Con profunda solidaridad, admiración y respeto, esta columna va dedicada a quienes llevaron la batalla hasta el final y que aún sin haberla ganado, su ejemplo de amor a la vida, es la esencia de una voz que debe retumbar a las instituciones mexicanas de salud pública.
Por iniciativa de la OMS cada 19 de octubre conmemoramos el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, enfermedad que es la primera causa de muerte entre las mujeres, pues cobra la vida de 12 hijas, hermanas, madres y amigas mexicanas diariamente. El objetivo de este día, es crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos, buscando sensibilizar sobre la importancia de realizarse regularmente un examen de mamas, con la finalidad de detectar cualquier signo o anomalía.
Por darles un ejemplo, aunque la incidencia de este padecimiento en México, es igual a la de Estados Unidos, la mortalidad entre las mexicanas es del doble, porque allá el 80% de las pacientes se diagnostican en la primera etapa de desarrollo, en México en la tercera o cuarta, los expertos insisten en que existe el 90% de probabilidad de recuperación si es diagnosticado y tratado en etapas tempranas, de ahí la trascendencia de contar con los recursos necesarios para garantizar diagnósticos oportunos, atención y tratamientos de calidad, así como, poner un alto a los recortes presupuestales que han costado la vida de nuestras hermanas.
No podemos ser indiferentes ante esta terrible e innegable realidad, hoy nuestras guerreras enfrentan una doble batalla por un lado la enfermedad y por otro, la incertidumbre de ya no contar con el apoyo de instituciones como FUCAM que atendía a más de 4,500 mujeres, el recorte presupuestal al Programa de Salud Materna, Sexual y Reproductiva, lo que implicó una reducción importante a la atención del cáncer de mama, la afectación a más de 180 Asociaciones de la Sociedad Civil que tienen su motivación en la posibilidad de ayudar a las mujeres.
¿Dónde está la congruencia entre iluminar los edificios de rosa? Si no existen la apertura y la conciencia que generen las condiciones para contribuir a salvar la vida de nuestras hermanas. Como la aprobación del dictamen pendiente en la Cámara de Diputados, para la creación del “Consejo Solidario para Mujeres con Cáncer”, el cual tiene la finalidad de dar voz a las mujeres que padecen cáncer de mama, compartiendo información médica, técnica, científica y práctica, respecto al comportamiento de este padecimiento en nuestro país, así como prevenir las propuestas de recortes presupuestales en programas de atención y tratamiento del cáncer de mama, no tiene impacto en el presupuesto y es únicamente cuestión de voluntad, organización y coordinación.
Los invito respetuosamente a la reflexión, unamos los esfuerzos necesarios para exigir que en el presupuesto se vea reflejada la realidad a la que se enfrentan quienes luchan contra el cáncer. Pongamos freno a ese retroceso humanitario que estamos viviendo en nuestro país. Con empatía y responsabilidad hagamos nuestra la batalla de miles de mujeres, en conciencia de que a todos nos puede pasar.
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