“El cambio va porque va”, afirmó de manera contundente José Rubén Rosaldo Cordero, presidente-fundador de Petroleros de la Reforma Ideológica, Asociación Civil, refiriéndose al cambio y giro que debe darse en la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que dirige Carlos Antonio Romero Deschamps.
Convencido que trabajando juntos y unidos ayudarán a escribir la nueva era e historia de dicho sindicato creado hace más de 70 años, Rubén Romero, citó que desafortunadamente el sindicato ha sido refugio de “líderes de escritorio” que han abusado de su encargo y del dinero de sus agremiados.
Oriundo de Nanchital, Veracruz, Rubén Rosaldo con 25 años de servicio en Petróleos Mexicanos, Rosaldo Cordero, líder social y sindical, explicó que el sindicato necesita un cambio urgente en su dirigencia debido a que miles de trabajadores activos, jubilados e incapacitados están hartos de una infinidad de abusos cometidos en su contra tanto en lo personal, como en lo laboral ya que han visto minimizadas sus prestaciones durante décadas y sus logros sindicales, es triste comprobar -dijo- que los hospitales y servicios están muy disminuidos, además que las cuotas sindicales que aportamos son excesivas de acuerdo a sus salarios que devengamos, además que no se ven reflejadas en los servicios.
Rubén Rosaldo, aspira a ser el próximo secretario general del sindicato, es la tercera generación de trabajadores petroleros y comenta en broma: “si me hicieran un examen de sangre, saldría que en el 90 por ciento tengo petróleo”; conoce muy bien las entrañas de la empresa, se inició en sus labores desde el puesto más modesto, fue escalando paulatinamente muchos puestos, capacitándose y preparándose técnica y laboralmente, sus conocimientos son vastos en distintas áreas de las que puede conversar demostrando sus amplias habilidades y sin el menor problema.
Aseguró Rosaldo Cordero que ya instalado como secretario general, sin lugar a dudas, abatirá al cien por ciento la corrupción y les devolvería a sus agremiados las prestaciones que se han perdido, añadió que los trabajadores petroleros ya no están dispuestos a seguir siendo utilizados por los “líderes” de las distintas secciones que han sido impuestos por el secretario general del sindicato en turno.
Es Lamentable que la dirigencia sindical que encabeza Carlos Antonio Romero Deschamps, no rinda cuentas a los decenas de miles de agremiados y se disponga de los recursos económicos a su antojo pasando por encima de todos y cada uno de los trabajadores que pese a los excesos, han permanecido al margen y en espera de ver retribuidos sus logros sindicales.
El año pasado, el ex senador priista Carlos Romero, quien lleva varios periodos consecutivos al frente del sindicato petrolero, (cada uno tiene una duración de años), violó el artículo 303 del reglamento interior del sindicato petrolero, al reelegirse por un tercer periodo, que está prohibido, ya que primeramente adelantó la elección ilegalmente durante el quinto año de actual su gestión, por lo que pese a que contaba con fuero como legislador, la secretaría del Trabajo, no le dio la toma de nota de su reelección, porque sabía que incurriría en una violación al reglamento del sindicato petrolero.
El artículo 303 de dicho reglamento, establece muy claramente que el secretario general en funciones, únicamente podrán ser reelecto por un periodo más. Derivado de loa anterior, Romero Deschamps, deberá entregar la secretaría general en los próximos dos meses, debido a que tercera gestión es ilegal.
Es por ello que, Rubén Rosaldo, a quien lo siguen más de 140 mil trabajadores sindicalizados de las 36 secciones diseminadas en todo el territorio nacional, expuso que Carlos Romero “ocupa la tercera gestión de manera violatoria a nuestro reglamento en su artículo 303, ilegítima, por lo fue denunciado ante las autoridades en tiempo y forma”.
Es preciso mencionar, que Petróleos Mexicanos cuenta con una plantilla de dos millones de trabajadores, de los que 400 mil son sindicalizados, sigue siendo una empresa sólida que desafortunadamente durante décadas los gobiernos federales en turno, la exprimieron al grado de petrolizar la economía nacional durante más de 45 años, aunque afortunadamente, no se la pudieron acabar.
No debemos olvidar aquella frase que acuño en hace vario lustros el político tuxpeño, Jesús Reyes Heroles, “la forma es fondo”, esperemos que la siguiente administración la tome en cuenta y limpie de tanta corrupción.