Estamos a pocos meses de concluir una administración en cuya agenda las niñas y niños no son prioridad, varias fueron las lamentables decisiones como la eliminación de las Estancias Infantiles, las Escuelas de Tiempo Completo, el debilitamiento del SIPINNA, el cierre de los comedores comunitarios, entre muchas otras, marcaron desde el inicio de este gobierno la agenda de un gobierno sin rostro de niñez.
En México viven casi 38 millones de niñas y niños, de los cuales el 48%, prácticamente la mitad del total se encuentran en situación de pobreza multidimensional, la cual incluye la vulneración de derechos fundamentales como acceso a la educación y la salud, en los grupos más vulnerables se encuentra el de la primera infancia, etapa fundamental en el desarrollo de los seres humanos del futuro, las carencias en este lapso de vida, se traducen en riesgosas consecuencias a largo plazo mermando las oportunidades a las que puedan acceder en su crecimiento, es alarmante y de la más alta prioridad dar atención y generar las políticas públicas necesarias para todas esas niñas, niños y adolescentes que actualmente viven en las mayores condiciones de pobreza y vulnerabilidad, aunado a esto, según datos de la OCDE, 67% de la niñez mexicana sufre algún tipo de violencia, a diario 3.6 niñas, niños y adolescentes mueren por esta causa. De acuerdo con REDIM, en México cada día se reporta la desaparición de 14 niñas, niños o adolescentes, una cifra aterradora demuestra que más de 12 mil han muerto durante este sexenio.
2.3 millones de menores son adictos a droga y alcohol, mientras que entre 30 y 35 mil menores de edad son reclutados de manera forzada por el crimen organizado. Ocupamos el deshonroso primer lugar en abuso sexual infantil. De un universo de terror de 16,700 cuentas de pornografía infantil: 12,300 son mexicanas, lo que nos ubica en el primer lugar mundial en producción y consumo de esta aberración.
En materia educativa la reciente evaluación de PISA, arroja que nuestro país ha tenido una preocupante caída en la calidad de su sistema educativo, retrocediendo a niveles comparables a los de hace dos décadas. Estas son solo algunas de las estadísticas que colocan a la niñez mexicana en un alto grado de vulnerabilidad, los expertos han alertado de la importancia de invertir en la niñez, como la herramienta más eficiente para reducir la criminalidad, fortalecer la economía y con ello construir una mejor sociedad, mejorar la calidad de vida de la infancia no es un lujo, es de la más alta prioridad para el país entero.
Como lo manifiesta UNICEF, es fundamental que la siguiente administración dé prioridad a las políticas, programas y presupuestos que pongan en el centro las necesidades y el interés superior de la niñez para lograr un México mucho más próspero, justo, incluyente y equitativo, donde ellas y ellos puedan cumplir todos sus sueños.
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