La desgracia vino de arriba

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Publicado en Opinión

La desgracia vino de arriba

Miércoles, 19 Octubre 2022 00:30 Escrito por 
Margarita Jiménez Margarita Jiménez La Hidra Digital

El cineasta Jorge Luis González Reyes filmaba la segunda parte de un documental sobre la afición del equipo de fútbol Toluca en el estadio Nemesio Diez, la Bombonera, con una capacidad para 30 mil aficionados. Como en una película de ficción un “escalador de graderías”, de entre miles de asistentes cayó, desde siete metros, precisamente sobre el frágil cuerpo de Jorge. El joven director de veintiocho años recibió el golpe brutal del acróbata frente al público y la policía.

El golpe recibido mandó a la víctima al hospital. Está seriamente lastimado. Salvó milagrosamente la vida gracias a la pronta y profesional atención médica recibida y al impedimento de un médico presente en el estadio, en el sentido que no lo movieran.

Las ambulancias que están en la puerta, de manera irresponsable, tardaron quince minutos en entrar, lo llevaron finalmente al hospital donde lo atienden los mejores médicos que hacen todo lo posible por su paciente. Las lesiones consisten en esternón, vértebra, costilla, tibia y peroné fracturados, así como cerebro, pulmones e hígado inflamados.

El culpable quizá esté detenido –aunque lo dudo-. El equipo Toluca y la empresa responsable del estadio deberían estar sujetas a demanda. Se contaba con policías que vigilaban que no ocurrieran alteraciones del orden en el estadio, sin embargo, no hicieron nada por detener al escalador infractor.

Pocos de los asistentes advirtieron lo que pasaba, seguían gritando y disfrutando que su equipo iba ganando. Sólo sus compañeros y el médico que impidió que lo movieran estaban al tanto de lo que ocurría ¿Qué clase de sociedad es ésta que no se mueve frente a una tragedia? ¿En dónde está la autoridad?

Jorge Luis, salvó la vida, pero tendrá una recuperación lenta, dolorosa, difícil, apoyado por sus médicos y la amorosa dedicación de sus padres, cuyas vidas como la de él ya cambiaron.

En un país civilizado, con o sin demanda de por medio, los responsables indemnizarían a los afectados. Acá hay que litigar. Jorge Luis seguirá en el hospital un tiempo y después con la rehabilitación. Los dueños del equipo y las autoridades, impunes.

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Margarita Jiménez

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