Como era de esperarse, los grupos parlamentarios de oposición en la Cámara de Diputados, integrados por el PRI, PAN, PRD Y MC, confirmaron que la reforma electoral del mandatario Andrés Manuel López Obrador no será aprobada por ningún motivo mañana martes que será subida a tribuna, ni en lo que resta del sexenio pese a la trapacería que llevan a cabo los morenistas y sus rémoras aliados del PT y PVEM.
La decisión fue tomada gracias a presión ejercida en la marcha que llevamos cabo más de dos millones de mexicanos (sin un solo acarreado), el pasado 13 de noviembre en 54 municipios de nuestro vapuleado país y en ciudades de Estados Unidos y de Europa, que hizo cimbrar los muros de la Cámara de Diputados para que fuera rechazada rotundamente por la oposición. Es una reforma electoral retrógrada.
López Obrador, sigue insistiendo a base de mentiras e insultos (todos los días en sus nefastas y millonarias conferencias mañaneras), que “mis adversarios”, léase, la ciudadanía que no compartimos ni un ápice de su nefasto régimen, que no estamos a favor de la democracia en México, cuando la realidad es dinamitarla para apoderarse vitaliciamente, él, Morena y su pésimo gobierno de los futuros comicios electorales, a la vieja usanza priista.
El inquilino de Palacio, con más de 80 mil mentiras vertidas desde su atril, ha afirmado que nos oponemos a que el Instituto Nacional Electoral, sea cambiado para mejorarlo con otro llamado Instituto Nacional Electoral y de Encuestas, reducir de 11 a 7 el número de consejeros, que serían elegidos y votados por “el pueblo”, otro engaño del macuspano; al igual que la desaparición de los 200 diputados plurinominales y dejar la Cámara únicamente con 300 y que tampoco serían electos por la vía uninominal, es decir, que lleven a cabo campaña como se ha hecho hasta hoy a lo largo y ancho de las 32 entidades, en igual número de distritos electorales en que está dividida la república mexicana.
Estos 300 diputados serían votados a través de listas de los distintos partidos políticos, integradas por los amigos de los líderes y dueños de estos, lo que destrozaría la de por sí, incipiente democracia mexicana.
Es una ofensa absoluta para la inteligencia mexicana que AMLO, maneje sus acostumbrados “otros datos”, al afirmar que sus “adversarios” o sea los que no estamos de acuerdo con su forma de gobernar, nos opongamos a un mejor sistema electoral, cuando lo que busca es consolidar su dictadura para eternizarse en el poder.
López Obrador, (hasta que le dijeron sus asesores), sabe perfectamente que su incipiente “Plan B” no pasará ante el pleno, pues consiste en modificar las leyes secundarias, debido a que en primera instancia debería reformarse el artículo 41 de nuestra Carta Magna y esta modificación no se llevará a cabo en lo que resta de su sexenio.
Para que su reforma sea aprobada requiere de 334 sufragios de 500 que tiene la Cámara de Diputados y que no le alcanzarán para dinamitar la democracia mexicana con su ventajosa y mentirosa reforma electoral.
El martes pasado, sus mismas rémoras, (petistas y verde ecologistas), su opusieron y aplazaron la votación por la drástica reducción del financiamiento y de la disminución de los diputados. Sus reclamos no se hicieron esperar al señalar que los morenistas se negaron a escuchar sus planteamientos por lo que los incondicionales del tabasqueño se vieron obligados a posponer la votación para mañana martes. ¿Qué tal?
Es preciso mencionar que la reducción del financiamiento y la eliminación de los legisladores plurinominales, los golpearía brutalmente debido a que se pondría en riesgo su permanencia en la vida política nacional.
Recordemos que si algún partido ha sido beneficiado con el financiamiento público otorgado por el INE es precisamente el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el monto total otorgado a los partidos durante este 2022 ascendió a un total de 5 mil 821 millones 851 mil 704 pesos. El partido del inquilino de Palacio se llevó el 30.6 por ciento del total de lo presupuestado con un total de ¡mil 783 millones 621 mil 930 pesos, por haber obtenido la mayor votación durante los comicios electorales intermedios celebrados en 2021. El Partido Acción Nacional (PAN), fue el segundo mejor posicionado con el 18.4%; el Partido Revolucionario Institucional (PRI), debajo con 18.1%; Movimiento Ciudadano (MC), con 9.8%; el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), con 8.6%; el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el 7.2% y el Partido del Trabajo (PT), con 6.9%.
Para el 2023, (que ya se asoma), al INE aprobó repartir entre todos los partidos 6 mil 233 millones 510 mil 789 pesos; una vez más Morena será el más beneficiado con mil 783 millones 562 mil 623 pesos; el PAN recibirá obtendrá mil 101 millones 341 mil 954 pesos; el PRI recibirá mil 79 millones 140 mil 147 pesos; MC 580 millones 460 mil 239 pesos; el PVEM 507 millones 553 mil 646 pesos; mientras que el PRD 424 millones 365 mil 580 pesos; y el PT 405 millones 592 mil 295 pesos.
Por su parte, fiel a su incondicionalidad con su jefe y superior, Ignacio Mier, coordinador de los diputados morenistas, se atrevió a asegurar que por “prudencia” el dictamen de reforma se votaría hasta el martes 6 o sea mañana, -según- un acuerdo con sus aliados, los verdes y petistas. Aseveración que no es cierta, debido a que coordinador de los sumisos verdes, Carlos Puente y el otrora nefasto petista de Gerardo Fernández Noroña, se encargaron de desmentir a “Pinocho” Ignacio Mier, porque el mentado “Plan B” de López, aún no está listo. ¡Ver para creer!
Legisladores del acomodaticio y ventajoso Partido Verde, propusieron que se transfieran votos entre los partidos aliados a través de una coalición y reducir el financiamiento entre institutos políticos, pero que no desaparezca para las actividades ordinarias. ¿Qué tal eh?
Así pues, López Obrador, recibirá un segundo revés, el primero fue la Reforma Energética que le votaron en contra los partidos de oposición hace cuatro meses y ahora su reforma electoral que no pasará, por el simple hecho del retroceso democrático que tendríamos los mexicanos, porque el partido en el poder, se encargaría de manipular todos los comicios electorales, pues están viendo los morenistas de qué forma se aprueba (sin modificar la Constitución) que el padrón electoral sea manejado y manipulado por la secretaría de Gobernación, entre otras trampas que pretenden aprobar inconstitucionalmente los incondicionales diputados del tabasqueño.
Lamentablemente, el gobierno del tabasqueño se ha manejado sistemáticamente bajo el oscurantismo, la desmedida corrupción que tanto prometió erradicar, sigue al alza, sus obras magnas que son elefantes blancos, como el AIFA que opera al 10 por ciento de su capacidad y que no ostenta la calificación internacional para ser un aeropuerto de reconocimiento mundial; la Refinería Dos Bocas ubicada en Paraíso, Tabasco, que no refina ni un litro de diésel o gasolina ni lo realizará en lo que resta del sexenio; únicamente se han dilapidado centenas de millones de pesos. Siete de cada diez obras son por asignación directa; cero transparencia en el manejo de los recursos; al Ejército le ha dado un poder descomunal e inconstitucional; una administración basada y edificada en el chantaje y la mentira; con sus “otros datos” que siempre argumenta Amlo; el millón de muertos por covid-19; los 140 mil muertos a manos del crimen organizado en todas sus modalidades y que sigue avanzando y apoderándose de más municipios en toda la república mexicana; los más de 100 mil desaparecidos; el nulo crecimiento económico; la pérdida de millones de empleos que no se recuperaron por la pandemia; la inflación más elevada 9% que no teníamos desde hace 22 años; los mil 600 niños muertos de cáncer que no tuvieron acceso a los medicamentos por la falta de abasto oportuno; y una larga lista interminable de asignaturas pendientes con los más de 126 millones de mexicanos de parte de esta administración que resultó peor que las anteriores. Indignante y vergonzoso.
Despedazado y al postre aniquilado