La imagen de la Selección Nacional de fútbol ha sido muy cambiante y contrastante en el Mundial de Rusia 2018, primero con una actuación que rayó en la perfección ante Alemania, después con ciertos problemas ante Corea aunque con una segunda victoria y recientemente un pésimo funcionamiento ante Suecia que hizo más dramático el pase a octavos de final.
Es precisamente la derrota del pasado miércoles la que revive las críticas a este combinado verde, que si se avanzó de panzazo o dependiendo de otros. Sin embargo, los números son fríos, con seis puntos el Tri está en octavos por méritos propios, sí con esa dosis de fortuna que a veces se necesita en el fútbol, pero también con esa personalidad de dos juegos donde llamó los reflectores internacionales, actuaciones que despertaron un sentimiento de trascendencia, mismo que de mermó por unos momentos tras la derrota ante Suecia.
El hecho es que México consiguió su séptimo pase consecutivo a octavos de final en una Copa del Mundo, logró que por si solo lo obliga a dar un paso más, aún cuando enfrente tenga a un cuadro como Brasil, etiquetado como candidato para ser campeón en esta competencia.
Rusia 2018 ha estado plagado de sorpresas. México sabe cómo jugarle y hasta ganarle a la escuadra verde amarella, hay antecedentes de éxito a los que el Tri debera de acudir para recordar que sí es posible derrotar al pentacampeón del mundo. Los ejemplos están ahí: final del Mundial Sub 17 en Perú 2005; final de la Copa Confederaciones en 1999 y la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El pase no fue de panzazo, fue por méritos propios y con un equipo qque sabe ganarle a los brasileños, así que la esperanzas de llegar lejos en Rusia deberán seguir vivas, eso si, con serios ajustes defensivos que eviten una catástrofe como la del pasado miércoles.