Ocuilan/Estado de México
Autoridades agrarias, civiles y tradicionales del pueblo indígena tlahuica “pjiekjak ́joo”, en el municipio de Ocuilan, denunciaron el ecocidio que sufren los bosques en el Parque Nacional Lagunas de Zempoala, principalmente en la zona forestal conocida como “Gran Bosque de Agua”, a consecuencia de la tala clandestina.
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A través de un documento firmado por ellos y dirigido principalmente al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguraron que las instituciones encargadas de la protección de estos bosques tienen identificados a los grupos de delincuencia organizada que realizan la tala ilegal en el área natural protegida.
Aseguran que realiza este delito a plena luz del día “como si no existieran autoridades de ningún nivel de gobierno”, derribando cientos de árboles diariamente y trasladando los trozos de madera por la carretera hacia sus aserraderos clandestinos, con fines de enriquecimiento.
Por lo anterior, solicitaron a las autoridades fomentar la protección, conservación y vigilancia de los recursos forestales, o de programar, ordenar y realizar visitas u operativos de inspección y vigilancia forestal, pues, a pesar de que en reiteradas ocasiones se ha denunciado ese problema ante las dependencias correspondientes de los gobiernos federal y estatal, incluso a las fiscalías y la SEIDO, mediante oficios, donde dan información primordial sobre los nombres de taladores, los parajes que talan y los domicilios de los mismos y sus aserraderos clandestinos, nadie ha intervenido
Si bien indicaron que la PROFEPA y PROBOSQUE reportan la realización de diversas acciones para combatir la tala clandestina, ellos ignoran dónde las han realizado, pues en los bosques de la región “han brillado por su ausencia”.
“Después de talar el bosque y no conformes con eso, los taladores provocan incendios para intentar borrar los rastros de su actividad ilegal, incendios que como los demás que son ocasionados intencionalmente o por descuido, nuestras comunidades acuden a combatir por sus propios medios con la participación voluntaria de la ciudadanía, exponiendo no solamente su integridad física sino hasta sus propias vidas”, señalaron en el documento.
Además, indican que en las zonas afectadas por los incendios, los mismos taladores u otras personas proceden a eliminar los restos de la vegetación para abrir cuamiles o terrenos con fines agrícolas, incurriendo así en otro delito que es el cambio de uso de suelo no autorizado.
Recordaron que, el 5 de abril de 2019, la entonces Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, en la comunidad de San Juan Atzingo, se comprometió a dar atención a sus peticiones y combatir la tala clandestina.
Asimismo, el 14 de abril de 2021 también visitó este mismo pueblo la actual titular de la SEMARNAT, María Luisa Albores González, a quien le solicitaron su apoyo para atender la problemática forestal.
Sin embargo, en ambas ocasiones no dieron resultados favorables en el combate a la tala ilegal.
Indicaron que cansados de la impunidad y de que sus denuncias no han sido atendidas, han intentado enfrentar por su cuenta el problema haciendo zanjas en los caminos que salen de la carretera Toluca-Cuernavaca por Lagunas de Zempoala y conducen a las zonas del bosque donde talan de manera clandestina.
Lo anterior con el propósito de impedir el paso a los vehículos de los taladores; sin embargo, han sufrido agresiones por parte de los taladores en diversas ocasiones y dichas zanjas son tapadas posteriormente por los taladores para que puedan entrar al bosque.
Aunado a lo anterior, denunciaron que la zona del Parque Nacional Lagunas de Zempoala que se encuentra sobre el tramo de la carretera Santa Martha-Lagunas de Zempoala, es altamente insegura, ya que constantemente se comenten asaltos, robos y secuestros a los automovilistas y transportistas que circulan principalmente durante la noche.
Por lo anterior, pidieron que las autoridades no los dejen solos en la defensa y el cuidado del Gran Bosque de Agua y se lleven a cabo las siguientes acciones:
1) Que se declare zona de emergencia o de contingencia ambiental a los bosques de los bienes comunales de San Juan Atzingo y los del Parque Nacional Lagunas de Zempoala.
2) Que se implemente con carácter de urgente un programa permanente de inspección y vigilancia forestal en dichos bosques.
3) Que se instalen casetas o puntos permanentes de revisión de vehículos de carga en lugares estratégicos del Gran Bosque de Agua, para impedir el traslado de madera procedente de la tala clandestina.
4) Que se confisquen todos los aserraderos clandestinos que se encuentran en la región, incluyendo los predios donde están y todos los bienes que en ellos existan, además de que se les impongan sanciones penales a sus propietarios.
5) Que no queden impunes quienes les compran esos altos volúmenes de madera ilegal a los grandes taladores, por lo que es necesario que se investigue la identidad de esos compradores y se les castigue con severidad.
6) Que se revise permanentemente a los talleres de carpintería que existen en la zona, para evitar que compren y se abastezcan de madera ilegal.
7) Que se otorguen apoyos a las actividades productivas de nuestra población, para impulsar la creación de empleos y la generación de ingresos económicos a las familias.
8) Que la región se incluya en la cobertura del programa “Sembrando Vida” para fomentar y apoyar el establecimiento de plantaciones forestales comerciales y frutales.
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