Con datos emanados de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se pudo saber que el equivalente a 21 por ciento del presupuesto de egresos federal irá a la amortización de deuda pública: 1 billón 100 mil millones de pesos. Es decir, al pago de intereses, principalmente.
A propósito de la crudeza que dan los números, el billete norteamericano se empecina en fortalecerse frente a la moneda nacional; y la justificación no tardó en llegar: "el precio del dólar se disparó por la incertidumbre que genera la renegociación del Tratado de Libre Comercio; los comicios de 2018 y la reforma fiscal norteamericana".
En este espacio adelantamos que el billete verde remontaría la barrera de los veinte pesos, como ocurrió en los primeros días de enero. En esta administración el peso se ha devaluado en más del cincuenta por ciento, y las razones llenas de tecnicismos que se emiten ante cada alza, convencen menos a quienes vamos alcanzando el día. El último día del año 2012, el dólar podía adquirirse en 13.01, de acuerdo a la Unidad de Contabilidad Gubernamental de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Para rematar, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática dio a conocer que la inflación correspondiente al año de 2017 fue de 6.77%. Es la más elevada en 17 años y superó la meta fijada en el orden de 3 por ciento.
El crecimiento económico nacional durante 2017, de acuerdo a datos del Banco Mundial, fue de 1.9%; y el pronóstico para 2018 se acerca a 2.2%. El propósito de cristalizar un crecimiento económico de 5% en la parte final del sexenio no podrá darse.
Diversos analistas sostienen, que a pesar de sesudos programas, a la pobreza marginal se sumaron 3 millones de compatriotas. Esto evidencia que la política social, indudablemente ligada al modelo económico, no tiende a resolver la enorme desigualdad, producto de la inequitativa distribución de la riqueza.
Este problema, muy agudizado en México, lo padecen otros países que han optado por el arribo de las derechas al poder. Lamentablemente, para quienes sostienen que un viraje sería catastrófico, los números que ofrecen los gobiernos asociados con las llamadas ideas neoliberales no les ayudan. Brasil y Argentina son el más vivo ejemplo de la implantación de medidas que, rechazadas por el grueso, han generado evidente descenso de bienestar en la mayoría de la población, e inauditos márgenes de utilidad para muy pocos.
Las medidas regresivas generarán, sin duda, reacciones viscerales y un caos en todos los órdenes que invitarán a seguros estados de excepción, con la necesaria suspensión de algunas garantías constitucionales
CONTRAPORTADA: La gran mayoría de los mexicanos, desde finales del año 2017, esperan con ansia la llegada del evento que podría catapultar al país a los renglones destinados a los mejores del mundo. Los puntos finos de ese acontecimiento les tiene en un vilo, y no se permitirán distraerse con temas que les hagan perder detalles. Los medios masivos de comunicación han desplegado una cobertura informativa de enorme alcance para satisfacer las inquietudes de millones. México, a punto de ser reconocido a escala mundial como una incuestionable potencia. Me refiero, desde luego, a la Copa FIFA de fútbol a celebrarse en Rusia durante el mes de junio del 2018. La pregunta es: ¿saldrán estos potenciales electores a votar el uno de julio?
De última hora: en Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos se informó del incremento en 32.4% al peaje de automóviles en la carretera México-Cuernavaca: 98 pesos costará viajar a la capital del Estado de Morelos.
Otra de la reforma energética: con datos de Pemex, 78.4% de los combustibles consumidos en noviembre, fueron importados. Las seis refinerías de esa empresa productiva del estado, trabajan a menos del cincuenta por ciento.