Es indignante y vergonzoso para los más de 126 millones de mexicanos seguir comprobando que a lo largo de esta pesadilla que ya cumplió cuatro años, el gobierno de la autollamada cuarta transformación muy mal encabezada por el mandatario Andrés Manuel López Obrador, siga violando flagrante y permanentemente nuestra Carta Magna, con el aval y complacencia de la Cámara de Diputados de la que tiene mayoría, (un Poder Legislativo) vergonzosamente sometido.
Esta es la segunda Legislatura durante el sexenio del macuspano manipula a su antojo, a base de amenazas, consignas y chantajes, para que le aprueben todas y cada una de las iniciativas que le son enviadas, sin quitarle coma alguna a través de sus diputados morenistas, además de sus rémoras del Partido del Trabajo y del camaleónico Partido Verde Ecologista de México, que está de hinojos ante el tabasqueño.
Es increíble el rencor, el odio, el resentimiento que tiene Amlo para decenas de millones de mexicanos, pus el mismo martes pasado que los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PRD y MC le rechazaron y le echaron abajo su retrógrada y perversa reforma constitucional electoral con 269 votos a favor por 225 en contra (requería de 334 sufragios de 500 legisladores que integran la Cámara de Diputados.
Pero el mismo martes, -apreciable lector- el rencoroso y lleno de odio, Amlo envió a la Cámara de Diputados su terrorífico Plan B que fue aprobado fast track (sin quitarle ni una coma) por su séquito de incondicionales y sumisos (legisladores de Morena y sus rémoras del PT y PVEM), que por la vía del madruguete y del agandalle, le dieron entrada y se votó a favor, pero que llevó muchos errores y por ende es inconstitucional en varios puntos, y que el mismo López Obrador y Adán Augusto López Hernández, su otrora incondicional secretario de Gobernación, reconocieron el viernes pasado, que efectivamente tenía puntos inconstitucionales. ¿Qué tal?
Amlo buscaba dinamitar nuestra incipiente democracia para desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) y darle paso a su Instituto Nacional de Elecciones y Encuestas, (INEC), afortunadamente no pasará su reforma pero sí alcanzaron sus sometidos diputados a querer acotar la estructura del INE, pero aún falta que el Senado de la República la revise el perverso Plan B.
De entrada el senador y coordinador de Morena Ricardo Monreal Ávila, el sábado pasado aseguró que el Plan B trae diversos errores que serán observados para y devolverlo a San Lázaro para que sean corregidos, porque se encontró más de dos erratas constitucionales en la minuta. Se dijo preocupado ante la posible vulneración del proceso legislativo.
Monreal Ávila expuso que hay diversos errores en el paquete de reformas legislativas en materia electoral que nos enviaron acá (al Senado de le República). “Yo estoy terminando una serie de documentos donde los contengo y donde los expresaré, sobre todo a las comisiones dictaminadoras”, señaló el zacatecano.
En el mentado Plan B aprobado por los morenistas y aliados, se dice que el INE deberá compactarse, al fusionarse varias direcciones y eliminar a otras y fideicomisos, además de reducir sueldos, (porque nadie debe ganar más que el presidente, -según la Constitución, cuando el macuspano, tiene prerrogativas que ningún mexicano posee, como es vivir en un Palacio como rey, no paga un solo centavo de renta, ni de luz, ni de agua, ni en ropa, en calzado, en comidas, en empleados, en boletos de avión y peajes de carreteras, en teléfonos celulares, en gasolina para autos y camionetas a su servicio, en hoteles, en gastos personales que suman centenas de miles de pesos mensuales y que sus seguidores y simpatizantes no quieren ni desean enterarse porque están cegados de la cruda realidad por la que atravesamos con este régimen de cuarta deformación.
Entre los excesos y las “chuladas” que votaron los morenistas, petistas y verde ecologistas, están darle voto a los presos sin sentencia; perdonar los delitos de aspirantes, la propaganda anticipada ya no será sancionada; antes la ley prohibía la promoción personal de funcionarios con fines electorales o los actos anticipados de campaña, ahora tendrán toda la complacencia para sus actividades proselitistas anticipadas.
Simplemente, en lo que va del año, se han presentado 30 denuncias contra los aspirantes morenistas por actos anticipados de campaña y uso indebido de recursos económicos por su constante promoción. Claudia Sheinbaum es una de las sancionadas; pero de aprobarse el Plan B Amlo, podrán hacer los guindas lo que les de su regalada gana.
Otras más son la eliminación de la candidatura por faltas graves; se permitirá a los partidos usar remanentes de financiamiento en elecciones; se modifica el criterio de votación válida emitida para conservar registro (se beneficia a los partidos pequeños) porque se podrán transferir sufragios para no perderlo). Se cambia el proceso del inicio electoral de septiembre a noviembre de 2023, se benefician las corcholatas morenistas. Se fusiona el PREP con escrutinio de voto en tiempo real.
Y más aprobaciones anómalas que los incondicionales morenistas, petistas y verdes, le aprobaron a ojos cerrados a su jefe y superior López Obrador para manipular las elecciones desde Palacio Nacional a su antojo y acabar con la democracia y ser el coordinador de campaña del aspirante que elija desde su púlpito sin que nadie le diga o castigue electoralmente. Se activa la ley de Herodes en todo su esplendor. ¿Qué tal con el Plan B del tabasqueño?, Se confirma el autoritarismo que ha realizado en cuatro años López Obrador y le abren de par en par la puerta para consolidar su dictadura.
Recordemos lo que sucedió el miércoles pasado en Perú con la destitución y captura del remedo de dictador y también flagrante violador de su Constitución, el expresidente Pedro Castillo, a quien el Congreso destituyó por fraguar un autogolpe de Estado a un año cuatro meses de su gestión.
Se atrevió a decretar la disolución de Parlamento y anunciara toque de queda y un gobierno de excepción. Dicho anuncio de Castillo, provocó la renuncia masiva de medio gabinete.
Por cierto Pedro Castillo llamó desde Lima, Perú a Palacio Nacional de México para solicitar asilo político, (por supuesto que lo hizo con Amlo), quien le abrió las puertas de la Embajada de México en dicho país para que lo recibieran, pero Castillo no llegó porque fue detenido antes, lo que molestó a López Obrador, quien asegura que “no a la injerencia” pero ha cuestionado lo ocurrido en Perú y en Argentina. Amlo ha demostrado siempre que no respeta nada ni a nadie.
Y en el país pampero el pasado martes, la expresidente Cristina Fernández fue acusada por actos de corrupción y sentenciada a seis años de cárcel; además la inhabilitaron de por vida para ocupar cargos públicos, siendo vicepresidente de Argentina.
Los actos de corrupción fueron cometidos entre 2007 y 2015, así como durante el mandato de su difunto esposo el expresidente Néstor Kirckner (2003-2007). Por supuesto que Cristina se defendió y dirigiéndose a la nación señaló que se trata de una persecución política, por lo que culpó a la justicia argentina, a la oposición y al expresidente Mauricio Macri. ¿A quién le hemos escuchado repartición de culpas, -apreciable lector? Cualquier semejanza con YSQ es pura fantasía.
Por su parte, López Obrador, lo único que sigue haciendo el tabasqueño es maicear con decenas de miles de millones de pesos a los más de 40 millones de marginados para comprarles sus votos en la elección presidencial de 2024; estamos frente a un retroceso populista de 50 años que llevara a cabo en 1970 Luís Echeverría Álvarez, quien fue un demagogo y pésimo presidente (1970-1976), quien inició las devaluaciones del peso frente al dólar y el endeudamiento de nuestro país.
López Obrador, en cuatro años de su régimen ha solicitado un endeudamiento interno histórico al Congreso de la Unión que asciende en 127%, mientras que en el del frívolo Enrique Peña Nieto fue de 19% y con Felipe Calderón Hinojosa fue del 56.2%.
Es preciso mencionar que con la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para 2023 que está a 20 días de iniciar, López Obrador solicitó un techo de endeudamiento interno de 1 billón 170 mil millones de pesos, lo que representa un crecimiento de 31.1% en comparación con lo aprobado este año. Por supuesto que las promesas falsas del tabasqueño en el sentido de no endeudarse, no las ha cumplido, en 2019, primer año de su régimen fue de 514 mil 500 millones de pesos, cantidad que se ha ido creciendo gradualmente hasta duplicarse.
Respecto al crecimiento económico durante este sexenio de Amlo, terminaremos con menos 4.2%; recordemos que durante años el tabasqueño (como candidato) no se cansó de censurar a los gobiernos neoliberales por crecían dos por ciento anual. Terminará su administración con una décima parte de lo que criticaba acremente.
Por supuesto que será un desastre económico su gestión, pues los pronósticos para los dos siguientes años no son nada positivos, ya que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le da 1.1% de crecimiento; pero derivado del aumento poblacional, este agregado entra con fuerza en terreno negativo de (menos) -4.2%.
Así pues el tabasqueño, quedará en ridículo, a pesar de censurar hasta el cansancio a los gobierno neoliberales que tanto fustigó, los llamó ineptos, saqueadores, corruptos y más calificativos. Lo lamentable, es que ve la paja en el ojo ajeno pero la viga en el propio no, debido a que su régimen nos tiene sumergidos en una grave crisis, el crecimiento imparable del crimen organizado por toda la república mexicana y que ha asesinado a 140 mil ciudadanos; más de 100 mil personas desaparecidas, un millón de muertos por covid-19, además de sus faraónicas obras que no servirán de nada y solamente derrocharon cientos de miles de millones de pesos que se van a ir a la basura.
La corrupción en su administración creció en comparación con la de Enrique Peña Nieto; sus malos resultados se siguen dando mucho de qué hablar y lo mejor es que están a la vista de todos los mexicanos. Por supuesto que no tiene la capacidad ni el equipo para estructurar y realiza proyectos a 25 años.
Respecto al Plan B -según- las falacias de los morenistas tendrá un ahorro de tres mil 605 millones de pesos, porque desaparecerían las salas especializadas y regionales del Tribunal del Poder Federal Electoral para apoderarse de ellas la secretaría de Gobernación y manipularlas a su arbitrio y a su favor.
Recordemos que todavía no está aprobado su perverso y mediocre Plan B, debido a que todavía falta que el Senado lleve a cabo su estudio y análisis a fondo tal y como lo aseguró el coordinador de los morenistas, Ricardo Monreal Ávila, quien declaró y aseguró que no hay prisa para darle el visto bueno o rechazar el Plan B para retornarlo a la Cámara de Diputados, porque deberá discutirse con amplitud y calma.
Esperemos que no se apruebe este Plan B llamado Amlo porque despedazaría la endeble democracia mexicana, porque de hacerlo, por supuesto que será turnada a la Suprema Corte. Por cierto en los próximos días habrá relevo pues la era Arturo Zaldívar Lelo de Larrea termina. Claro está que no deberá quedar un ministro (a) afín al tabasqueño porque los tres poderes (Ejecutivo Legislativo y Judicial) serán manejados y manipulados por el inquilino de Palacio. Violando y pisoteando una vez más, nuestra Carta Magna.
Seguiremos atentos los millones de mexicanos que no estamos de acuerdo en modificar la Ley Electoral, las perversas modificaciones al INE, pues continuaremos protestando para exigir que la democracia siga abriéndose más en nuestro vapuleado país.
