Hace unos días, quienes gustamos del basquetbol, celebramos la excelente actuación de la Selección Mexicana de la disciplina en el la Copa FIBA América que se disputó en Argentina y donde la escuadra nacional ocupó el tercer lugar, sitio que además le permitió amarrar participación en los próximos Juegos Panamericanos de 2019.
En la duela todo fue entrega, una garra y constante compromiso que durante muchos años ha caracterizado al equipo que comanda el coach Sergio Valdeolmillos; sin embargo, fuera de la cancha vinieron los problemas. Justo en el festejo de aquel tercer lugar, un grupo de jugadores de la escuadra mexicana se pasaron de copas y provocaron escándalo en un bar de Córdoba, Argentina, donde agredieron a personal del lugar.
Quizá para muchos este escándalo no pasa de una riña entre jóvenes que se divertían tras cumplir con misión. Pero en realidad el hecho trasciende, pues se trata de deportistas que son ejemplo para muchos niños y jóvenes que ve en ellos una figura a seguir, más en esta generación de basquetbolistas que quedarán en la historia por ser quienes regresaron a México a un Mundial de la especialidad y a unos Juegos Olímpicos, hecho que no sucedía desde hace 40 años.
Tampoco se trata de ser moralistas o pensar que por ser deportistas no tienen derecho a divertirse, pero ser figuras de un país, más en el deporte, conlleva una responsabilidad ética que los obliga a demostrar rectitud, por lo menos mientras portan un uniforme de representación nacional o de una institución. Estos jóvenes hicieron los desmanes en una ciudad donde llegaron como representantes de un país, todavía dentro de una concentración.
Ese mal momento de la selección de basquetbol es apenas un ejemplo de muchos otros que suceden en el mundo deportivo. Las redes sociales se han convertido en ese revelador de la vida "íntima" de los atletas, quienes cada día deben cuidarse más de no caer en ningún pretexto de escándalo; primero, porque su disciplina deportiva no comulga con desvelos, fiestas y mucho menos excesos, pero sobre todo, porque como deportistas destacados son ejemplo a seguir, son en quienes miles de personas depositan sus esperanzas de éxito en un país donde no hay figuras de otra índole que sean válvula de escape de tantos problemas que aquejan a la sociedad.
El dicho dicta que "nadie aprende en cabeza ajena", pero ojalá lo sucedido a la selección de basquetbol sirva de escarmiento a las figuras del deporte nacional para evitar estos actos bochornosos y se mantengan como esos ejemplos de esfuerzo, superación y de representación de la juventud mexicana.