En semanas recientes ha entrado un nuevo tema al debate mediático, político y social derivado de la sorpresiva competitividad y el reciente triunfo de Javier Milei como Presidente Electo de Argentina, quien se ha identificado como “libertario”.
He escuchado una gran cantidad de ideas y planteamientos sumamente alejados de lo que en realidad representa el pensamiento libertario e incluso la pretensión de algunos de identificar a personajes de la política mexicana con esa ideología.
Me gustaría partir de la premisa de que en México no existe ninguna corriente política formal identificada con ese pensamiento, ya que los propios partidos políticos se autoidentifican de la siguiente manera:
- El PAN = demócrata cristiano-humanista;
- PRI, PRD y Movimiento Ciudadano = socialdemócratas;
- Morena = izquierda nacionalista;
- PT = izquierda;
- PVEM = ecologista.
Es importante reiterar que es la ideología en la que dichos partidos se autoidentifican, lo que no implica necesariamente que su actuar se ajuste a ello.
El pensamiento libertario tiene su origen remoto en las ideas de John Locke que postuló que las personas tienen algunos derechos naturales: vida, propiedad y libertad, los cuales preceden a las instituciones políticas y no pueden ser modificados por ellas, contrario al positivismo, que postuló que los derechos los otorgaba o reconocía el Estado.
El pensamiento liberal, que no es lo mismo que el libertario, justificó la existencia del Estado para proteger los derechos naturales de los individuos que viven en su territorio.
El liberalismo fue cambiando para responder a las críticas del marxismo, sobre la afectación a los derechos sociales en el capitalismo, por lo que se adaptó y respondió con algunas políticas socialistas como los derechos sociales y la propiedad colectiva de los medios de producción, otorgando el carácter de absolutos a los derechos naturales postulados por John Locke.
Friedrich von Hayek argumentó en favor de la importancia de los principios liberales clásicos y de la limitación del poder estatal para garantizar la libertad individual y el desarrollo de una sociedad próspera. Sostuvo que los principios liberales como la propiedad privada, el Estado de derecho y la libertad individual, son fundamentales para el funcionamiento de una sociedad justa y libre. Que la intervención excesiva del Estado en la economía y en la vida de las personas limita la libertad y su capacidad para tomar decisiones y desarrollar sus propios proyectos de vida. Por ello, consideró que el Estado debe tener un papel limitado y estar sujeto a reglas claras y predecibles, evitando la planificación centralizada y la intervención estatal en la economía al conducir a la imposición de restricciones a la libertad individual y a la destrucción de la prosperidad.
Hayek afirmó que la propiedad privada, el Estado de derecho y la libertad económica son medios para promover la libertad individual y el progreso humano.
El pensamiento libertario, como toda corriente de pensamiento, no cuenta con visiones unánimes, sin embargo, sus defensores coinciden en que la libertad es un derecho natural que no admite restricciones, por lo que se defiende al individuo frente a la autoridad, la libertad de crear empresas, de asociarse, de comerciar y de contratar a otros. Desde su visión no es justo que el Estado cobre impuestos a los que más tienen para repartírselos a los más pobres, mucho menos realizar expropiaciones para defender a los sectores menos favorecidos.
Pensadores como Ludwig von Mises, John Tomasi, Ayn Rand, James Buchanan, Gordon Tullock, Robert Nozick, entre otros, son considerados defensores del pensamiento libertario.
Si pudiéramos resumir algunos de los grandes postulados del pensamiento libertario sería de la siguiente manera:
- La libertad individual y económica son absolutas.
- La sociedad capitalista no se ha logrado alcanzar porque el Estado provee de subsidios y apoyos sociales.
- Ven con rechazo o escepticismo a la democracia liberal, la cual tiene el riesgo permanente de que las mayorías opriman a las minorías.
- La democracia es fácilmente capturada por grupos de poder económico, de intereses o de masas.
- Los privados pueden otorgar servicios públicos de manera más eficaz que el gobierno.
- Identifican al Estado como un ente corrupto y opresor, que se sostiene sobre la base de la creación de una narrativa artificial.
- La intervención del Estado en la vida de las personas debe ser mínima.
El pensamiento libertario se basa en la creencia de que cada individuo tiene derecho a vivir su vida de acuerdo con sus propias elecciones y deseos, siempre y cuando no perjudique a otros. Se enfoca en la idea de autonomía y autogobierno, donde cada persona es responsable de sus actos y tiene el derecho de decidir sobre su propio cuerpo, propiedad y acciones. Por lo que aboga por una sociedad basada en la cooperación voluntaria y el respeto mutuo, en lugar de la coerción y la imposición. Se opone a la existencia de un Estado centralizado y burocrático que imponga leyes y reglamentaciones restrictivas a la libertad individual. En lugar de ello, propone la descentralización del poder y la toma de decisiones a nivel local, donde las personas puedan participar directamente en lo que afectará sus vidas.
Defiende la propiedad privada y el libre mercado como medios para garantizar la libertad económica y el desarrollo individual. Considera que la competencia y la libre empresa son los motores del progreso y la innovación, y que la intervención estatal en la economía solo genera distorsiones y desigualdades. Aboga por la eliminación de cualquier forma de discriminación y opresión, y por la protección de las minorías frente a la tiranía de la mayoría.
El pensamiento libertario no es sinónimo de anarquismo, no obstante busca la disminución del Estado a su mínima expresión, eliminando las políticas públicas postuladas por el Estado social entre las que destacan los sistemas de salud y la educación pública, ya que consideran que cada individuo debe pagar por la salud y educación que desea.
Algunas corrientes libertarias consideran necesaria la desaparición de los bancos centrales nacionales que emiten moneda, al generar distorsiones en la libre economía.
Es importante que antes de realizar cualquier auto-adscripción a una corriente de pensamiento se conozcan sus postulados, alcances y la posible afectación a los derechos sociales, en particular de las personas menos favorecidas.
En Argentina las décadas de ineficacia gubernamental, crisis económica permanente y grandes escándalos de corrupción fueron tierra fértil para que una ideología extremista triunfara en las elecciones. Por ello los mexicanos debemos estar informados sobre las ideologías y propuestas de quienes aspiran a la máxima responsabilidad en nuestro país y evitar que el extremismo se apodere de la narrativa social.
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