Juan Zepeda Hernández, el perredista que sorprendió en el Estado de México, en las pasadas elecciones del 4 de junio, y que de alguna manera evitó que su partido político cayera en la debacle, se ha dedicado a recorrer el país para que, de alguna manera, ser aspirante a la presidencia de la República en el 2018.
Es casi un sueño incansable, para Juanito, el migrante y joven rockero de Nezahuacóyotl.
Pero como dicen por ahí: de sueños vive el hombre.
Alejandra Barrales, presidente nacional del PRD, y sus consejeros, acordaron firmar una carta de intención para forma un Frente Amplio con el PAN y Movimiento Ciudadano (MC).
Juanito Zepeda, desde que era precandidato del PRD al gobierno del Estado de México, tenía la intención de tener un bloque opositor, pero solo con el Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y en su caso, con Morena.
Esa misma tesis la tenía su padrino político, Héctor Miguel Bautista López, jefe de ADN en todo el país.
Sin embargo, no se dieron las condiciones políticas para que los partidos de izquierda apoyarán a Juanito Zepeda en las elecciones mexiquenses.
Sólo avanzó algunos pasos con el PT, pero luego este partido se fue solo obedeciendo sus propios intereses.
Se intentó con la derecha, el PAN, pero los azules se supieron súper dotados con Josefina Vázquez Mota y dijeron que aceptaban una alianza, pero con la Chepina a la cabeza.
Los amarillos no aceptaron y "se rompió una taza y cada quien para su casa".
Y luego de la elección del 4 de junio, los números hablaron. Ni sumando los votos de Josefina Vázquez y los del PRD, superaban al PRI y sus aliados.
En sí. La reflexión es que ni el PRD, ni el PAN garantizan que en 2018, puedan dar la sorpresa y vencer juntos al PRI y a Morena.
Necesitan más aliados, más que a Movimiento Ciudadano que no participó en las elecciones del Estado de México y sus grupos y votos se pulverizaron en los candidatos del PRD y Morena.
Además, a millones de electores en todo el país no le gusta esa alianza del PRD-PAN, es antinatura, es agua con aceite, es aborto y antiaborto.
Para las elecciones de 2018, es funcionable la teoría de Juanito Zepeda, una alianza de izquierdas, pero la misma soberbia de Andrés Manuel López Obrador, lo impedirá, cómo lo hizo en el estado de México.
Lo recuerdan amigos lectores?
Al principio, Juan Zepeda y el PRD buscaron una alianza con Morena, a López Obrador le dijo su dedito que no.
Luego a la mitad de la campaña, cuando López Obrador vio que los números arrojaban empate entre Delfina Gómez y Alfredo del Mazo, le quiso hacer manita de puerco a Juan Zepeda y al PRD para que declinará.
Juan Zepeda no aceptó, sabía que era demasiado tarde; además, su intención era salvar al PRD de la debacle, ya no tanto ganar la gubernatura mexiquense.
Si Zepeda hubiera aceptado, es posible que Delfina Gómez ya fuera gobernadora electa, pero el PRD quedaría debilitado como partido político, así como quedó el PT, cuyos líderes sí aceptaron inclinarse a los pies de AMLO.
Andrés Manuel, por esa soberbia de no aceptar un acuerdo con el PRD al principio de la campaña política por el estado de México, perdió la oportunidad de tener un fuerte bastión político en la tierra del grupo Atlacomulco.
Y, por esa misma soberbia política, orilló al PRD hace un frente opositor con la derecha mexicana, cuando debería de hacerse con los partidos de izquierda como alguna vez lo planteó Juanito Zepeda.
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Ahora, el trabajo de Juanito Zepeda, aunque él dice que aspira a ser presidenciable, el fondo es que está inyectando ánimo a los perredistas de todo el país, principalmente a los de ADN, para frenar la migración a Morena, como ya sucede con algunos actores de relieve.
En sí, Zepeda es un pequeño dique de contingencia política para que el PRD no se quede solo con el cascarón, como lo vaticinó alguna vez el propio López Obrador.