La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26) concluyó sin acuerdos de trascendencia histórica para abatir el cambio climático pues los intereses económicos y comerciales de los poderosos industriales de los combustibles fósiles se impusieron.
De acurdo a activistas defensores del medio ambiente los industriales de los combustibles fósiles bloquearon los acuerdos de la COP26 al contar con la delegación más numerosa durante la cumbre, Más de 500 individuos.
Pese a la fracasada reunión, en la que más de siete mil millones del planeta tierra salen perdiendo ante un grupito de supermillonarios que creen ser dueños del mundo, se fijaron algunos objetivos.
Entre esas metas está revertir la deforestación para 2030, controlar la emisión de metano, principal componente del gas natural que es veinte veces más potente que el dióxido de carbono, a través de la reducción de treinta por ciento de sus emisiones, la fijación de precios del carbono y descarbonizar el transporte, entre otros. Esto es, un magro acuerdo.
Diferentes organizaciones ecologistas se concentraron casi al final de la cumbre frente a su sede para protestar por la ausencia de acuerdos que pongan fin a la crisis climática. A las afueras del recinto de la reunión se dio cita un participante disfrazado de la muerte quien con guadaña en mano dijo estar decepcionado con los gobiernos porque cada vez hay más grupos de presión de los combustibles fósiles.
“Siento que no están escuchando a la gente…tendría que haber más acción. Sin acción podría haber una extinción muy pronto. A su vez, el nadador Peter Green, ataviado con su magra indumentaria de bañador quiso demostrar lo importante que son los océanos para el planeta en cuanto a la captura deCO2 atrapado en la atmósfera.
“Mi mensaje para los líderes aquí es que escuchen a la gente… que empiecen a gobernar en el interés de la gente y no para ellos mismos. En un ambiente festivo, los manifestantes bailaron al son de la macarena como una forma de descontento por la falta de acuerdos en la COP26.
Los ambientalistas afiliados a Extinction Rebellion se bañaron en pintura roja en el interior de la COP26 para representar a quienes han muerto por el cambio climático y a quienes morirán por la negligencia de los responsables de la cumbre.
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseveró que, si el mundo no actúa rápidamente, la población mundial “estará cavando sus propias tumbas”, mientras que el primer ministro británico Boris Johnson comparó la situación del planeta con la de James Bond amarrado a una bomba de tiempo, tratando desesperadamente de desactivarla.
¡Extra! ¡Extra!
Mientras los poderosos intereses de supermillonarios petroleros y carboneros se imponen negativamente contra la población mundial en riesgo de agravarse la crisis ambiental, los hábitos de consumismo de la población siguen atentando contra los recursos naturales. Urge un cambio de hábitos de consumo y alimentación que se debe promover desde la misma ONU y sus organismos de salud y medio ambiente.
*Presidente de la ONG Franature.