Diana Mancilla Álvarez
Los resultados electorales para gobernador del Estado de México ha puesto a temblar al Partido Revolucionario Institucional. Las elecciones de diputados locales y ayuntamientos de 2018 podrían cambiar radicalmente el mapa político electoral. Si Morena repite lo obtenido, el tricolor perdería la mayoría absoluta en el Congreso local y, si bien gobernaría en 91 municipios, por 83 que tiene actualmente, el partido de Andrés Manuel López Obrador concentraría el mayor número de población.
De acuerdo con los números del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Morena ganó en 20 distritos electorales, con la posibilidad de que pudieran adjudicarse dos más por lo cerrado de las cifras; aumentarán ante la posibilidad de un “efecto AMLO” en la elección presidencial, concurrente con los comicios locales.
Actualmente el PRI cuenta con 33 diputados de mayoría relativa. El PAN tiene cinco. El PRD seis y Morena uno. Faltarían los de representación proporcional para llegar a los 75 legisladores que conforman el Congreso del Estado de México.
De tal forma que si el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, de Andrés Manuel López Obrador, obtuviera por lo menos los mismos resultados, lograría quitar la mayoría absoluta al PRI, pese a sus aliados, lo que representaría un problema de gobernabilidad para Alfredo del Mazo Maza (en espera de que el IEEM le entregue constancia como gobernador electo).
EL PAN LO HABÍA LOGRADO
La única ocasión en que al PRI le tocó perder el control en la Legislatura de la entidad, solo por unos meses, fue durante el trienio 2000-2003, cuando el PAN, junto con plurinominales, llegó a conformar una bancada de 29 diputados, que luego quedó en 16 con la salida de 13 de ellos (de mayoría y de representación proporcional) que conformaron la famosa “bancada independiente”, operación que se le atribuyó al fallido candidato independiente en esta elección de gobernador, Isidro Pastor Medrano, por instrucción del entonces gobernador Arturo Montiel Rojas.
Algunos de los nombres de los legisladores que se rebelaron contra Julián Ángulo Góngora, su coordinador de fracción, fueron Ricardo García Alavés, Carlos, Aarón Urbina Bedolla, Hesiquio López Trevilla, Mario Enrique del Toro y Domingo de Guzmán Vilchis, este último fungió como coordinador de la “bancada independiente”.
Todo ello pasó en marzo de 2001, seis meses después de que gracias al efecto Fox, el PAN se había colocado como primera fuerza en el Congreso local y lograba la conformación del “corredor azul”. Con ello gobernaba a la mayoría de los mexiquenses. Hoy, prácticamente borrado del mapa político electoral
La operación del gobierno estatal, encabezado por Arturo Montiel Rojas, para poder gobernar sin contrapesos en el Congreso local se inició mediante la alianza con la fracción perredista y culminó con el impulso de un grupo al interior del PAN.
LAS CONCLUSIONES
De acuerdo analistas políticos, Josefina Vázquez Mota llevó al Partido Acción Nacional en el Estado de México a un resultado mínimo histórico, lo que genera voto útil a favor de Delfina Gómez Álvarez, sobre todo en el Valle de México.
En tanto, el Valle de Toluca es el que da el triunfo a Alfredo del Mazo Maza, al ganar 62 de los 66 municipios considerados en esta demarcación contra tres del PRD. En el Valle de México ganó 19 de 45, contra 24 de Morena y dos del PRD. En la Zona Oriente gana 10 por dos de Morena y dos del PRD.
La presencia del candidato perredista, que logró elevar las preferencias a favor de su su partido, Juan Zepeda Hernández, logró detener el avance de la morenista Delfina en el Oriente del Estado. En una buena campaña, Zepeda logra reposicionar en la entidad, a un desgastado sol azteca.
Las cuentas no le salieron al PRI. Hoy, en una reingeniería y recuento de daños, buscan la forma de no perder en 2018 (o ganar). El proceso electoral está a la vuelta de la esquina.