La desaparición de los órganos Autónomos y específicamente el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), provocó durante el último año un debate y controversia sobre las implicaciones que esto pudiera tener; sin embargo, llamó mi atención el hecho de que en la mayoría de los casos sólo se consideraron en los análisis las implicaciones para las instancias gubernamentales, los regulados y el Tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC); lo que fue sumamente sesgado; ya que nos dejaron de lado como ciudadanos y usuarios; tema que más adelante abordaré.
Como una de las alternativas a lo anterior; el 29 de noviembre del año pasado entró en vigor el decreto que reformó la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal naciendo una entidad denominada Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT); misma que empezó sus funciones el 1 de enero del presente 2025.
El artículo Décimo Segundo Transitorio del decreto menciona que, los recursos humanos, financieros y materiales con que contaba la instancia conocida como coordinación de Estrategia Digital Nacional serían trasladados a la ATDT; proceso que debía concluirse el último día del pasado 2024.
Como parte de las implicaciones de la entrada en vigor del decreto, el Servicio Postal Mexicano (SEPOMEX); el organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (PROMTEL); la Agencia Espacial Mexicana y el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (INFOTEC); así como, el órgano desconcentrado Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER) fueron adscritos a dicha Agencia.
En honor a la verdad debo decir que, antes de conocer la reforma en cuestión, la percepción personal sobre los alcances de la Agencia, conociendo los antecedentes del trabajo conjunto realizado en la Ciudad de México por la Presidenta Sheinbaum y José Merino, como parte del gobierno de la ciudad; me llevaba a ubicar que darían un seguimiento a los programas de E-Gobierno; es decir, de digitalización de la relación entre gobierno y ciudadanos; sobre todo porque ya se hablaba con anterioridad de programas estratégicos como Llave Mx; un Centro Nacional de Tecnología y un área de Inteligencia de Datos; reitero, como gobernantes de la ciudad capital.
Así también; la impresión que tenía sobre la Agencia, era que sólo se estaban trasladando facultades y atribuciones de la Estrategia Digital Nacional; misma que como todos sabemos funcionó sólo para el beneficio personal de quienes la encabezaron; más nunca para los intereses del sector y de la nación durante el sexenio del Presidente Peña Nieto y que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prácticamente fue desaparecida; debido a que se le consideraba como a los órganos autónomos, parte del gobierno alterno y una erogación innecesaria para el país.
Al revisar a detalle las facultades y atribuciones de la Agencia debo decirles que mi sorpresa ha sido mayúscula, pero, así también es mi preocupación; ya que dentro de ellas está formular y conducir las políticas de inclusión digital; el gobierno digital; la informática; las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s); Telecomunicaciones de la Administración Pública Federal; la política de los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión.
De igual forma; será responsable de la elaboración de políticas y lineamientos para la promoción, implementación y diseño en materia de adopción y uso de la identidad y ciudadanía digital, el mecanismo único de autenticación digital basado en la Clave Única de Registro de Población (CURP) con la protección de los datos personales; otra responsabilidad será la integración del sistema de servicio nacional de identificación personal.
También se suma a sus facultades, la gestión de bases de datos que posibiliten interoperar los sistemas nacionales y de la Administración Pública Federal con el Registro Nacional de Población (RENAPO) estos tres últimos en conjunto con la Secretaría de Gobernación; y, la interoperabilidad de los sistemas de información; entre otras tantas facultades y atribuciones.
Como se darán cuenta, son múltiples las tareas que le han sido asignadas a este nuevo ente; lo que reitero; me asombra y como mexicano siempre deseo que los proyectos de nuestros gobiernos funcionen de la mejor manera; debido a que de ser así; en teoría, nos debería ir bien a todas y todos.
Sin embargo; mis preocupaciones se incrementan; ya que parece que estoy viviendo una regresión, en una analogía con el año 2013, cuando se dio la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones y radiodifusión y fuimos muchos los que previamente a su aprobación; discrepamos al conocer el gran número de facultades y atribuciones que le eran conferidas al nuevo regulador denominado IFT; mismo que resalto; la mayoría de sus responsabilidades giraban en torno a las telecomunicaciones, la radiodifusión y la competencia económica y que finalmente lo convirtieron en un ente omnipotente y omnipresente; con los magros resultados obtenidos en sus tareas y que en descargo de él pretendían justificar su existencia aludiendo los ingresos que captaba el país a través de su quehacer regulatorio.
Por hoy se nos agotó el espacio, la próxima semana continuaremos, no sin antes agradecer a quienes leen estas líneas semanalmente; ya que con esta entrega se cumplen 3 años en esta tarea; saludos cordiales.
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