Sin lugar a dudas, el “líder” nacional del Partido Revolucionario Institucional, demostró a carta cabal que lo suyo es la traición, que no tiene principios morales ni dignidad, debido a que demostró que no cuenta con ellos, hizo lo que le dictaron, salvó su “pellejo” para no ser desaforado y encarcelado, por los incondicionales legisladores morenistas y sus rémoras del PT y PVEM, que cumplirían por enésima vez las instrucciones del jefe de los tres Poderes de la Unión: Andrés Manuel López Obrador.
Moreno Cárdenas, fue exhibido públicamente hace quince días por los medios de comunicación en plena sesión y en su curul, al acercarse el mensajero de Amlo, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien lo sujetó del cuello y en el oído le dio indicaciones del tabasqueño para que su bancada, la priista, presentara iniciativa para que el Ejército siguiera patrullando las calles hasta el 2028 y sin chistar, el traidor de “Alito” se encomendó a cumplir la orden del tabasqueño, su nuevo jefe y renaciera lo que tenían escondido Amlo y Moreno Cárdenas: el resurgimiento del PRIMOR, aunque lo nieguen los tricolores.
La traición de Moreno a él y a la alianza opositora conformada por el PRI-PAN-PRD que buscaba acabar con la pesadilla del gobierno fallido que mal encabeza el mandatario Andrés Manuel López Obrador se esfumó, pues los líderes Marko Cortés y Jesús Zambrano, de los blanquiazules y del sol azteca, respectivamente dijeron que no continuaba la Coalición Vamos por México por el simple hecho de perderle la confianza al diputado tricolor.
Así fue como el día cinco del mes en curso, se presentó la Iniciativa López -digo-, la que presentó la diputada tricolor Yolanda de la Torre Valdez ante la cara de incredulidad, sorpresa, indignación y malestar del bloque opositor, PAN-PRD y MC, simplemente obedecía las órdenes de su coordinador Alejandro Moreno, (que es su apellido) pero que es más morenista, que el propio fundador de dicho partido López Obrador; que sigue siendo priista, debido a que en una conferencia mañanera le salió lo tricolor hasta el tuétano, ya que el propio López, declaró a los cuatro vientos que seguía siendo priista. ¿Qué tal eh?
La iniciativa de Ley presentada fue al pleno el pasado miércoles 14 para extender del 2024 al 2028 que las Fuerzas Armadas permanezcan patrullando en las calles de la república mexicana, para continuar con la “sabia estrategia” del tabasqueño contra el crimen organizado: “abrazos y no balazos”, misma que fue aprobada por los morenistas, sus rémoras del PT y PVEM y también por los diputados priistas a quienes se les olvidaron todas las ofensas, ataques y las declaraciones durante 46 meses en contra del inquilino de Palacio.
Y todo por salvarle el pellejo al exgobernador de Campeche, que dejó una estela de corrupción y enriquecimiento ilícito, de abuso de poder, de mentiroso, de déspota, de prepotente, de lavado de dinero, de peculado, uso indebido de facultades, abuso de autoridad, que estuvo investigado y acusado por el fiscal de Campeche Renato Sales Heredia, que igual puede ser priista, perredista o morenista.
La votación del miércoles pasado en el pleno de la Cámara de Diputados fue de 335 sufragios a favor de los diputados morenistas, de petistas, del PVEM y de sus nuevos aliados: ¡Tarán! Los priistas, contra 152 de los panistas, perredistas y de Movimiento Ciudadano.
Por lo que fue modificado el artículo Quinto Transitorio Constitucional para ampliar de 5 a 9 años la permanencia del Ejército en las calles de todo nuestro vapuleado país.
La podredumbre existente en el actual régimen sigue tomando forma, gracias a la votación de 64 diputados federales priistas, que mal dirige el traidor y nuevo -morenista- Alejandro Moreno Cárdenas.
Así fue como López Obrador dobló a Alejandro Moreno, como Donald Trump hizo lo mismo con Amlo hace un par de años. Recordemos que el propio tabasqueño ha dicho que “Alito” no es santo de su devoción, pero ahora con traiciones, amenazas y “acuerdos” se olvidan los odios.
Recordemos que en 45 meses el PRI en manos de Cárdenas Moreno ha ido desapareciendo al obsequiar por traiciones 18 gubernaturas a Morena; también se diluyó en las Cámaras de Diputados y de Senadores, debido a que tienen escasamente una representación del 10% de legisladores en ambas.
A los tricolores, de igual manera les fue mal en las elecciones de junio pasado, en Aguascalientes obtuvieron el 7%; el 4% en Tamaulipas y el 3% en Quintana Roo, en conjunto con la Coalición Vamos por México. También su militancia ha menguado en 80%.
Respecto a Morena, en la elección de 2021 recicló como candidatos a priistas y morenistas en ¡92 por ciento! ¿Esto es un partido de izquierda? Mentiras y solamente mentiras de Amlo y su títere “líder” de este partido, Mario Delgado, quien también traicionó a su exjefe Marcelo Ebrard.
Son varios expriistas -que en su momento- fueron de “hueso colorado” que forman parte del equipo de López Obrador, Manuel Bartlett Díaz, Director de la Comisión Federal de Electricidad, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, Adán Augusto López, exgobernador de Tabasco y actual Secretario de Gobernación, Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana y gobernador de Sonora, Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
De igual manera, en la actualidad, ocho gobernadores morenistas, primero pertenecieron al PRI: Miguel Barbosa, de Puebla; David Monreal Ávila,(hermano de Ricardo), de Zacatecas; Américo Villarreal Anaya, de Tamaulipas, (su padre también lo fue por el PRI), Julio Menchaca, de Hidalgo, Miguel Ángel Navarro, de Nayarit; Alfonso Durazo de Sonora; y Lorena Cuéllar, de Tlaxcala.
Así como tres de sus corcholatas para la presidencia de la república también fueron priistas. Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal.
Más clara ni el agua, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), recicla a exmilitantes de todos los partidos, una auténtica mezcolanza, es una auténtica réplica del Partido Revolucionario Institucional, (PRI); por eso hoy ya es el PRIMOR, oficializado, con la votación del pasado miércoles en la Cámara de Diputados, lograron su objetivo: unirse perversamente.
Todavía hace un mes, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, se sentía y se decía acérrimo opositor de López Obrador, declaraba con furia: “a mí no me van a doblar, vamos a defender a este país porque no vamos a permitir que se instaure una dictadura en México, así sea con la vida misma”. ¿Y qué cree -apreciable lector-? ¡Can, can, can, can, can! Mintió el campechano una vez más, lo que sí debemos reconocerle, es su gran actuación,
A Alejandro Moreno, lo doblaron desde Palacio, gracias a las amenazas y perversidad del tabasqueño, pero para no ser desaforado y no pisar la cárcel, además de gozar de impunidad e inmunidad, el campechano “acribilló” a su propio partido, al que traicionó y por supuesto, se traicionó él mismo.
Hasta hoy ningún militante, o exsecretario de estado o legislador le ha exigido su renuncia que es necesaria para que tenga un ápice de credibilidad ante la ciudadanía, también por sentido común o por dignidad, que no la tiene.
Moreno Cárdenas negoció con Amlo su impunidad a cambio de destrozar la alianza Va Por México, conformada por PRI-PAN-PRD, que buscaba sacar al inquilino de Palacio Nacional, pero a base de chantajes, de sometimientos, de traiciones, López Obrador, logró su objetivo. De todos modos, la oposición deberá reaccionar, reestructurarse y salir adelante.
A López Obrador le cambió el rostro y el semblante, ahora ya no son “traidores” los priistas, porque “vieron el beneficio del pueblo” (¿?), seguramente también le aprobarán la Iniciativa del nuevo INE para seguir tejiendo su dictadura que desea consumar a cualquier precio por la ambición desmedida que tiene por el poder el tabasqueño. El gobierno fallido con sus resultados negativos, están a la vista de los más de 126 millones de mexicanos.
En el PRI hay un caos abismal de liderazgo, de rumbo fijo, que se agudiza día a día y que no hay quien quiera rescatarlo. Se encuentran a pocos meses de convertirse en un partido bisagra y con peligro de extinción, de desaparecer, en caso de no aplicarse, de ser derrotado en los comicios de 2023, perderán las dos únicas gubernaturas que le quedan: Estado de México y Coahuila.
Mientras tanto a López Obrador es importante recordarle el artículo 116 de nuestra Carta Magna, que ha violado permanentemente y que dice a la letra: “El Poder Público de los Estados se dividirá, para su ejercicio en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y no podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un solo individuo”.
Lo anterior, por la intromisión y sometimiento que ha tenido el inquilino de Palacio con los Poderes Legislativo y Judicial a los que sobaja y maneja a su arbitrio. Y todavía tiene el cinismo de hablar de democracia y respeto, cuando nunca lo ha tenido para nadie.