Desde ningún punto de vista existe una razón para que el gobierno del Estado de México pretenda cobrar impuestos nuevos a los empresarios, especialmente al comercio que está dado de alta como personas físicas, tras dos años en una severa crisis financiera, la carga tributaria podría ahuyentar la inversión en la entidad, consideró la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial Estatal, Laura González.
Ante ello, dijo, analizan diversas posibilidades para contrarrestar la creación de tres nuevos impuestos, como es la mejora en la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Además, junto con diversos colegios de especialistas llevan a cabo un análisis en materia fiscal, para demostrar con argumentos precisos que desde ningún punto de vista es eficaz la implementación de tres nuevos impuestos, incluso hay un probable argumento sobre una doble tributación.
Si bien dijo comprenden que hubo una baja en 4 mil millones de pesos de participaciones federales, la vía no es ir en contra del sector que más empleos genera.
Agregó que la contrapropuesta por parte del sector es mejorar la recaudación del impuesto sobre nómina, toda vez que el monto que se aspira a recaudar por el impuesto cedular por la prestación de servicios profesionales y por realizar actividades empresariales (5% por operación realizada), podría solventarse con el ISR y un fondo de ahorro extra.
"La inmensa mayoría de los comerciantes de este estado, que son el grueso de la actividad económica, estarían afectados porque fueron dados de alta como personas físicas con actividad empresarial ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, es el régimen más común", reconoció.
Aseguró que para el grueso de los comerciantes las afectaciones son directas, especialmente en las utilidades, que muchos de ellos ni siquiera tienen y los pocos con este ingreso tendrían que pagar este impuesto.
Sobre el impuesto ecológico, afirmó que el sector empresarial sabía de su existencia y que sería implementado en el Estado de México, como ha ocurrido en otras partes del país y del mundo; sin embargo, aclaró que no pueden defender su aplicación en medio de una crisis financiera.
"Somos el único sector que estamos generando empleos y que estamos moviendo la economía, que fuimos muy castigados de por sí durante un año de crisis sanitaria y que apenas estamos comenzando con una estabilidad paulatina. Ya de por sí llevamos todo un año golpeados financieramente y este sería un nuevo impacto fiscal insostenible", puntualizó.
En el caso del impuesto aplicado a las casas de empeño, opinó que la expectativa es que no repercuta en el usuario y, que juntando el cedular con este otro, el público decida que es más atractivo acudir a la Ciudad de México, que quedarse en la entidad.
FUGA DE INVERSIÓN
Cuestionado sobre la posibilidad de que la aplicación de estos tres nuevos impuestos ahuyenten la inversión en el estado, Laura González señaló que, para determinados giros, deja de ser atractivo el Estado de México en materia de inversión por las cargas tributarias.
"No es bueno y habría que analizar incluso, los impuestos existentes, para definir si de verdad tienen una utilidad, y se traducen en beneficios para la ciudadanía. Pero la verdad no nos parece un buen momento para impuestos nuevos, ni ahora, ni nunca, mucho menos en medio de una crisis", destacó.
