Toluca/Estado de México
Los diputados mexiquenses avalaron minutas que proponen reformas a los artículos 5 y 18 de la Constitución Política. La primera establece como obligación del estado y los municipios la impartición de educación inicial y superior, mientras que la segunda, considera a los animales como seres sintientes sujetos de derechos y tutela por parte del estado y la sociedad.
Después de esta aprobación, al Ejecutivo estatal, le corresponde su promulgación, a fin de que estas reformas cobren vigencia plena.
Es importante indicar que la primera fue propuesta por los diputados del PAN Anuar Azar Figueroa y Reneé Alfonso Rodríguez Yánez, coordinador e integrante del blanquiazul, a fin de armonizar la máxima norma mexiquense con la Constitución Política federal, la cual, desde mayo de 2019, también incorpora esta obligación en el artículo 3º.
Conforme a esta disposición, la enseñanza inicial es un derecho de la niñez y es responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia y hacer efectivo su cumplimiento.
Por otra parte, la Constitución del Estado de México, refiere que todo individuo tiene derecho a recibir educación, pero limitaba la obligatoriedad del gobierno estatal y los municipios a impartirla solamente en los niveles preescolar, primaria, secundaria y medio superior.
Es así que con reforma constitucional, cuya declaratoria leyó el legislador, Javier González Zepeda, se amplía la obligación del estado y los municipios a los niveles superior e inicial y se atiende también lo que dispone el Plan Estatal de Desarrollo en el eje denominado ‘Materia Educativa’, el cual pretende retomar las propuestas de la Agenda 2030, como el acceso igualitario al sistema educativo, el desarrollo de la primera infancia y la educación preescolar y la cobertura y eficiencia terminal de la educación básica, media superior y superior, teniendo como eje rector el aprendizaje y conocimientos significativos, relevantes y útiles para la vida de los estudiantes.
Sobre la segunda minuta, se trata de dar a los animales la calidad de seres sintientes y se les reconoce como sujetos con vida, capaces de experimentar dolor físico y emociones similares a las de los seres humanos, por lo que respetarlos incide en la convivencia social.
Indica que la protección de los animales constituye un eje vertebral del desarrollo social y humano de una comunidad que procura la sostenibilidad y la justicia ambiental, y para los gobiernos del país y del mundo un tema de gran relevancia debe ser el respeto y la protección a los animales.
Con esta adecuación constitucional, puntualiza el decreto, se perfecciona la máxima norma jurídica local y se sientan las bases que servirán para la posterior adecuación de la legislación secundaria, pero, sobre todo, se favorece la perspectiva de una nueva cultura de trato adecuado a los animales en el que se asegure su bienestar y cuidado como parte de una sociedad sana y trascendente.
