La convocatoria del Consejo Nacional de Morena para elegir al o la Coordinadora de la Defensa de la Cuarta Transformación ha generado diversas reacciones y deja ver estrategias de control político. Si bien se presenta como un proceso interno para elegir precandidatura para la presidencial oficial, rumbo a las elecciones de 2024, los lineamientos generan interrogantes sobre la transparencia y la verdadera apertura del proceso.
En primer lugar, llama la atención que la convocatoria mencione específicamente a cuatro aspirantes ya "contemplados oficialmente", dos, miembros del gabinete de Andrés Manuel López Obrador. No hay más: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Adán Augusto López. ¿Acaso la selección de estos aspirantes ya está previamente definida?, ¿Dónde queda la igualdad de oportunidades para otros posibles contendientes?
La invitación a los partidos del Verde y del Trabajo para unirse al proceso es un intento de sumar aliados, pero también como una estrategia para limitar las opciones y fortalecer la posición de Morena. Ya sabemos quiénes serán: Manuel Velasco del Verde y Gerardo Fernández Noroña del PT. Restringir la participación a solo seis personas, reduce la posibilidad de nuevas propuestas y establece una competencia controlada.
Las cinco encuestas que se llevarán a cabo para elegir a quien encabezará la coordinación, no es del todo clara. Si bien menciona que habrá una encuesta general a cargo de la Comisión de Encuestas de Morena, no se especifica quién realizará las otras cuatro "encuestas espejo". ¿Serán independientes? ¿Cómo se garantizará la imparcialidad y la representatividad de los resultados?
Los lineamientos establecen que los aspirantes deben renunciar a sus cargos públicos antes del 16 de junio. Del 19 junio al 27 de agosto la campaña nacional para ganar la encuesta interna. Del 28 de junio al 03 de septiembre empiezan las encuestas internas. El 6 de septiembre se anunciarán los resultados. Llama la atención la prohibición de debates, lo cual limita el intercambio de ideas y propuestas entre los contendientes, lo que puede dificultar una elección informada y basada en argumentos sólidos.
La convocatoria prohíbe los recursos públicos y empresariales en el proceso, evidentemente el dinero sucio, lo cual es positivo en términos de evitar influencias indebidas. Sin embargo, no dicen cómo se financiará el proceso interno y qué garantías habrá para evitar la utilización de recursos privados, o del erario, opacos que puedan favorecer a ciertos aspirantes.
Está prohibidísimo que intervengan en favor de algunos de los aspirantes, los de la siguiente lista, la cual incluye al propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: Titulares del gabinete legal y ampliado de AMLO. Gobernadores. Alcaldes. Presidentes municipales. Colaboradores de primer nivel del Presidente de México. Coordinadores de las bancadas de morena en congreso federal, estatal y partidos aliados. Personas con cargo de dirigencia estatal y nacional en Morena. Si bien se busca evitar un posible favoritismo, también se restringe la participación y el debate a figuras clave en el ámbito político. Algo muy bueno, pero difícil de respetar.
La convocatoria de Morena muestra serias dudas sobre la transparencia y la equidad del proceso interno para elegir Coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación. Si bien se presentan como lineamientos claros, su aplicación y restricciones podrían generar problemas serios entre los contrincantes.
