López Obrador, depositó todo el Poder en las Fuerzas Armadas

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López Obrador, depositó todo el Poder en las Fuerzas Armadas

Lunes, 22 Noviembre 2021 00:06 Escrito por 
El Socavón El Socavón Foto: Especial

Por lo visto, decenas de miles de miembros de las Fuerzas Armadas de nuestro vapuleado país, no recuerdan (o no quieren hacerlo) el maltrato del que fueron objeto durante mucho tiempo de parte del entonces candidato opositor Andrés Manuel López Obrador que no se cansaba de atacarlas.

Corría el 2017 cuando el entonces líder del Movimiento de Regeneración Nacional no se cansaba de ofender durante su tercera candidatura consecutiva (vaya hipócrita democracia que tiene la izquierda mexicana), sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por los militares en el combate al narcotráfico, cuando dicha Institución contaban con el respaldo de la opinión pública.

Por supuesto que Amlo fue duramente criticado por su irrespeto a las Fuerzas Armadas, el tabasqueño censuraba las estrategias de seguridad implantadas por los presidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto; el tabasqueño aseguraba: “no vamos a utilizar la fuerza para resolver los problemas sociales. No vamos a reprimir al pueblo con el Ejército. Vamos a enfrentar la inseguridad y la violencia atendiendo las causas, no como lo han venido haciendo”.

Para el infortunio de los más de 125 millones de mexicanos, el régimen morenista no ha podido enfrentar al crimen organizado en todas sus modalidades, la violencia está imparable, en gran parte del territorio mexicano y López Obrador sigue culpando a los anteriores gobiernos de los sucesos de su administración .con absoluta irresponsabilidad.

Con el populismo desbordado durante su gestión, el inquilino de Palacio Nacional (en el que vive “humildemente”) sigue dándole más poder y responsabilidades inéditas a las Fuerzas Armadas a las que iba a regresar a sus cuarteles de acuerdo a sus falsas promesas de campaña.
Todos los mexicanos somos testigos que en estos tres años de AMLO no ha existido estrategia alguna para hacerle frente al crimen organizado y abatir la delincuencia, como también lo prometió el tabasqueño.

Pese a su fallido gobierno, el tabasqueño se ha congraciado con las Fuerzas Armadas y les ha dado poder (como nunca se había visto). El ejército construye en coordinación con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo pero administrará el Tren Maya, al igual que el gansopuerto Felipe Ángeles a través de una nueva empresa militar ordenada por el tabasqueño; de igual manera, junto con la Marina vigilarán las aduanas marítimas y terrestres y las administrarán. ¿Qué tal el poder otorgado por AMLO?

También intervienen en el programa de vacunación contra covid-19; en el cuidado de las instalaciones de Pemex, en el combate al huachicol, en la construcción de la Guardia Nacional de las más de tres mil sucursales del Banco del Bienestar.

Es preciso citar que en este gobierno morenista se han desplegado más efectivos militares en la estrategia de seguridad pública que en las dos anteriores gestiones. Recordemos que en mayo pasado, López Obrador emitió un decreto que permite el desplegué permanente de las Fuerzas Armadas en operaciones de seguridad hasta mayo de 2024. Por supuesto que esta decisión incrementa el riesgo de flagrantes violaciones a los derechos humanos.

Las instrucciones de López Obrador respecto al control de los proyectos de infraestructura y otras áreas administrativas, carecen de la transparencia necesaria en el manejo de los recursos económicos, pues se argumenta que la información del Ejército no sea pública basado en el argumento de que salvaguarda la seguridad nacional. (¿?).

La importancia que tienen en este gobierno populista las fuerzas castrenses es notable e incomparable con la que tuvieron durante el siglo pasado; sin lugar a dudas es similar a la de los regímenes dictatoriales en las que los Jefes del Estado tiene como aliados e incondicionales a las Fuerzas Armadas por si hubiese algún intento de levantamiento de parte de la sociedad civil.

Para cerrar con broche de oro, -como se dice coloquialmente- el general secretario de la Defensa Nacional, el sábado pasado se “adornó” con su jefe López Obrador en su discurso con motivo del 111 Aniversario del Inicio de la Revolución al expresar que las Fuerzas Armadas refrendan su lealtad al poder civil, por lo que se descartaron para tener aspiraciones políticas y le afirmaron que cumplirán las tareas encomendadas por el actual gobierno.

“Tenemos claro que la subordinación al poder civil (¿?) es norma, responsabilidad y convicción, debido a que la profesión militar contempla aspiraciones públicas”, expresó Luis Cresencio Sandoval.

Lo asombroso en este evento, es la equivocación permanente del presidente López Obrador al igual que su incipiente gabinete y equipo de trabajo en materia de protocolo y otras más, que lo siguen violando debido a que absurdamente y sin ostentar algún cargo público ni representar a nadie, su esposa Beatriz Gutiérrez Muller fue oradora, señaló que las Fuerzas Armadas están comprometidas en apoyar la consolidación del actual régimen y los exhortó a unirse al proyecto de la 4t y trabajar en un mismo objetivo.

Por su parte, López Obrador, sigue mintiendo al señalar que el país ya no es de una minoría, dando su acostumbrado atole con el dedo al pueblo sabio, celebrando en el zócalo capitalino el tradicional Desfile del 20 de noviembre. Bien dicen que al pueblo pan y circo.

El tabasqueño se sigue sintiendo el salvador de la patria, se comparó con Francisco I Madero al citar que su régimen recibe ataques similares a los del exmandatario que fue asesinado en el Palacio de Lecumberri de la Ciudad de México el 22 de febrero de 1913 junto con José María Pino Suárez. ¡Que alguien me explique!

Es increíble pero cierto, el presidente Andrés Manuel López Obrador haya depositado todo el poder a las Fuerzas Armadas en su pésima gestión (sus nenes consentidos), después de haberlos ofendido, agraviado e insultado cuando era candidato por tercera ocasión a la primera magistratura de nuestro vapuleado país en 2018.

Durante los tres primeros años de esta pésima administración de la autollamada cuarta transformación que mal encabeza el mandatario Andrés Manuel López Obrador, ha estado plagada de decepciones, de mentiras, de incoherencias, de incumplimiento de promesas de campaña, del cierre masivo de más de un millón de empleos y de 8 millones de empleos perdidos, de más de 800 mil muertos por covid-19. Este año cerraremos con el 7% de inflación.

Sin dejar de lado el avance sistemático del crimen organizado en todo el país que está imparable con 110 mil asesinatos, decrecimiento económico, millones de empleos perdidos, falta de abasto de medicamentos para niños con cáncer y en los institutos de salud, el despedazamiento de programas sociales para convertirlos en dádivas para los marginados.

Es preciso recordar que en 30 años, la antidemocrática izquierda mexicana, solamente ha tenido a DOS candidatos a la presidencia de la república: el michoacano Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (1988, 1994, 2000) y el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador (2006, 20012, 2018). Esta es la “nitidez” en las designaciones de sus abanderados...

Por supuesto que para el 2024 será la misma operación: López Obrador -digan lo que digan- designará al aspirante de Morena, claro está que montarán un “escenario democrático” vía encuestas, que concluirá con la imposición del abanderado morenista. Y sino, al tiempo.

Es preciso mencionar que en esta izquierda millonaria, todos piensan como Carlos Marx pero quieren vivir como Carlos Slim, todos predican y prometen la honestidad, la verdad, la no corrupción, la sociedad igualitaria, solamente son más mentiras.

El inquilino de Palacio Nacional no se cansa de insistir en sus deplorables conferencias mañaneras que no son más que monólogos que ya no existe la corrupción en México (abatida por decreto), cuando día a día se publica en los distintos medios que ésta sigue a la alza, indica demagogia pura practicada por esta autollamada cuarta deformación que ven la paja en el ojo ajeno pero la viga en el propio no.

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Carlos García

El socavón