Continúan las campañas y seguramente usted en este momento se ve asediado por la publicidad partidaria. Tal vez se ha involucrado por la invitación de sus amigas/os y vecinas/os a conocer una de las dos propuestas. En el mejor de los casos usted se emocionó con el debate, o al menos se enteró de este primer encuentro. Como sea, espero que usted sea partícipe de este proceso porque elegir autoridades es una de las principales obligaciones de un/a ciudadana/o. Ahora demos continuidad a los comentarios del libro del Dr. Guillermo Velasco “La rebelión de la clase media, el manual para salvar a México”.
En el siguiente tema de su libro, el autor nos señala la importancia de identificar liderazgos y promoverlos. Sin liderazgos no hay avance democrático y vaya que nos hacen falta muchas/os. Estos líderes se hacen a lo largo de los años sean empresariales, académicos, sociales, sindicales, etc. Su formación es un proceso. Hay que salir a buscar la madera para moldear esos prospectos.
¿Cómo podemos formarlas/os?:
- Promover talleres de liderazgo para mujeres, jóvenes y empresarios.
- Identificar los liderazgos naturales de diversos ámbitos.
- Generar reuniones sectoriales, buscar ayudas específicas para generar conciencia, valorar la dignidad de cada persona y ejercer el humanismo solidario.
- Posicionar, en la opinión pública, justamente a esos liderazgos en construcción y enseñarles el camino partidista para que el día de mañana puedan estar en condiciones de competir en un proceso electoral.
- Conectar (a los líderes o lideresas locales) con diversos liderazgos del país, la movilización social debe forzar a abrir la puerta de los partidos políticos.
Ahora revisemos, según el Dr. Velasco, lo relacionado con el mensaje, es decir, la narrativa. Empecemos por recordar que el mensaje que llevó a Andrés Manuel a la presidencia se basaba en la frase “primero los pobres”. Además, ofreció terminar con los corruptos y con los privilegios de la élite malvada. Este mensaje parece ser todavía la base de la popularidad de que hoy goza, a pesar de que haya llenado el escenario público de mentiras y promesas incumplidas, sus fans no quieren darse cuenta de la realidad.
Por otro lado, el Dr. Velasco hace énfasis en la necesidad de construir una narrativa que promueva el despertar ciudadano. Alinear las narrativas y mensajes de la democracia, para contrastar el discurso y mensaje que divide y confronta. Para construir esta narrativa se requiere:
- Proponer la construcción del futuro donde las nuevas generaciones, nuestros hijos, sean lo más importante.
- Impulsar el espíritu creativo e innovador de los jóvenes.
- Considerar a la mujer generadora de riqueza para sacar adelante al país.
- Aprender a vivir sin miedo.
- Exigir que se ponga un alto a la impunidad, corrupción y a las mentiras de los políticos de Morena (y, como lo comentábamos al final de la entrega anterior, sin referirnos a López porque no tiene efecto alguno, todas las críticas se le resbalan).
- Aclarar que la austeridad sea para el gobierno sí, para la gente no (como las quimioterapias de los niños con cáncer, el cuadro básico de vacunas y los medicamentos para el dolor y la salud mental).
El autor nos dice que defender a las instituciones es también imprescindible para la sociedad. En México lo sabemos de sobra. Después de más de cuatro años de un gobierno con firmes tendencias autoritarias, sabemos que el presidente desprecia todo aquello que no pueda controlar, todo aquello que represente la cultura democrática. Desprecia a cualquiera, actor individual o colectivo, que lo cuestione, no apoye su movimiento o simplemente no crea ciegamente en su palabra. También desprecia el saber, la técnica y el conocimiento, así como a las instituciones relacionadas con esto. Puede soltar a delincuentes como “El Chapito”, pero quiere llevar al penal de máxima seguridad a los científicos que no piensan como él. Acusó a la UNAM de ser comparsa del modelo neoliberal, dijo que se había derechizado y que sus académicos están a favor de la privatización de la educación.
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Ante este escenario, en el que todos en algún momento podemos ser acusados de “traición a la patria”, la sociedad necesita ser más proactiva. Participar responsablemente en la escena pública y anticiparse a la estrategia populista:
- Identificar a algún grupo, organización o movimiento que pretenda incidir en las elecciones vinculando iniciativas ciudadanas.
- Vincularse con algún partido político con el ánimo de participar activamente.
- Promover a título personal alguna reunión para abordar temas sobre la realidad que vivimos y promover acciones a nuestro alcance.
- Escribir a los medios de comunicación, a través de los mecanismos que ponen a disposición de sus lectores o por redes sociales, para dar a conocer problemas locales concretos.
- Ubicar a la asociación de colonos o vecinos, delegados o consejos de participación para involucrarlos en nuestros grupos y plantear los problemas trazando soluciones.
- Denunciar desde ahora irregularidades y acciones al margen de la ley que se estén cometiendo, que para ello Morena se pinta solo.
Es mucha la tarea que nos queda por delante, pero estoy seguro que usted, amable lector/a tiene en mente alguna idea propia y sabe que puede encontrar el camino para expresarla y en su caso llevarla a cabo. Eso pretendo con estas líneas, motivarla/o a que se active. Provocar alguna reflexión que le mueva a la acción. Y mientras construimos nuestro frente de batalla, tengamos siempre presente a Tácito: Mientras luchan por separado, son vencidos todos juntos…
*El autor es Maestro en Administración Pública y Política Pública por ITESM y Máster en Comunicación y Marketing Político por la UNIR.