Tal parece que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo pretende seguir obedeciendo al pie de la letra todas y cada una de las instrucciones que le envía su jefe Andrés Manuel López Obrador desde Palenque, Chiapas, una más será que en el próximo periodo de sesiones del Congreso de la Unión que inicia el primero de febrero, le aprueben las 20 iniciativas que enviará, entre ellas, será la desaparición de las 200 diputaciones plurinominales y las 64 senadurías, respectivamente.
Recordemos que esta iniciativa iba a ser presentada por AMLO el 5 de febrero del año pasado, entre las reformas constitucionales que no hizo, de acuerdo a su mentirosa y permanente medida de “austeridad republicana” que solamente estaba en su nefasto discurso y que sus seguidores le creían fielmente a todas y cada una de sus cientos de miles de falacias.
Ahora toca el turno a la jefa del único poder con el que se cuenta, que es el Ejecutivo, (quien deberá obedecer a pie juntillas todas y cada una de las órdenes de su jefe AMLO), porque el Poder Legislativo fue sometido por AMLO desde 2019 y el Judicial lo acaban de dinamitar el pasado 3 de septiembre del año pasado, (ilegal e inconstitucional en una sede alterna a la Cámara de Diputados, al aprobar su perversa y mentirosa iniciativa en la que “el pueblo que así lo pidió el pasado 2 de junio, votará democráticamente a los ministros, magistrados y jueces”, aberración y engañosa aseveración, pues todos ellos fueron escogidos antidemocráticamente por Sheinbaum, Morena y sus secuaces y quienes aparecerán en las boletas del 1° de junio próximo.
Por cierto, el primero que protestó fue el presidente de la mesa directiva, el vulgar e irrespetuoso expetista, hoy morenista (seguramente de hueso guinda), Gerardo Fernández Noroña, quien dijo que sería una “barbaridad”, pues aseguró que quienes apoyan la propuesta para eliminar a los “pluris” no conocen la historia electoral del país.
Fernández Noroña expresó: “Por eso los que hablan de eliminar a los ‘pluris’ están diciendo barbaridades, ni se enteran porque no conocen la historia electoral del país, no conocen la historia por la democratización del país, no conocen lo que ha costado ese tipo de cosas, solo hablan desde el prejuicio y la despolitización”.
Es preciso señalar que en la aprobada Constitución Política Constituyente de 1917 se concluyó un sistema de elección directa en el que se elegiría a un diputado federal propietario por cada 60 mil habitantes; sin embargo, a mediados del siglo pasado, el PRI ostentaba y detentaba el poder, político, hegemónico que imposibilitaba que los institutos políticos de oposición tuvieran acceso a representantes en el Poder Legislativo.
Derivado de la situación anterior, fue cuando surgieron los diputados plurinominales, al reformarse el artículo 54 de nuestra Carta Magna, el 22 de junio de 1963 en el que se instauró que todo partido político que logrará obtener el 2.5 de la votación total de las elecciones contaría con cinco diputados, uno más por cada 0.5 por ciento de los sufragios obtenidos, hasta un monto de 20 legisladores.
Catorce años más tarde, es decir, en 1977 se reformó el artículo 52 de la Constitución que establecía que la Cámara de Diputados debía estar integrada por 300 legisladores electo por los principios de mayoría relativa, más otros cien por el principio de representación proporcional.
Con dicha reforma impulsada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), nuestro país inició el sistema mixto electoral que permitió la incorporación de nuevos actores políticos de oposición, principalmente de la izquierda (hoy multimillonaria), que estuvo varias décadas imposibilitada de formar parte del Poder Legislativo.
Pero gracias a la reforma electoral de 1986, concretamente al artículo 52, quedó establecida la Cámara de Diputados con 300 legisladores de mayoría y 200 de plurinominales, que hoy en día sigue vigente, dicho sistema mixto tiene la finalidad de que toda la ciudadanía se sienta representada en las 32 entidades federativas, que por un absurdo capricho desea exterminar López Obrador, bajo la obediencia de Claudia Sheinbaum Pardo.
Claro está, ya dinamitaron la democracia gracias a los traidores, siete consejeros electorales del INE, cuatro magistrados del TEPJF, que votaron a favor de otorgarles la sobrerrepresentación proporcional electoral a Morena y sus rémoras del PT y PVEM con 74 por ciento, cuando en las urnas el 2 de junio solamente obtuvieron 54 por ciento. Igualmente, a los tres senadores, dos del PRD y a Miguel Ángel Yunes uno del PAN y al ministro Pérez Dayán, quienes cayeron a los chantajes, extorsiones y encantos de la perversidad de Morena y a sus incondicionales “líderes”, abriéndole paso a la dictadura que tanto criticaron de los tricolores.
Bien dice el refrán: “el que nunca tiene y quiere tener, loco se quiere volver”, y así fueron los primeros seis años del gobierno fallido del tabasqueño, quien, desde su Maximato, no quiere soltar el poder, pues seguirá siendo “la mano que mece la cuna”, otro sexenio más, ya que estamos comprobando todos los mexicanos que Sheinbaum Pardo no dará el manotazo en la mesa ni pretenderá desmarcarse de su jefe, a quien le sigue diciendo presidente. ¿Qué tal?
Es increíble corroborar, que al PRI (al que le crecieron los enanos), debido a sus malos gobiernos, no pensó que su hegemonía y poder político iban a fenecer doce años después, ya que en 1988 inició el crecimiento de las bancadas de oposición, cuando se da el fraude electoral en contra de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien ganó los comicios presidenciales de ese año y traicionó a los millones de mexicanos que lo apoyaron. Recordemos que el artífice del fraude electoral fue el hoy “purificado” morenista Manuel Bartlett Díaz, cuando era secretario de Gobernación en la administración del otrora gobierno mediocre de Miguel de la Madrid Hurtado.
Así pues, Claudia Sheinbaum Pardo, Morena y sus sometidos diputados y senadores, así como sus rémoras del PT y los kiwis del PVEM, pretenden acabar con las 200 diputaciones plurinominales de las cinco circunscripciones en las que está dividido la república, así como los 64 senadores de los cuales, uno es asignado a la primera minoría en cada entidad los 32 restantes son elegidos por el principio de representación proporcional, mediante las respectivas listas plurinominales de cada partido o coalición registradas.
Ya veremos si los diputados morenistas se atreven a “darse un balazo en el pie” al aprobar dicha iniciativa de la desaparición de los diputados y senadores de plurinominales y acabar con los partidos chicos como sus aliados del PT y el PVEM, sin dejar de lado al PRI y a Movimiento Ciudadano (MC) e irse solos en las siguientes legislaturas con mayoría simple, porque la calificada, ya no la tendrán.
Esta es una alerta para sus rémoras de los que al parecer se quieren deshacer, ya que todo apunta a que el hoy PRIMOR, desea convertirse en el partido hegemónico del siglo XXI y no soltar el poder, pero solos, en al menos los próximos doce años, aunque se ve complicado que lo ostenten debido a que han demostrado a carta cabal que no saben gobernar, ya que los resultados y datos duros son adversos y negativos y la ciudadanía (más de 65 millones de votantes) que no concuerdan con su manera de administrar y gobernar al país que, además de sus propios seguidores, cuando abran los ojos y corroboren que de las maiceadas que les dan ya no les alcanza para sobrevivir, entonces iniciarán sus protestas y seguramente les darán la espalda para votar en contra de ellos. Y si no, al tiempo.
ISAAC MONTOYA, INICIA MAL SU GESTIÓN
Es lamentable que el nuevo alcalde morenista Isaac Montoya, haya iniciado con el pie izquierdo, al haber otorgado cargos importantes en el municipio de Naucalpan, a personas desconocidas y non gratas en dicha demarcación para miles de habitantes como a Ricardo Gudiño Morales, en la dirección general del Organismo de Agua Potable y Alcantarillado (OAPAS), quien se desempeñó en dicho puesto en la corrupta gestión del mismo partido (2019-2021), que mal dirigió Patricia Elisa Durán Reveles, quien dejó una multimillonaria deuda de 3 mil 700 millones de pesos.
Isaac Montoya prometió las “perlas de la Virgen” en su campaña en uno de los municipios más importantes del estado de México y de nuestro cada día más vapuleado y ensangrentado país, en la que aseguró que iba a erradicar de tajo la corrupción (al igual que lo hizo López Obrador en su momento) y que mal encabezó al gobierno fallido y más corrupto de la historia mexicana.
Para el infortunio de los más de 130 millones de mexicanos, la corrupción se ha disparado, no se tuvo un crecimiento económico del 4 o 5 por ciento anual; el crimen organizado sigue apoderándose cada día de más municipios y tiene presencia prácticamente en las 32 entidades federativas; no para la violencia de crímenes a miles de personas.
También nombró a Nina Carolina Izábal Martínez, directora general de Desarrollo Urbano, quien no es de Naucalpan ni tampoco conoce el municipio y seguramente tendrá problemas para adaptarse a su nuevo encargo.
Asimismo, Isaac Montoya les prometió a decenas de líderes naturales y sociales de los distintos fraccionamientos y colonias, cargos en la administración que no pudo cumplir y que ya tuvo las protestas pertinentes y que se acrecentarán conforme avance su gestión y más sino no cumple con sus promesas de campaña. Esperemos que haga un papel decoroso al frente de este importante municipio de la entidad mexiquense.
Y a usted, apreciable lectora y lector, les deseo un venturoso año 2025 repleto de salud, trabajo, dinero, amor y paz, al igual que a su adorada familia, que todos sus proyectos se cumplan, disfrutándolos en plenitud, abrazo fraterno.
