Sin lugar a dudas, el multimillonario fraude del huachicol y del huachicol fiscal, descubierto desde hace más de seis años y que fue creciendo paulatinamente, nunca lo habíamos visto en ninguno de los gobiernos federales anteriores, y que traerá severas e irreversibles repercusiones de credibilidad, de confianza, de honestidad y, sobre todo, que los más de 130 millones de mexicanos corroboraremos que desde el primer minuto del gobierno fallido de Andrés Manuel López Obrador permeó la corrupción, un lastre que el tabasqueño prometió abatir y que, por el contrario, se multiplicó despiadadamente.
El tabasqueño pasará a la historia como el peor mandatario de la historia de nuestro vapuleado país, al permitir, tolerar y aprobar que las bandas delictivas del huachicol se expandieran por todo el territorio nacional para perforar a su antojo ductos para “ordeñarlos” y transportarlos de diferentes maneras, desde puertos, en ferrocarriles, en pipas y hasta por bidones.
Pero hay algo mejor: ha cambiado la acepción al atraco descomunal y ahora lo calificaron como el delito del “huachicol fiscal”.
Dicho delito ya no es la “ordeña” a los ductos únicamente; no, ahora es más moderno, no es más que una actualización del término, porque están de por medio facturas y aduanas que protegen dicho fraude, repleto de corrupción.
Las pérdidas calculadas son de ¡200 mil millones de pesos anuales al erario público! Es decir, el monto total rebasa el ¡un billón 200 mil millones de pesos en seis años de gestión! El huachicol es el fraude multimillonario nunca antes visto, realizado en el gobierno del “cambio” de López Obrador, en perjuicio de las arcas públicas, nunca antes visto en la historia de nuestro de por sí vapuleado país.
Es preciso mencionar que Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia como el peor presidente en la historia de México, por los destrozos ocasionados durante su gobierno fallido (2018-2024), que pésimamente dirigió, ya que acabó con la separación y contrapeso de los tres poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), sometiendo a las tres Legislaturas (LXII, LXIII y LXIV) de su sexenio, debido a que le aprobaron todas y cada una de las perversas iniciativas enviadas.
Estas perversas iniciativas fueron aprobadas por la triada “Juntos Hacemos Historia de Terror”, integrada por Morena y sus rémoras del PT y los kiwis del PVEM, sin quitarle coma alguna a éstas, haciendo añicos los Derechos Fundamentales de todos los más de 130 millones de mexicanos.
No podemos dejar de lado que el huachicol, en sus distintas vertientes, es una industria ilegal arraigada en el país, que inicia con el robo de combustible. Es el origen del fenómeno, pero con el tiempo se adhirieron otros delitos como el lavado de dinero y el contrabando, aunado a la corrupción. Por supuesto que la lista de yerros y de decisiones autoritarias y unilaterales del tabasqueño es muy extensa.
De acuerdo con el código penal vigente, las penas corporales oscilan entre los 12 y 17 años de prisión, cuando la cantidad al infringir dicho delito rebase los dos mil litros (estos trúhanes la elevaron a la n potencia); además, tendrán que pagar una multa de 12 mil a 17 mil veces el valor de la Unidad de Medida de Actualización (UMA).
La jefa del Ejecutivo, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró tajantemente el pasado 11 de septiembre que la postura del gobierno a su cargo será de “cero tolerancia a los implicados y se erradicará por completo el robo de combustible para evitar perjudicar a empresas como Petróleos Mexicanos”.
No podemos olvidar que Pemex se encuentra en banca rota, pues el adeudo es de ¡dos billones y medio de pesos! La actual administración no cuenta con los recursos económicos para rescatar a la empresa estatal, que han ido quebrando paulatinamente los regímenes anteriores, pero con el tabasqueño se acrecentó la deuda.
Y veamos el porqué de esta inmensa deuda de Petróleos Mexicanos. Es preciso mencionar que durante el gobierno fallido de Andrés Manuel López Obrador, Pemex acumuló pérdidas por más de ¡1.8 billones de pesos! A pesar de haber recibido más de ¡2.2 billones de pesos de apoyos fiscales, no pudo salir de la caótica situación financiera, ya que el director general en turno, Octavio Romero Oropeza, demostró con creces haber sido el peor funcionario que haya tenido dicha empresa y que estaría muy bien que lo sometieran a una extensa y minuciosa auditoría para saber el grado de responsabilidad que tuvo durante los seis años de su pésima administración.
No obstante, AMLO dio la orden para que Romero Oropeza fuera premiado con la Dirección General del Infonavit, para que iniciara otra quiebra más en su haber, debido a que el veracruzano demostró ser “un experto” en esta área y vaya que ha demostrado a carta cabal que en ineptitud, ignorancia e ineficacia es especialista.
Tampoco podemos olvidar que Pemex tuvo una pérdida económica de ¡1.8 billones de pesos! durante el otrora gobierno corrupto de Enrique Peña Nieto, quien vive muy feliz en España.
¡Cinismo total de ambos exmandatarios! (Léase Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador).
El impacto financiero de Pemex, a pesar de los esfuerzos fiscales, el valor de Pemex (activos menos deuda) cayó a un nivel negativo el año pasado, lo que indica que por cada peso de activos tiene 1.75 pesos de deuda.
Recordemos que en 2020 AMLO envió a comprar a Estados Unidos a Marcelo Ebrard Cassaubón y a Rosa Icela Rodríguez, entonces aprendiz de canciller y secretaria de Seguridad Pública Ciudadana, 700 pipas para transportar gasolina y evitar la escasez de dicho combustible, pero nunca rindieron cuentas de cuál fue su verdadero destino y uso de éstas. Un acto deleznable más del tabasqueño.
¿O sirvieron estas 700 pipas para transportar la gasolina extraída del huachicol? Conste que es pregunta.
El hoy escondidito macuspano (como decíamos en antaño, “el miedo no anda en burro”) se comprometió al inicio de su gestión a acabar con el robo de combustible y presumió en una de sus tantas mentideras —digo— mañaneras, que había acabado con el huachicol, cuando la realidad era otra. Más bien lo hizo crecer desproporcionadamente, porque entró la Marina a tan jugoso negocio en el que está “embarrada” hasta sus entrañas.
El gobierno de Sheinbaum Pardo asestó hace dos semanas el mayor golpe a la corrupción en nuestro vapuleado país, al tráfico de combustible o huachicol, deteniendo a 14 personas, entre las que destacaban personal de la Secretaría de Marina y empresarios. Por cierto, ya van siete ejecutados; lo hicieron con el simple hecho de no dejar testigos.
En este operativo estuvieron involucrados los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, que tienen el rango de vicealmirante y contraalmirante, además de ser sobrinos políticos del exsecretario de Marina José Rafael Ojeda Durán en el régimen de López Obrador.
Se dice que utilizaban sus influencias dentro de dicha institución para la designación de marinos, incorporarlos como personal de su confianza y ocupar puestos claves en Aduanas para seguir operando su extensa red delictiva.
La red de contrabando comandada por marinos de alto rango operaba con una precisión marcial desde 2023; fueron un total de 69 envíos y más de 150 millones de dólares de utilidad.
Claudia Sheinbaum Pardo tuvo que enfrentar este inmenso fraude, el peor en la historia de nuestro México: el huachicol heredado por su mentor López Obrador, a quien le sigue diciendo “el presidente” y defiende a capa y espada, por la información proporcionada por el gobierno norteamericano de Donald Trump y “hacer de tripas corazón” y, como los gitanos, “echarse pa’lante”.
En el huachicol fiscal están involucradas 555 empresas; utilizaron 8 puertos para operar a placer dicho negocio que les dejó ganancias pingües, a esta amplia red de criminales que operó a placer y con toda la confianza y autorización del gobierno de López Obrador.
Decía en octubre de 2019 Andrés Manuel López Obrador respecto a las tranzas y a la corrupción: “que iba a erradicar” a las “tarascadas”, más no “mordidas”: “nada de que el presidente no sabía, no se enteraba, lo engañaban, eso es falso, el presidente de México está enterado de todo lo que sucede y las tranzas grandes que se llevaban a cabo y que se pudiesen realizar, si nosotros no cumpliéramos con nuestro compromiso de gobernar con honestidad, todas esas tranzas llevan el visto bueno del presidente, aunque no firme, él autoriza, él tolera, él permite, por eso tenemos mucha confianza de que las cosas van a mejorar”.
Proseguía el entonces inquilino de Palacio: “porque si arriba no se permite la corrupción, vamos a poder limpiar de corrupción al país, de arriba para abajo como se barren las escaleras”. ¡Zas!
Todo quedó en letra muerta, en promesas, como todo lo que dijo en su sexenio, porque AMLO declaró estas acciones en muchas ocasiones en sus millonarias conferencias mañaneras y en las pocas giras de trabajo que llevó a cabo por el territorio mexicano, pero todo quedó en discurso.
Así pues, López Obrador pasará a la historia como el presidente de un gobierno fallido, que prometió muchos cambios en su administración y que seríamos país del primer mundo, que erradicaría al crimen organizado en todas sus modalidades, que creceríamos al 5 por ciento anualmente, que respetaría a los Tres Poderes de la Unión y jamás se iba a entrometer en sus decisiones, y claro, hizo todo lo contrario.
Seguiremos atentos para que el régimen de Sheinbaum Pardo llegue a sus últimas consecuencias en todas y cada una de las investigaciones del mayor fraude de nuestro país jamás visto, el robo multimillonario del combustible, mejor conocido como el huachicol y huachicol fiscal, que dejará pérdidas de más de un billón y medio de pesos, y ahora sí como la bolsa del Melate: más lo que se acumule esta semana y las siguientes.
Claudia Sheinbaum Pardo tiene la última palabra.
HERNÁN BERMÚDEZ, TRASLADADO AL ALTIPLANO
Por fin, el fundador y líder del sanguinario cártel de la Barredora, Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco y hombre de “todas las confianzas” del exgobernador de dicha entidad, el hasta hoy coordinador de los Senadores del fraude llamado Morena, Adán Augusto López Hernández, fue detenido la semana pasada en Paraguay, de donde se fue a refugiar y entró ilegalmente, por lo que fue expulsado en “fast track” por el gobierno de dicha nación centroamericana, y fue extraditado y traído a México por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y de inmediato trasladado al Centro de Máxima Seguridad El Altiplano, ubicado en el Estado de México, en donde será juzgado.
Veremos hasta dónde “cantará” “El Abuelo” con las autoridades de la 4T, más bien hasta dónde lo dejen, pues sin lugar a dudas tiene demasiada responsabilidad e información qué proporcionarles de todas y cada una de sus fechorías, de quiénes lo protegían y a quiénes beneficiaba; además, tendrá que informar a cuántas personas asesinaron durante los siete años que estuvo en el cargo, qué vínculos tenían con ellos y las causas que originaron dichos crímenes.
También de su adhesión al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y, sobre todo, el terror causado a todos los habitantes de Tabasco con la imparable violencia que los azota, sin que hasta hoy el gobernador Javier May pueda frenar a dichos dos cárteles, y conste que es la tierra de López Obrador.
La jefa del Ejecutivo aseveró en días pasados que Bermúdez Requena fue separado de su encargo, declaración que no es exacta debido a que existe un video en redes sociales en el que Bermúdez presentó su renuncia al gobernador en turno, Carlos Merino Campos.
Ahora sí les dejo una gran frase que caló hondamente entre los aficionados al béisbol, del gran comentarista nacido en Argentina, Buck Canel, cuando los partidos estaban muy interesantes: “No se vayan que esto se va a poner bueno”.