Claudia Sheinbaum Pardo, ganó la elección presidencial del domingo 2 de junio con una votación del 59.75% y una suma de 35 millones 924 mil 519 sufragios, por lo que se convertirá en la primera jefa del Estado Mexicano y la número 66 de la historia de la nación, después de más de 200 años gobernado por varones.
El dudoso Instituto Nacional Electoral que dirige la morenista Guadalupe Taddei, dio el triunfo contundente a Sheinbaum Pardo, sobre Xóchitl Gálvez Ruiz, quien se quedó con la distante segunda posición al obtener 16 millones 502 mil 697 sufragios y el 27.45%; mientras que en un lejanísimo tercer sitio se ubicó el esquirol de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez con 6 millones 204 mil 710 votos y el 10.32%.
Recordemos que la abanderada morenista fue impuesta como candidata por el mandatario Andrés Manuel López Obrador y se salió con la suya, al llevar a cabo una auténtica elección de Estado, al estilo del viejo PRI de las décadas de los 60, 70 y 80 cuando gobernaba las 32 entidades federativas y tenía mayoría absoluta en el Congreso de la Unión. Es decir, de carro completo.
Derivado de lo anterior, con el voto y confianza ciudadana (algo inexplicable), Morena y sus rémoras tendrán mayoría calificada en ambas Cámaras, (en la de Diputados con 373 legisladores, 244 de Morena; 76 del PVEM y 50 del PT; por una desdibujada y casi insignificante oposición, el PRI con 34; el PAN con 69; uno del PRD; MC con 25 y uno independiente.
Mientras que la Cámara de Senadores, serán 83 legisladores, divididos en 60 morenistas, 9 petistas y 14 verdes; mientras que la oposición tendrá una desdibujada bancada que tendrá que trabajar arduamente para al menos presentar iniciativas que realmente beneficien a los más de 129 millones de mexicanos y estará integrada por 17 tricolores; 22 panistas, 2 perredistas y 4 de Movimiento Ciudadano.
Con dichos resultados electorales, seremos el quinto país en América Latina con una mayoría abrumadora, es decir calificada en ambas Cámaras, causalmente, tres naciones son llevadas por dictaduras como Cuba, Venezuela, y Nicaragua; la otra república es El Salvador. ¿Seremos el país 33 en entrar a una dictadura?
Es preciso mencionar, que el tabasqueño, siempre ha presumido que en ningún momento ha dejado de ser priista, aunque después se retracte (como lo hace cotidianamente). El macuspano desde que llegó al tan ambicionado poder quiso instaurar una dictadura y ahora a petición de los casi 36 millones de votos de sus solovinos -como el mismo les dice-, de chairos, de simpatizantes y de fanáticos, se alzaron con el triunfo aunado al fraude maquinado y por lo visto, también anhelan vivir en una dictadura. Bien dijeron en algunos memes: fíjese en dónde pone la cruz por si después tiene que arrepentirse y cargarla.
El Inquilino de Palacio, pretende asumir un maximato o un caudillismo en nuestro vapuleado país, ordenando y manejando a su arbitrio y antojo a Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha demostrado en todos estos años que es una réplica de su jefe y superior.
López Obrador, desea seguir siendo el poder tras el trono, quiere continuar despedazando a México, seguir llevando los destinos del que pudo ser el mejor presidente, pero al que dañó severamente los seis años de su mandato y que se encuentra ensangrentado por la invasión galopante del crimen organizado en todas sus modalidades en 28 de los 43 estados de México y que el mismo gobierno lo ha recibido a abrazos y ha apapachado ante el asombro de todos los habitantes de la república mexicana.
Por su parte, la gestión como jefa de Gobierno de la Ciudad de México de Claudia Sheinbaum Pardo, fue de “claroscuros”, ganó en el 2018 con el 48% de la votación y realmente tiene poco tiempo de haber ingresado en la política mexicana, su estigma es su absoluta cercanía con Amlo de quien heredará un gobierno desbordado de corrupción, en el que tres de los cuatro hijos de Amlo (se hicieron multimillonarios a las faldas del poder, José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo, mientras que el menor Jesús Ernesto, estudia en Londres), y que cuesta varios miles de euros su educación, que por supuesto Andrés Manuel López Obrador no puede pagar con su salario mensual como presidente).
Sheinbaum Pardo en ningún momento ha desmentido ni renegado de estar muy cerca del inquilino de Palacio Nacional, a quien le ha sido leal y fiel, de la cual deberá distanciarse sí desea obtener resultados propios y no los negativos y nulos del tabasqueño.
En el manejo de la pandemia a nivel entidad, la Ciudad de México, tuvo la mayor tasa de mortalidad acumulada de nuestro país con 442.1 defunciones por cada 100 mil habitantes, superando a Baja California Sur con 294.1, Sinaloa con 276.3, Sonora con 275.9 y Baja California con 168.2, todas gobernadas por Morena, desde el inicio de la pandemia y hasta fines de 2021.
Tiene a cuestas la caída de la Línea 12 del Metro del 2021 en la que perdieron la vida 26 personas; De igual manera, la estrategia de tuvo en materia de seguridad pública ha sido fuertemente criticada, pues en un reporte de 2022 el 99.1% de los delitos denunciados e investigados en la CDMX no hubo respuesta efectiva de las autoridades que representa un incremento, respecto al 2021 que fue de 98.4% de acuerdo al informe “Hallazgos desde lo local 2022: Ciudad de México.
En ese mismo informe, los delitos graves como el homicidio doloso, la desaparición forzada, los feminicidios, el secuestro, la violación, la violencia familiar, el abuso sexual y el despojo registraron el 100% de impunidad.
El programa llamado “Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes” fue premiado por la Unesco. Otro desacierto fue la cancelación del programa de estancias infantiles, que fue sustituido por entregar los recursos directamente a los padres de familia, por el simple hecho de que debieron buscar en dónde aceptaban a sus hijos, y el retirar recursos a las instituciones para asignarlos directamente a los ciudadanos, termina siendo una estrategia negativa, porque si posteriormente reabres las puertas de una escuela o un centro de salud, las personas no acceden fácilmente.
De esta manera, Sheinbaum Pardo, recibirá un gobierno plagado de corrupción con severos problemas políticos, con la peor inseguridad de la que tengamos memoria los mexicanos y las cifras no mienten, son más de 190 mil asesinatos a manos de la delincuencia organizada; aunque Amlo diga que tiene otros datos. Es el peor crecimiento en los últimos 90 años (1.1 en los 6 años; cuatro obras faraónicas, que tendrá que resolver satisfactoriamente en beneficio de los más de 129 millones de ciudadanos. Un millón de muertos por covid-19; cinco mil niños que fallecieron de cáncer por no tener los medicamentos adecuados; sigue habiendo de 8 a 10 feminicidios diarios; más de 50 mil desaparecidos en esta gestión; heredará una deuda de 13 billones 375 mil 500.7 millones de pesos.
Las obras faraónicas inservibles y repletas de presupuestos que terminaron en la peor corrupción vista en todos los sexenios anteriores, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, su presupuesto inicial era de 74 mil 535 millones de pesos y concluyó con 115 mil millones de pesos; y qué tal la refinería Dos Bocas, el presupuesto inicial fue de ocho mil millones de dólares y lleva 17 mil millones de dólares; que el mismo López Obrador, afirmó que si rebasaba los ocho mil millones de dólares “van a pensar que somos corruptos” y pues qué creen, que es lo correcto porque el próximo primero de julio cumplirá dos años de haber sido inaugurada y hasta hoy, no refina ni un solo litro de petróleo. ¡Vergonzoso e indignante!
Por cierto, la exsecretaria de Energía Rocío Nahle y ahora gobernadora electa de Veracruz, fue la encargada de construir dicha Refinería y de doblar el presupuesto inicial; la zacatecana ha sido exhibida públicamente como una mujer corrupta con pruebas contundentes y fehacientes por varias personas con excesivas compras millonarias de terrenos y residencias, que no van acordes con sus ingresos salariales, además de tener cuentas en paraísos fiscales, sin que hasta hoy, nadie le diga nada, absolutamente nada.
Otro acto de una corrupción desmedida es el Tren Maya, que inició en 150 mil millones de pesos su presupuesto inicial y costó 500 mil millones de pesos y que sus pasajes son más caros que los trenes balas de Europa y Oriente. Absurdo.
Así pues, se consumó el fraude electoral llevado a cabo por el Estado mexicano, el exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral, dijo que se librarán batallas jurídicas en los próximos días y semanas, veremos qué resultados tenemos.
Precisamente, el lunes pasado, derivado del temor de que una mayoría calificada encabezada por Morena y sus rémoras de PT y PVEM en la próxima Legislatura Federal, la Bolsa Mexicana de Valores cayó 6.11%, el cuarto mayor desplome en 20 años, mientras que el “fortachón peso” que ya no lo es, de acuerdo a Amlo, rondó en los 18 pesos.
Sheinbaum Pardo se comprometió a mantener disciplina financiera y fiscal, así como la autonomía del Banco de México, a respetar la libertad empresarial y promover la inversión privada. Pero con mayorías calificadas Morena y rémoras sus aliadas pretenden aprobar el “Plan C” del destructor López Obrador que propuso en febrero pasado.
El viernes pasado, el tipo de cambio del peso frente al dólar, cerró en 18.36 por unidad, contra 17.88 del jueves, una devaluación de 47.47 centavos y 2.65%.
Por su parte, el sumiso e incondicional coordinador de los diputados guindas, Ignacio Mier, quien antes fue priista, partido al que la había jurado amor eterno, anunció muy prepotente que la aplanadora de diputados morenistas y sus rémoras en la próxima Legislatura que iniciará en septiembre próximo, estarán listos para aprobar sin quitar ninguna coma (como siempre lo hicieron a lo largo del sexenio), a las 18 iniciativas del “Plan C” de López Obrador (con el rencor que siempre ha alimentado y tenido el tabasqueño en su ser) , que no es más que la continuación de asirse del Poder Judicial y del despedazamiento de las instituciones (INE, INAI, las Afores y lo que les ordene el inquilino de Palacio, pues al fin y al cabo no le quitan ni siquiera una coma a cualquier iniciativa que les envíen, y acaba de demostrar que él es el único que puede avasallar a los poderes y a las instituciones (porque se siente el dueño del país).
Así pues, el rencoroso de López Obrador, sigue acabando con la incipiente democracia que nos costó más de tres décadas construir a los mexicanos y de la que tanto pugnó el tabasqueño y que ahora pretende aniquilar, dadas sus ideas fatalistas y perversas. Afortunadamente, ya le quedan únicamente 112 días al frente de su gobierno fallido.
Por tales motivos, Claudia Sheinbaum deberá romper en cuanto tome posesión el próximo primero de octubre y jure (aunque no es católica) guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen, juramento que Amlo no cumplió en ningún momento. Deberá desmarcarse de su antecesor para integrar un gabinete legal y ampliado con personas que reúnan el perfil adecuado, que estén preparadas académicamente, que tengan experiencia laboral probada y que le ayuden a mantener a un país libre, con proyectos a mediano plazo para crecer económicamente y socialmente para abatir la pobreza extrema en la que están sumergidos 50 millones de mexicanos. Además de brindar seguridad social a todos, abatiendo paulatinamente al crimen organizado, en todas sus modalidades, hasta desaparecerlo. México necesita cambiar de rumbo político y económico para realmente aspirar a ser potencia mundial.
Recordemos que el caudillismo surge en nuestro país en la Revolución Mexicana y uno de ellos y de los más importantes de ésa época, fue precisamente el morelense Emiliano Zapata, quien fue emboscado, asesinado y traicionado por las fuerzas carrancistas por el militar Jesús Guajardo en la Hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de 1919.
Y fue precisamente el primero de Septiembre de 1928, (en su último informe de gobierno), cuando el entonces mandatario Plutarco Elías Calles, después de la crisis política derivada del asesinato Álvaro Obregón, declara el fin de la era de los caudillos en nuestro país, abriéndole el paso a la época de las instituciones, mismas que ha despedazado paulatinamente en cinco años, Andrés Manuel López Obrador y que pretende aniquilarlas en septiembre próximo a través de sus serviles legisladores.
Sin lugar a dudas, después de este gobierno fallido, Andrés Manuel López Obrador, nunca debió ser presidente de México.