Estado de México
El acceso de manera equitativa y las oportunidades financieras para las mujeres siguen siendo una limitante importante en el desarrollo de empresas formales y de mejora en la calidad de vida de las familias.
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En México, hasta el 99% de los créditos contratados por una mujer, ya sea de manera personal o empresarial, son pagados a totalidad y en tiempo, con una tasa de morosidad hasta 25 por ciento menor a la de los hombres.
A pesar de que las mujeres ganan en promedio solo 85 pesos por cada 100 que ganan los hombres, ellas siguen siendo consideradas por las instituciones financieras sujetos de mayor riesgo, porque se piensa que tienen una menor solvencia económica y que su vida laboral es más corta o inestable por el cuidado de los hijos.
María de Lourdes Medina Ortega, Presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias en el Estado de México (CCME), aseguró que la experiencia ha demostrado la responsabilidad de las mujeres en materia de finanzas, no solo en el pago sobre los créditos adquiridos; de acuerdo con la Encuesta sobre Inclusión Financiera publicada por el Inegi, en el Estado de México el 48 por ciento las mujeres ha manifestado que tiene algún esquema de ahorro mientras que para los hombres apenas alcanza el 41%, aun cuando sus ingresos son mayores.
"Uno de los datos que es alarmante es que las mujeres tienen líneas de crédito menores que las de los hombres y esto no quiere decir que no puedan o no vayan a pagar, simplemente que la percepción para las instituciones bancarias sigue siendo desigual, aun cuando ellas paguen, la percepción sigue siendo equivocada y esto limita las oportunidades de que las mujeres amplíen sus negocios o inicien uno”.
Señaló que desde la autoridad se han impulsado créditos para microemprendimientos pero en muchos de los casos no llegan a mujeres que quieren abrir una empresa o hacer compra de activos en mayor escala.
Medina Ortega señaló que la política financiera debe urgentemente tener un enfoque con perspectiva de género, no solo en favor de las mujeres, sino de la sociedad en general.
Señaló que la propuesta es que desde la banca comercial y de desarrollo se establezcan menores reservas para créditos nuevos a mujeres, con el fin de expandir el acceso al financiamiento en este segmento de la población.
Finalmente, refirió que también se debe trabajar en la capacitación y fortalecimiento de las mujeres, pues en muchos de los casos utilizan medios informales de ahorro o de financiamiento, lo que pone en riesgo su patrimonio y sus empresas.
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