Lo que se sospechaba en los trascendidos y filtraciones se confirmó con el hackeo de Guacamaya. El presidente está enfermo más de lo que se pensaba. Él lo admitió. En el ejército hay militares coludidos con el crimen organizado y cuenta con una empresa de venta de armamento y más. Se da cuenta, de todo con precisión: además, sobre los integrantes de los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo, así como de sus cabilderos, asesores e intereses.
De los grupos del crimen organizado, sus vínculos con el poder, capos, lugartenientes, familias, territorios de origen, ubicación de los laboratorios, cobertura y trasiego, así como lo que ocurre y pudiera pasar con la intervención militar. Y de acuerdo a la encuesta de Consulta Mitofsky, a pesar de esta información, el 62 por ciento de la población está de acuerdo con que el ejército se mantenga en las calles, apoya la creación y desempeño de la Guardia Nacional y el 48.8 por ciento considera que el crimen organizado va ganándole la batalla al gobierno.
Se sabe de los periodistas, de sus familias, de sus fuentes, de los medios de comunicación para los que trabajan, del estado de las concesiones de radio y televisión, de sus comentaristas, de los influencers de las redes sociales y su número de seguidores, qué cantidad de papel reciben los medios impresos, de sus articulistas, editorialistas, columnistas y sus vínculos. Les han seguido también la pista a intelectuales y científicos, así como a las organizaciones civiles. Y sobre las marchas y quienes están atrás de ellas, también lo saben, mejor que nadie.
Los migrantes merecen un capítulo aparte: quién y quiénes están tras la trata, cuánto representa este negocio, quién protege a los traficantes de seres humanos. El ejército ordenó toda esta tarea de inteligencia, pero los hackeados fueron ellos.
Mientras todo esto se revela nadie se horroriza con la publicación del libro “El Señor de Ca$h” ni con las relaciones de Guacamaya que nos hablan de la descomposición y deconstrucción del sistema de instituciones. Se advierte que quien gobierna al país va por un modelo político nostálgico fracasado en el siglo XX ¿Ese es el plan para México, incluido el maximato señor Presidente?