Mientras la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional sigue pensando en la renovación de la estructura interna al igual que los comités estatales y municipales, los gobernantes tricolor sobrevivientes deberían estar pensando en su reestructuración interna, los embates que tendrán que afrontar, a partir del 1 de Diciembre, serán implacables.
Pasando el 1 de Diciembre, quien asumirá el rol del primer priista a nivel nacional será Alfredo del Mazo Maza, la honra priista quedará en manos del gobernador mexiquense y éste tendrá que tomar medidas drásticas que puedan ayudar a posicionar a su gobierno, no mañana, no pasado mañana, sino ahora.
El primer paso será depurar de manera profunda su gobierno, el gabinete deberá ser reestructurado, 20 son las regiones del Estado de México bajo el control de los secretarios del gabinete delmacista y, por supuesto, los resultados -en cuanto al tema electoral- de esas regiones no fueron los esperados; el llamado tsunami del pasado 1 de julio arrasó, pero ese no debía haber sido el caso del Estado de México, al menos en la proyección del gobernador mexiquense no debía haber pasado asi.
La confianza de Del Mazo depositada en sus 4 subsecretarios de gobierno, Ricardo Enríquez, región Oriente; José Luis Mayen, región Ecatepec; Carlos Preza Millán, región Nororiente, y Juan Molina Arévalo, región Valle de Toluca; no rindió los frutos necesarios, y por supuesto no hablamos de capacidades o incapacidades, sino de lógica práctica, la responsabilidad de 125 municipios recaída en solo 4 subsecretarios representa un riesgo para la gobernabilidad mexiquense.
La fórmula debería ser una distribución mas equitativa de responsabilidades, tal vez la repartición de los 125 municipios mexiquenses entre 16 subsecretarios de gobierno -como antes- y no sólo 4, representaría un mejor control político y social, y vaya que hará falta ese control político ante la llegada de una representante general del gobierno federal para el Estado de México.
La llegada de Defina Gómez, ex contrincante de Alfredo Del Mazo Maza en la pasada elección a gobernador en el Estado de México, pero ahora en el papel de coordinadora general del gobierno federal, pondrá a prueba el control político del Del Mazo; el gobernador mexiquense deberá distribuir responsabilidades y colocar en ellas a los mejores hombres y mujeres con un destacable trabajo político y social.
Del Mazo tiene que tomar el control antes de perderlo por completo; el PRI mexiquense puede ser reestructurado, pero todo a su debido tiempo, lo primero será blindar su gobierno y de ahí replantear el tema partidista. Del Mazo tiene en sus manos la responsabilidad de resucitar o terminar de enterrar al Partido revolucionario Institucional.
