La fría mañana de un domingo, los vecinos del domicilio ubicado en la calle 20, esquina con el Circuito 45, del Sector 45, en la Unidad Habitacional “Los Héroes”, de Tecámac, dieron parte a la policía del hallazgo de dos cadáveres. Eran Jessica Ortiz, de 45 años, y Anabel Morales Ortiz, de 24, madre e hija.
A la fecha estos asesinatos, clasificados como feminicidios, no han sido aclarados y se suman a otros 93 que se han cometido hasta agosto en el Estado de México, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cifras que colocan al Estado de México en un nada honroso primer lugar, en cuanto al número de sucesos de este tipo cometidos en su suelo.
En la estadística le siguen Nuevo León, con 70 casos; Veracruz, con 51, Ciudad de México, con 46, y Oaxaca, con 31, que forman el Top-5 de feminicidios registrados en el país.
Sin embargo, en la estadística que muestra el número de casos de este tipo por cada cien mil habitantes, el Estado de México, ya no ocupa el primer lugar, sino Nuevo León, con 2.43, le siguen Morelos, Campeche, Chihuahua, Oaxaca, Zacatecas, Durango Veracruz, Coahuila y, hasta el noveno lugar, se encuentra la entidad mexiquense, con 1.02 casos por cada cien mil habitantes. Esta medición tendría que ser la efectiva siempre.
Valle de Chalco se ubica en la escena nacional, como el municipio número 4 con el mayor número de feminicidios cometidos en su territorio, con nueve; en quinto lugar aparece Ecatepec de Morelos, con ocho. El primer lugar sigue ocupado por Ciudad Juárez, Chihuahua, con 12; Guadalupe y Juárez, de Nuevo León, con 11 y 10, son segundo y tercer lugar en el listado.
Es importante recordar que, desde 2015, once municipios del Estado de México: Chimalhuacán, Chalco, Cuautitlán, Ecatepec, Ixtapaluca, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco cuentan con alerta de género. El objetivo fue mapear los territorios del estado con las tasas de delitos más elevadas contra las mujeres, especialmente de feminicidios.
Estas demarcaciones concentran 50 por ciento de todas las desapariciones de mujeres y 45 por ciento de feminicidios registrados durante el presente año.
En este año, según el presupuesto aprobado por el Poder Legislativo los once municipios mexiquenses con Alerta por Feminicidio y los siete con Alerta por Desaparición de Mujeres ejercerán 80 millones de pesos, lo que representa 20 millones menos que el año pasado.
Con respecto a las lesiones dolosas y culposas en contra de las mujeres del Estado de México, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública detalló que hubo 7 mil 945 presuntas víctimas de lesiones dolosas y 2 mil 334 presuntas víctimas de lesiones culposas en el primer semestre del año.
En ese mismo periodo hubo 3 mil 569 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia familiar.
Todo esto nos deja algunas preguntas: ¿a qué se debe que los números relacionados con este delito no disminuyan y, por el contrario, cada año aumenten?, ¿es un problema relacionado con la educación?, ¿guarda relación con la falta de valores y principios?, ¿influye la televisión, la repetición de patrones que muestran algunas series?, ¿qué hacer, como sociedad, para que no vuelvan a ocurrir?
Son indispensables las medidas que ya se están tomando de prevención, como la estrategia educativa de equidad de género, con la que desde la infancia habrá conciencia que los estereotipos son generadores de violencia. De igual manera, es fundamental que no se reduzca el presupuesto, por el contrario aumentarlo.
En tema de legislación, sin duda, el Estado de México está a la vanguardia y sanciona a agresores, pero ese es tema de otra columna.
