La farsa de las vacunas y las pandemias cada día se desnuda más al crecer los cuestionamientos sobre las mismas por expertos, críticos y analistas a nivel internacional. Cuestionada por expertos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe, según ellos, llevar a cabo reformas para que la Covid-19 sea la última pandemia, al tiempo que la agrupación encargada de la planificación y la réplica contra epidemias ha advertido que la salud mundial no puede convertirse en rehén del sector farmacéutico.
Aseveran que la salud mundial “no puede convertirse en rehén de una industria farmacéutica que compra patentes y las desarrolla con el fin de obtener beneficios”, y que la respuesta ante esta encrucijada sigue siendo “la creación de un auténtico modelo de bienes públicos mundiales”.
El análisis de estos últimos señala además que la respuesta es crear un auténtico modelo de bienes públicos mundiales.
Tres comités que revisaron la respuesta de la OMS al Covid-19 pidieron reformas en el organismo internacional de emergencias, con el fin de no repetir los errores y conseguir que la actual pandemia sea la última.
Como lo dio a conocer Forbes digital en base a un despacho de la agencia EFE “debe transformarse el sistema internacional de respuesta a pandemias con el fin de garantizar que la actual sea la última que provoca muerte y destrucción a la escala que estamos viendo”, señaló la expresidenta de Liberia Ellen Johnson-Sirleaf, copresidenta de uno de los tres comités investigadores.
La ex primera ministra neozelandesa Helen Clark (único de los tres que es independiente de la OMS) precisa que el tratado podría conseguirse con voluntad política en sólo seis meses, y debe “abordar lagunas existentes en los marcos jurídicos legales, aclarar responsabilidades entre Estados y organizaciones internacionales, y reforzar las normas y obligaciones globales”.
*Presidente de la ONG Franature