Durante las últimas semanas, los más de 130 millones de mexicanos hemos sido testigos de las decenas de inesperadas y alarmantes informaciones que han salido a la luz pública, emanadas de la desbordada corrupción y cinismo inigualable del Movimiento Re (De) Generación Nacional (Morena) y la descarrilada cuarta transformación que, en tan solo siete años, demostraron que los fraudes en varios rubros superaron las expectativas de cualquier régimen anterior.
El tabasqueño resultó ser el corruptor mayor, sí —apreciable lector— aquel hombre que siempre ambicionó el poder, para demostrarle a los mexicanos que su ambición siempre fue desmedida para saquear las finanzas públicas, para proteger al narcotráfico, así como al crimen organizado en todas sus modalidades, que han sentado sus reales en las 32 entidades federativas, demostrando hasta hoy que son intocables, pues por lo que seguimos viendo, Claudia Sheinbaum lo combatirá.
Recordemos que Andrés Manuel López Obrador se llenaba la boca de incendiarias declaraciones en contra de los llamados gobiernos neoliberales, a los que fustigó siempre en cada uno de sus ofensivos ataques, acusándolos de apátridas y de corruptos, que el tabasqueño, en cuanto se sentara en la silla embrujada, iba a cambiar la imagen del país, pues aniquilaría al crimen organizado, encarcelaría a los expresidentes anteriores y encarcelaría a todos los funcionarios que atracaron las finanzas públicas y amasaron fortunas incalculables.
¿Pero qué creen? Todo fue un fraude maquinado y maquilado, orquestado por el exjefe de gobierno del entonces Distrito Federal, para que 30 millones de ciudadanos “hartos de la corrupción” voltearan hacia él, le brindaran su confianza y votaran a su favor, para demostrarle a México y al orbe que, por fin, iba a haber un presidente honesto.
Y sí, con la ayuda de gobernadores priistas, por instrucciones del otrora corrupto Enrique Peña Nieto, AMLO se alzó con el triunfo el primero de julio del 2018 con 30 millones 113 mil 483 sufragios, con el 53.19% de la votación, superando al panista Ricardo Anaya, quien obtuvo 12 millones 620 mil 120 votos, con el 22.27%; mientras que el priista José Antonio Meade Kuribeña logró únicamente 9 millones 289 mil 853 votos, con el 16.4%.
Y así ganó el tabasqueño por un amplio margen ante sus adversarios, aunque debemos reconocer la campaña de desprestigio que hizo el régimen de Enrique Peña en contra de Ricardo Anaya, ya que éste lo amenazó con meterlo a la cárcel por corrupto.
El primero de diciembre de 2018 comenzó el tabasqueño a tejer el peor gobierno de la historia de nuestra nación, iniciando con puras falsas promesas y declaraciones de respetar —entre otros— la separación de poderes, que nunca hizo, acabar con el crimen organizado, con la corrupción, que íbamos a crecer a un ritmo del 5% anual y que seríamos potencia mundial, entre otras falsedades.
La realidad fue otra, pues el tabasqueño se rodeó de personas inexpertas para manipularlas a su arbitrio y marcar su territorio, y encabezar un gabinete solo, extralimitándose en la toma de decisiones que a la postre perjudicaron severamente el futuro de nuestro país.
Los excesos del macuspano, afortunadamente, están plasmados en la historia moderna, desde su púlpito en sus multimillonarias conferencias mañaneras, que utilizó para golpetear a expresidentes, empresarios, políticos, periodistas y ciudadanos, para demostrarles que “él era la ley”.
Hoy en día surgen informaciones de los desvíos y abusos de personas de toda su confianza, como Adán Augusto López Hernández, “mi hermano”, como siempre lo ha llamado, quien el mismo SAT le ha señalado sus inconsistencias en sus millonarias declaraciones fiscales y problemas en su natal Tabasco, en donde afirma ser “el mejor notario” y, como es muy “papas fritas”, le llueven trabajos de asesorías que cobra como si fuera erudito en todas las áreas productivas.
De igual manera, el prepotente aprendiz de senador Gerardo Fernández Noroña, quien está envuelto en un escándalo por la casa que compró en 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, y las dos camionetas SUV que rebasan el millón de pesos cada una, y declaraciones de ingresos de Google que tampoco cuadran.
El máximo fraude en la historia de México es el huachicol, que alcanzará dimensiones inimaginables por la defraudación fiscal que hubo; por lo pronto, el monto asciende a ¡más de 600 mil millones de pesos! Hasta hoy.
Y, por supuesto, seguirá saliendo a la luz pública más información de nuevos fraudes, abusos y excesos de Morena y la 4T, que siguen decepcionando a todos los mexicanos: “Por sus hechos los conoceréis”. Y sí, los excesos de estos improvisados siguen surgiendo y daremos cuenta de ellos.
LA INACABABLE DEUDA PÚBLICA
Sin lugar a dudas, en tan sólo siete años de las dos administraciones morenistas y cuatroteras, la deuda pública ha crecido el 100 por ciento más de la que dejó el priista Enrique Peña Nieto, que será un lastre para todos los mexicanos en los próximos años, debido a que han demostrado que no saben generar riquezas ni certeza para la inversión privada, tanto nacional como extranjera, cerrando las opciones para obtener un crecimiento del 5% anual, como lo había prometido el mitómano tabasqueño, que lo único que hizo fue aniquilar la separación de poderes, el aniquilamiento de instituciones y organismos autónomos que más de tres décadas nos costó a los mexicanos construir y a las decenas de miles de millones de pesos que se quedaron los morenistas.
El priista y viajero VIP Enrique Peña Nieto dejó en 2018 una deuda de 10 billones 367 mil millones de pesos, equivalente al 44.3% del Producto Interno Bruto (PIB), y una inflación acumulada del 27.87%; mientras que el escondidito y mitómano macuspano (el miedo no anda en burro) la incrementó a 16 billones 885 mil millones de pesos y un incremento del 49.8% del PIB, con una inflación acumulada del 32.82%.
Y ahora, con Claudia Sheinbaum Pardo, la deuda pública alcanzará un máximo histórico de ¡20.3 billones de pesos!, equivalente al 52.3% del PIB.
AMLO, Claudia Sheinbaum, Morena y la otrora fallida cuarta transformación (segunda parte), ya convertida en dictadura, no saben administrar y mucho menos encabezar un régimen en el que haya crecimiento económico (que ya no lo quieren medir de esa manera), por su demostrada y nula incapacidad, y seguir dándole atole con el dedo al engañado “pueblo sabio”.
En un análisis de México Evalúa, se plasma increíblemente que tres de cada cuatro pesos del presupuesto están destinados a pensiones y deuda, lo que deja un mínimo margen para atender proyectos prioritarios como seguridad, salud y educación, que no han sido tomados en cuenta por los gobiernos morenistas, que anhelan seguir teniendo en llamas al país en manos del crimen organizado, que se ha apropiado prácticamente de casi todo el territorio nacional; del descuidado sector salud, del que 50 millones de mexicanos se quedaron sin Seguro Popular (en el sexenio de AMLO), gracias a las perversas decisiones del macuspano, al igual que en el ramo de la educación, ya que trajeron a ignorantes venezolanos que hicieron los libros de texto, en los que imperan las aberraciones, la pésima redacción y la nula visión para educar a decenas de millones de infantes mexicanos, que verán afectada su educación por la insistente y aferrada obsesión de instaurar una dictadura.
Recordemos que el gobierno más letal en personas acribilladas a manos del crimen organizado ha sido el del tabasqueño, con 201 mil 98; mientras que en el del mexiquense cayeron 156 mil 66 personas, y en el del michoacano Felipe Calderón fue de 120 mil 463 ciudadanos.
De esta manera, pese a que a Felipe Calderón lo siguen culpando de todo los morenistas —sobre todo la inquilina de Palacio Nacional, AMLO— demostró que con su estrategia de “abrazos y no balazos” únicamente sirvió para que asesinaran a más personas y que el crimen extendiera sus redes por todo nuestro cada vez más vapuleado país.
¿AMLO, EJEMPLO DE HONRADEZ?
En verdad, cada vez nos sorprenden más los morenistas y cuatroteros. Ahora fue el turno de la jefa del Ejecutivo, Claudia Sheinbaum, quien ante decenas de miles de acarreados al Zócalo capitalino en la “celebración de su primer año” al frente (¿?) del país, declaró sin sonrojarse que “AMLO es y será un ejemplo de honradez, austeridad y de profundo amor al pueblo”.
Realmente es increíble el exceso de respeto y agradecimiento que Sheinbaum Pardo le profesa a su jefe político, al atreverse a señalar que López Obrador es prácticamente un “ídolo” —pero de barro—, quien defraudó la confianza de sus seguidores, al dejar al país en una severa crisis de inseguridad social, con una deuda del 52.3% del PIB, con el peor crecimiento de los últimos 35 años (0.90 sexenal), con el peor fraude de la historia que haya hecho cualquier régimen anterior del huachicol.
Seguramente le ganó la emoción a —la consentida— del tabasqueño, pues fue electa candidata de Morena con raquíticos 12 mil 400 votos de una militancia de más de 3 millones el año pasado, pues la pasión de ver la plancha del Zócalo repleta de personas (decenas de miles de ellos que fueron acarreados y llevados contra su voluntad) para ser testigos de un ensalzamiento más del hombre en el que recae una grave responsabilidad: la de haber creado el criminal Cártel de Palacio, del huachicol, en el que se ha visto involucrado un jefe del Ejecutivo, en el mayor fraude perverso perpetrado desde las entrañas del régimen en turno.
Un inagotable fraude del huachicol, nunca antes visto ni llevado a cabo por ningún gobierno en turno en la historia de México.
La información que recibió López Obrador desde el inicio de su gestión sobre el robo de hidrocarburos de las extensas redes subterráneas de Pemex en toda la nación, lo hizo elucubrar al macuspano para crear una red criminal de rufianes para exprimir, importar y contrabandear dichos ductos y perjudicar al erario, aunque es complicado cuantificarla; pero, de acuerdo con la comparecencia de la procuradora Fiscal de la Federación, Grisel Galeano García, existe un estimado de ¡600 mil millones de pesos!, el mayor fraude de la historia de nuestra nación, en el sexenio de la persona que iba a “combatir y acabar” con el crimen organizado, cuando la realidad es opuesta, debido a que ha sido el gobierno fallido.
Sin lugar a dudas, en Morena y la cuarta transformación la corrupción y el cinismo están desbordados; nunca habíamos visto tanto saqueo en el país. Reitero, los niveles de corrupción son inalcanzables.
Este año, aunque la inquilina de Palacio está feliz porque creceremos económicamente un paupérrimo 0.6% anual, pese a que los detractores le apuestan que le “vaya mal a México”, y así no es. Necesitamos crecer a un ritmo del 5% anual y que se brinden facilidades y certeza jurídica a las pymes y grandes empresas para la creación de más de dos millones de empleos, situación que tampoco veremos el próximo año.
ADIOS A LA LEY DE AMPARO
Otra chicanada más de los sumisos senadores morenistas en contra de todos los mexicanos fue la aprobación de la otrora iniciativa enviada por Claudia Sheinbaum en contra del Amparo, que nos perjudicará a todos, ya que violaron el artículo 14 de nuestra Carta Magna al hacerlo retroactiva. Ninguna ley puede ser en perjuicio de nadie.
Se dice que la Consejera Jurídica de la presidencia, Ernestina Godoy —incondicional de Claudia Sheinbaum— había ordenado a morenistas incluir retroactividad en la Ley de Amparo, ya que 75 senadores de la triada Juntos Hacemos Historia…De Terror aprobaron a pie juntillas la instrucción de la ignorante Consejera, a lo que la jefa del Ejecutivo dio la orden a la Cámara de Diputados de frenar dicha disposición por considerarla inconstitucional.
Esperemos que en los próximos días los legisladores le hagan caso a la inquilina de Palacio y echen para atrás otro desatino más de los morenistas, que desean con todo ahínco despedazar a nuestro país. Lo lamentable es que estos sujetos creen que a ellos estas absurdas decisiones les alcancen, cuando de antemano sabemos que a ellos también les alcanzará el destino, cuando dejen de ser legisladores. Y si no, al tiempo.
¿Pero qué es el amparo? Es un mecanismo legal de defensa que sirve para proteger los derechos fundamentales de las personas cuando consideran que estos son violados por una autoridad, una norma o incluso por particulares. Por lo que, a través de un juicio, se busca que los tribunales restablezcan el orden constitucional y garanticen que se respeten los derechos humanos reconocidos en nuestra Carta Magna, así como los Tratados Internacionales.
Esperemos que los legisladores de la inconstitucional sobrerrepresentación legislativa, integrada por Morena, PT y los kiwis del PVEM, obedezcan la instrucción de la jefa del Ejecutivo, Claudia Sheinbaum, porque de lo contrario seguirán acortándose nuestras libertades con esta dictadura impuesta por la izquierda morenista, que no sabe gobernar y mucho menos genera riqueza.
