El pasado martes 5 de septiembre Donald Trump asestó un terrible golpe a los jóvenes migrantes, mejor conocidos como “dreamers”, al revocar el programa conocido como DACA en sus siglas en inglés (Deferred Action for Childhood Arrivals) “Acción diferida para los llegados en la infancia”, el cual fue lanzado en junio de 2012 por el entonces presidente Barack Obama, con la intención de proteger de la deportación y conceder permisos de trabajo a los jóvenes migrantes traídos a los Estados Unidos durante su infancia (Dreamers) y que actualmente se encuentran estudiando o laborando al amparo del mismo.
Este programa era un alivio a su situación migratoria durante dos años y podía ser renovado, y apoyaba a casi 800 mil migrantes sin autorización, de los cuales casi 640 mil son nacidos en México, y que además pudieron demostrar haber ingresado al territorio norteamericano previo a cumplir los 16 años y haber residido ahí ininterrumpidamente sin la comisión de delito alguno.
Tristemente esta decisión pone nuevamente de manifiesto lo terrible de dar poder a alguien sin la más mínima muestra de ética ni conciencia social, Trump ha demostrado a lo largo de su administración que muchas de sus decisiones son producto de la impulsividad y el encono.
La presencia de estos 800 mil jóvenes ilegales en los Estados Unidos es un drama de épicas dimensiones por varias razones:
1. Lo injusto de ser perseguidos por acciones que fueron realizadas sin intención de parte de los afectados, pues fueron sustraídos en la infancia por sus padres.
2. El hecho de que muchos de ellos tienen al inglés ya como lengua materna y desconocen sus raíces, además de no tener memoria de sus países de origen.
3. El rompimiento que significa a nivel emocional ser rechazado del único lugar que se ha conocido como hogar.
4. Lo incierto del destino que les espera, pues a pesar de que el mismo Trump ha publicado en su cuenta de twitter (su vocero oficial): - "Para todos aquellos que estén preocupados sobre su situación durante el periodo de seis meses, no tienen nada de qué preocuparse. ¡No habrá acciones!", esto en alusión al plazo que ha dado al Congreso para que apruebe una nueva reforma migratoria. La falta de respeto a la propia palabra que ha sido una constante ha generado reacciones inmediatas de parte de grupos de jóvenes que se han puesto en movimiento con la intención de conseguir que se genere una ley que les proteja de manera permanente.
No queda más que esperar y resulta evidente que el revanchismo será el sello de la administración ejercida por Trump; no cabe duda la razón que tiene el dicho: “no existe peor tiranía que la ejercida por enanos mentales…”
@PalomaCuevasR
Paloma Cuevas Ramos
Sapiosexual, columnista, escritora y locutora. Corresponsal del programa A medios chiles de #LaPayolaRadio. Promotora y gestora cultural incansable. Madre y cómplice de sus tres mosqueteros, amante del café y de la verdad sin anestesia.