Sin lugar a dudas, la abanderada de la Coalición Vamos por el Estado de México, Alejandra del Moral se consolidó en el segundo enfrentamiento del jueves pasado (porque no fue debate), ante Delfina Gómez Álvarez, representante de Morena, quien no tiene nada que hacer en la política no nada más mexiquense sino de nuestro vapuleado país.
Lamentablemente, el jueves pasado los mexiquenses no pudimos deleitarnos con un debate, porque no lo hubo, fue una presentación de programas de ambas abanderadas, nos tuvimos que conformar con un intercambio de propuestas, esto se debió a que el equipo de campaña de Delfina Gómez Álvarez, le dio miedo que de nueva cuenta fuera exhibida por Alejandra del Moral por su ineficiencia y falta de conocimiento de los problemas que acontecen diariamente en la entidad más poblada de México con 18 millones de habitantes.
Arbitrariamente y ventajosos como son, los morenistas propusieron un formato ad-hoc (sometiendo totalmente al IEEM) para que su incipiente candidata no fuera minimizada por Alejandra del Moral y la bombardeara con cuestionamientos, señalamientos y temas que desconoce Delfina Gómez, quien forma parte de la corrupción de la cuarta transformación y que está comprobada, ya que de 2013 a 2015 cuando fue alcaldesa de Texcoco despojó sin su consentimiento el 10 por ciento de su salario de 472 trabajadores, hechos consumados y que fueron analizados por el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con una multa de 4 millones 500 mil pesos a Morena, quien por cierto cínicamente Gómez Álvarez aseguró en su primer debate que al que habían castigado fue a su partido y no a ella.
Alejandra del Moral, se ha impuesto por segunda ocasión en los dos debates organizados por el sometido IEEM ante Morena. Su crecimiento y posicionamiento en las simpatías de los mexiquenses ha impresionado a propios y extraños, escalando y acortando día a día la distancia que tenía de 20 puntos ante la exalcaldesa.
Bien dicen en el argot del mundo de las Carreras de Caballos: caballo que alcanza gana y eso ha hecho la izcallense durante su campaña, conectar en sus mítines con los ciudadanos, plantearles su proyecto de gobierno, hablarles de lo que acontece en la entidad y que de llegar Morena, sería otra entidad más en destrucción como lo ha logrado y demostrado sin rubor alguno la cuarta deformación.
La abanderada de la Coalición conformada por PRI-PAN-PRD-NA, al término del debate que no lo fue, expresó muy segura que ya había alcanzado a Delfina Gómez en las preferencias electorales por lo que obtendrá el triunfo indiscutiblemente, por lo que cuestionó a la texcocana; ¿Delfina te comprometes a respetar el resultado? Como era de esperarse, la morenista hizo mutis.
Por supuesto que el primero que protestará por la derrota será el inquilino de Palacio Nacional, quien argumentará lo de siempre: “hubo fraude porque yo tengo otros datos”, “nos robaron la elección y desde su púlpito mañanero se irá contra la coalición, contra el IEEM con su acostumbrada retahíla de improperios, difamaciones y calumnias, que nunca ha comprobado ni lo hará.
Realmente quien puede hacer el fraude que ya rumoran, son precisamente los morenistas, porque pueden realizar una elección de Estado, pues cuentan con decenas de miles de millones de pesos para cometer consumar el fraude electoral, el del próximo 4 de junio, eso habla de la desesperación que permea entre los cuatroteros, el nerviosismo y la desesperación crece diariamente y está haciendo presa de ellos, debido a que su candidata Delfina Gómez Álvarez no convence a nadie con su discurso plano, sin argumentos sólidos, sin propuestas que vayan a beneficiar a los mexiquenses, su desconocimiento de las políticas públicas y gobernanza están a la vista de los 18 millones de mexiquenses.
Recordemos que ya han entrado unidades del estado de Hidalgo y de otros estados donde gobierna Morena, a mítines que se celebraron en el transcurso de la semana pasada, traen a centenas de acarreados a los eventos de Delfina Gómez, a los que les dan su lunch.
El día de ayer domingo, no fue la excepción y sin rubor alguno, ingresaron a Naucalpan camiones del Transporte Público de la Ciudad de México, con acarreados para apoyar a la maestra que no es maestra, al evento que se desarrolló en el Parque Benito Juárez.
Todas las prácticas añejas que llevaron a cabo los priistas al acarrear miles personas de distintos estados de la república para apoyar a los candidatos en turno en sus mítines durante décadas, siempre fueron criticados acremente por los izquierdistas, aunque hoy hacen lo mismo y de manera cínica.
López Obrador siempre dice en su monótono discurso repleto de agresiones y ofensas en contra de los anteriores regímenes, que no son iguales, sigue teniendo razón el tabasqueño, no son iguales, son peores.
Por su parte, expresó: “en este proceso electoral hay dos formas abismales de ver la situación y la falta de preparación. Agregó la coaliancista que una representa una propuesta basada en ideología política, en el rencor y la división, de ese lado hay improvisación y falta de preparación”
Prosiguió y aseguró que Morena es el cambio que destruye, debido a que a donde llega, la situación empeora y lo demuestra en los estados donde gobierna: Zacatecas, Colima y Tamaulipas, donde la violencia no cesa.
Mientras que del lado de la coalición PRI-PAN-PRD-Nueva Alianza, “pensamos que la inclusión de todos es la solución, contamos con propuestas informadas y la capacidad para gobernar, lo que hará la diferencia en el día a día”, dijo Alejandra del Moral.
La realidad, es que Delfina Gómez Álvarez, no está ni estará preparada para gobernar el Estado de México ni ninguna otra entidad, no sabe leer, su dicción es pésima, a pesar de ser profesora, no conoce la sintaxis ni la prosodia, repite las mismas palabras y se expresa en los mismos términos que López Obrador, lo que es indignante y vergonzoso, “vamos requetebién” (¿?). De igual manera se expresan muchos simpatizantes del tabasqueño, que adolecen de criterio propio.
En el debate vimos millones de televidentes de toda la república, que Delfina Gómez no sabe ni leer adecuadamente un texto, en todos los que leyó tuvo tropiezos y pifias muy notorias, de ese tamaño es su limitación y así sería para gobernar, su paupérrima retórica y su desastrosa prosodia, están a la vista de todos los mexiquenses y mexicanos.
Todos sabemos que de ganar Morena, (que sería catastrófico para el estado de México y para el país), ya que quien gobernará no será Delfina Gómez Álvarez sino Andrés Manuel López Obrador. La entidad mexiquense es el Estado de las 32 que mayor presupuesto recibe anualmente, para este 2023 le fueron aprobados 356 mil millones de pesos.
La Texcocana fue impuesta para ser candidata por segunda ocasión por su jefe y superior Andrés Manuel López Obrador, pues es “la consentida de su profesor”, dejando sin aspiraciones a su mentor político Higinio Martínez Miranda y a su extesorero en su gestión Horacio Duarte, a quienes (desde Palacio Nacional) les encargaron la coordinación de su campaña.
Tampoco podemos dejar de lado, los 830 millones de pesos que encontró de irregularidades la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que dejó Delfina Gómez Álvarez en poco más de 18 meses como secretaria de Educación Pública, del 16 de febrero de 2021 al 1º de septiembre de 2022, cuando fue designada por Amlo, los ilícitos se derivaron de pagos de sueldos (¡qué casualidad!), prestaciones, categorías no consideradas, trabajadores designados como deceso en nómina, bienes adquiridos no localizados o que no operan, entre otras linduras cometidas por la texcocana y su “flamante” equipo de colaboradores.
La ASF también detectó irregularidades en Centro de Estudios, Bachilleratos, Institutos, Universidades Tecnológicas y Politécnicas, (todas ellas instituciones a cargo de la SEP), siendo el nivel medio superior el más vulnerado con más del 50% de las irregularidades señaladas.
Es increíble que a estas alturas de la vida política de nuestra endeble nación, surjan aprendices de políticos, que sin empatía de nada y pleno desconocimiento de políticas públicas ocupen cargos de importancia y hagan un reverendo desorden de las administraciones públicas en los tres niveles de gobierno.
Estas son parte de las anomalías encontradas en tan solo 18 meses de gestión al frente de la Secretaría de Educación Pública, en donde también desapareció las escuelas de tiempo completo, dejando al garete a tres millones de niños a nivel nacional.
Por lo visto, para Delfina Gómez lo suyo no es la administración pública, pues sigue sin aprender, lo suyo es formar parte de la corrupción, las pruebas fehacientes demostradas las tiene el TEPJF y la ASF y están a la vista de los más de 128 millones de mexicanos.
Respecto a su escaso vocabulario que no es digno para una profesora, tampoco el no conectar el cerebro con la boca bien, que la hace balbucear infinidad de expresiones, no son dignas de una abanderada a la gubernatura, sobre todo, la más importante de México. De ese diminuto tamaño es el desenvolvimiento de Delfina Gómez Álvarez y su inminente caída.
Del Moral demostró una vez más el jueves anterior, que conoce a fondo el Estado de México, que los cargos que ha ostentado le sirvieron para crecer, conocer, desarrollarse y madurar políticamente de los problemas que le aquejan a los habitantes de los 125 municipios para darles soluciones.