El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, visitará el jueves el municipio de Acambay, lugar muy entrañable para él por todos los lazos familiares esparcidos en la demarcación. Seguramente tendrá ocasión de revisar los registros del PRI en la región norte en donde destaca Daniel Sámano Jiménez, hijo del diputado local Miguel Sámano Peralta, hombre cercano al mandatario mexicano desde sus inicios en la política. Por supuesto, Peña llega cohesionar a los priistas de la zona norte de la entidad.
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Este miércoles por la tarde, la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo ofrecerá una conferencia de prensa en el Hotel Marriot. Sensible y respetuosa como es con los representantes de los medios de comunicación toluqueños, al inicio de cada año acostumbra reunirse con “la fuente”, pero en esta ocasión no hay que olvidar que además de su investidura legislativa es vocera de José Antonio Meade Kuribreña, candidato del PRI a la Presidencia de la República.
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Arturo Fernández, Gerardo Hernández Barajas, Merci Zavala Vázquez, Carlos Alvarado Hernández, Salvador Barrera Soriano, José Gámez Camarillo, Edmundo Varela Mellado e Ignacio Lavadores Monroy, ex regidores de Coacalco en el ayuntamiento 2013-2015, convocaron a conferencia de prensa para “echarle tierra” a su ex alcalde David Sánchez Isidoro, pero a la hora buena no se presentó nadie. Habían anunciado que ellos se deslindarían del incumplimiento a una orden judicial y que toda la responsabilidad era del presidente municipal, pero su posterior silencio los delata como presuntos cómplices.
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Varios aspirantes a presidentes municipales de todos los partidos, nerviosos por conocer su posicionamiento ante la opinión ciudadana contrataron a empresas encuestadoras. Desafortunadamente en esta ocasión aparecieron personajes como Juan Carlos Hernández Mérida, Juan Carlos Miranda Malváez y Peter Qwillin, quienes ofrecieron los servicios del Gabinete de Comunicación Estratégica, empresa muy seria y profesional dirigida por Liébano Sáenz y Federico Berrueta.
Los personajes mencionados vendieron hasta en cien mil pesos sus productos y lo que entregaron fue un fiasco, muy al contrario de lo que ofrece la empresa, porque para empezar a los interesados no les dieron recibos membretados; sus resultados los entregaron apenas tres días después de firmado el contrato y, casualmente, el contratante siempre aparecía en primer lugar con mucha ventaja sobre los demás. Es muy probable que este penoso asunto se ventile en los juzgados.
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