Preguntas básicas de un hecho destacado (usando el esquema clásico de categorías que enseñan en la escuela de periodismo, que se parece mucho a las interrogaciones que hacen los detectives, más al final una pregunta de economista) y respuestas:
¿Qué hizo? Alcanzar nuevamente la cumbre mundial del tenis femenino
¿Quién lo hizo? La veterana tenista danesa Caroline Wozniacki
¿Dónde? En el Abierto de Tenis de Australia de 2018 en Melbourne
¿Cuándo? El pasado 27 de enero, años después de haber sido la número 1 de octubre de 2010 a enero de 2012
¿Por qué? Demostró tener la mejor preparación y la voluntad de triunfo
¿Cómo? Tras ganar el Abierto de Australia y derrocar a la rumana Simona Halep
¿Cuánto ganó? 3 millones 230 mil dólares
Antecedentes
Después de ser número 1 de 2010 a 2012, Wozniacki había bajado hasta el lugar 74 en 2016 y en un segundo aire empezó a recuperarse luego de llegar a semifinales en el Abierto de Estados UndeVs de 2016, hasta alcanzar el segundo lugar mundial a principios de enero de este año.
Con la ausencia por maternidad de la número 1, Serena Wlliams, que reinó de 2013 hasta septiembre de 2016, el hueco lo han tratado de llenar varias tenistas durante 2017: Kerber, hasta mayo; Pliskova, en junio y julio; Muguruza, agosto y septiembre; Halep, desde octubre hasta enero de este año y ahora Wozniacki intentará permanecer en la cima.
Lo cual no será fácil pues Halep le pisa los talones y Serena Williams, que no participó este año en Australia, amenaza con regresar al circuito internacional a partir de marzo y las otras tres que probaron las mieles de estar en la cumbre - así fuera fugazmente - lucharán por la anhelada posición, junto con María Sharapova que está intentando recuperar su sitio entre las primeras diez tenistas mundiales y, con suerte, disputar el liderazgo femenino.
Referencias
Este tema del tenis y del deporte en general es inagotable y muy interesante como reflejo del ser humano. El recién fallecido pensador español Gustavo Bueno, nos ofrece una idea de lo que es el deporte, desde su punto de vista en su “Ensayo de una definición filosófica del Deporte”, Pentalfa, Oviedo 2014.
Y puesto que, según Bueno, el deporte es una actividad humana, institucional, por más que metafóricamente se haya pretendido detectar actividades deportivas en animales, será obligado someter a crítica ideas como el creacionismo versus el evolucionismo, el homo sapiens o el animal político y ello no como simple artificio, sino como auténtica necesidad para poder deslindar la ruptura entre individuos capaces de practicar deporte, entendiendo este como algo distinto de la pura actividad física.
Señala Bueno que el deslinde entre presapiens y sapiens y sus diferentes tipos de conducta, irá relacionado con el control muscular y su confrontación con sus semejantes, que así interpreta Bueno el famoso Conócete a ti mismo, del oráculo de Delfos.
Este Conócete a ti mismo adquiere una carga dialéctica, la resultante de la medición de las fuerzas, que habrá de dominarse en función de las fuerzas que envuelven al individuo asociadas a otros seres. El propio Bueno, parece estar hablando del duelo de tenis que hemos comentado hoy, cuando interpretaba el oráculo de esta forma literal:
«Conoce o mide los límites de tus fuerzas, en relación con las fuerzas de los demás, y sólo entonces redefine tus planes y programas de acción».
Tras consultar al oráculo, eso es lo que hicieron las tenistas finalistas del torneo de Australia y por un margen muy pequeño salió victoriosa de esta lid la campeona Caroline Wozniacki. Honor a la vencida, gloria a la vencedora.
Nota: El destacado Catedrático de Teoría de la Información en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, Felicísimo Valbuena de la Fuente es autor del magistral libro, entre otras obras, de Teoría General de la Información (Noesis, Madrid 1997). En él desarrolla las ideas del filósofo Gustavo Bueno aplicadas a la teoría de la información y señala que tanto las preguntas básicas que conforman esa teoría de la información (Qué, quién, dónde, cuándo, por qué y cómo) y los cuestionamientos que se hacen los investigadores y detectives tienen su origen en las categorías aristotélicas. También resulta interesante el ensayo de la autora de novelas de detectives Dorothy L. Sayers, Aristotle on Fiction, que anticipaba algo de esto cuando lo publicó en 1936, sin embargo, es Gustavo Bueno el que elabora esta filiación deV las categorías de la teoría de la información con las categorías filosóficas de Aristóteles.
(Febrero-2018)