuperar la credibilidad y confianza de sus militantes, de sus votantes y del resto de la ciudadanía, por lo que la reforma deberá ser rechazada. Los amagues de su presidente nacional Alejando Moreno dejan mucho que desear.
La realidad es que el gobierno de López Obrador nos sigue hundiendo, no ha habido crecimiento económico en los tres años, más de 750 mil fallecimientos por covid-19 y sigue habiendo más de 350 mil decesos diarios, han sucumbido más de 100 mil personas a manos del crimen organizado que sigue creciendo en toda la república y una larga lista de asignaturas reprobadas por este ineficiente régimen.
ALEJANDRO MURAT, ¿TRAICIONARÁ AL PRI?
El todavía gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat se reunió en Veracruz, en días pasados con la secretaria de Energía de la 4t Rocío Nahle, quien sigue sin dar resultados positivos, por lo visto la plática fue candente y lo ¿habrá convencido a Murat para dejar las huestes priistas, traicionarlos e a irse de morenista al gabinete de López Obrador? ¿Será tan mal agradecido Murat con el instituto político que lo apoyó en todo momento? La respuesta la tendremos durante los próximos días.
EL TRAIDOR DE EMILIO LOZOYA, DE MANTELES LARGOS.
Vergonzoso, indignante e inconcebible que la las mentiras del gobierno de López Obrador sigan descubriéndose paulatinamente, Emilio Lozoya Austin, el traidor exdirector general de Pemex en el gobierno corrupto de Enrique Peña Nieto (el actual anda en el mismo tenor), que supuestamente trae brazalete electrónico para ser detectado y no se fugue, fue localizado y fotografiado cenando el sábado pasado en un restaurante de lujo de la Ciudad de México.
No es de extrañarnos que el traidor de Emilio Loyoza Austin, siga tan campante disfrutando de sus acusaciones mentirosas en contra de varios funcionarios del sexenio anterior, a los que no se les ha podido comprobar nada.
Entre los acusados se encuentra el excandidato presidencial panista Ricardo Anaya, al que acusó de haberlo sobornado con dinero tras haber aprobado las reformas estructurales de Peña Nieto. La realidad es que las fechas no coinciden, por el simple hecho que el panista Anaya, ya había solicitado licencia como diputado federal. Las mentiras y calumnias a las que se prestó Lozoya Austin para ser cómplice de régimen plagado de mentirosos como de la cuarta deformación, digo, transformación.
La realidad es que Andrés Manuel López Obrador, sigue engañando a los más de 125 millones de mexicanos debido a que -según- sus declaraciones en campaña de 2018 el tabasqueño aseguró que metería a prisión a todos los secretarios y funcionarios corruptos de la administración peñista, situación que no ha sucedido.
Es lamentable que las promesas de campaña en 2018 del tabasqueño, respecto a que metería a la cárcel a todos los corruptos y que acabaría con la misma corrupción que avanza cada día en este gobierno, en eso quedaron, en promesas incumplidas, repletas de mentiras.