Toluca/Estado de México
En una edición más del programa “Entre Tolucos”, Jesús Izquierdo realizó un recorrido por uno de los sitios más emblemáticos de Toluca, el Parque de los Matlazincas, mejor conocido como el “Cerro del Calvario”, en esta ocasión tuvo como invitado a Monseñor José Jesús Márquez Farfán, sacerdote de la Capilla del Calvario, con quien charló sobre temas específicos de este espacio religioso, construido entre finales del siglo XVI o principios del siglo XVII.
El recorrido inició en una de las entradas, por la calle de Oviedo, la cual, Jesús Izquierdo explicó, lleva el nombre en honor a ese insurgente que lucho en este lugar en 1811, aquí hicieron presos a 63 o 67 indígenas (según las últimas investigaciones), que fueron llevados a la Plaza mayor de Toluca para fusilarlos, por lo que en algún momento esta calle se llamó Callejón de las víctimas.
Al subir por el cerro del Calvario mostró las zonas importantes como el Museo de Ciencias Naturales, el Atrio de la capilla y la Estancia del tiempo, construida en 1962, donde se encuentran representados cada uno de los 18 meses del año mexica, además de un reloj de sol tallado en piedra y una escultura de Antonio Alzate, biólogo naturista del Estado de México.
Otra parte importante del Calvario es una explanada dedicada a Nezahualcóyotl, donde existe una escultura del “Rey Poeta” sentado en un montículo de piedra y varias piedras con inscripciones de algunas de sus poesías.
Jesús Izquierdo destacó la vista espectacular de este parque, que además de servir como área de esparcimiento, es utilizado por muchos para ejercitarse, donde, desde sus diferentes ángulos, se pueden apreciar espectaculares imágenes panorámicas de la capital mexiquense, como la Catedral, la Iglesia de La Merced, la zona arbolada de la Alameda, la Torre del ISSEMyM, el estadio La Bombonera, Ciudad Universitaria, la torre de la Capilla de Dolores y los edificios de Rectoría y del Seguro Social, entre muchos otros espacios.
Respecto a la Capilla del Calvario, Monseñor Jesús Márquez, quien ha sido durante 51 años sacerdote de la Capilla, narró que esta, tiene sus inicios entre finales del siglo XVI o principios del siglo XVII, cuando los laicos franciscanos quisieron hacer un lugar para retiros y escogieron este sitio para reunirse, posteriormente destinaron la plaza superior como su panteón.
“Así estuvieron hasta que algunos de los franciscanos pensaron que se necesitaba una capilla, de las que llamamos de descanso, cuando se lleva al difunto y se pone en la capilla, se hace la oración y ya se lleva a la tumba”.
De inicio, dijo, solo se construyó el Presbiterio y la Capilla, que estaba orientada de manera distinta a la actual, entonces cuando quisieron ampliarla tiraron una pared lateral y la crecieron solo para un lado, “Todavía es muy notorio el hecho de que está descuadrada, se nota mucho en el presbiterio”; más tarde se construyó lo que es realmente la Capilla con su espacio de atrio, “Aún quedan del siglo pasado una o dos lapidas, inscripciones que nos revelan de cuando era el panteón”.
En la capilla se encuentra el Cristo de la Caña, la cual se cree, es más antiguo que la misma capilla, algunos apuntaban que era de los hechos por Don Vasco de Quiroga, que fue donde más se hicieron Cristos de Caña, “se piensa que se trajo para acá y le empezaron a hacer mucha devoción a la imagen, especialmente para pedir por el buen temporal y la lluvia oportuna, necesaria para los campos, por lo que empezaron a hacerle fiesta en La Preciosa Sangre, el 2 de julio y posteriormente el primer domingo de julio.
Entre las reliquias se encuentra también un Niño Dios, que podría ser del siglo pasado, “tiene sus manos encontradas, lo que hace suponer que tenía un mundo en la mano, lo más interesante es que siendo un bebé está coronado con espinas”. durante mucho tiempo la imagen fue objeto de devoción de parte de los novios.
Otro de los objetos que destaca es un copón de plata, que estaba en el Sagrario y fue devuelto a la Capilla, que tiene en la tapa la siguiente inscripción: “Pertenece a la Capilla del Señor del Calvario” y la fecha junio de 1788, por lo cual, se permite ubicar la construcción de la Capilla entre finales del siglo XVI hasta 1720.
“Un día vino el señor cura en una fiesta y me lo entregó, porque era del señor del Calvario, entonces me di cuenta que nos estaba orientando hacia el tiempo de la fundación de la Capilla”.
Luego de revelar interesantes datos sobre la Capilla del Calvario y charlar de su vida pastoral y su vida en el sacerdocio, Monseñor Jesús Márquez, dirigió un mensaje a la comunidad toluqueña, con motivo de la situación que atraviesa el mundo a causa de la pandemia.
“En este 2020 y en este momento en que el mundo se ha renovado y que pide la renovación de todos y especialmente de la familia, yo les pido a los Tolucos que sigan cultivando el don de amistad, que la hagan cada vez más transparente y valiosa, más constructiva y que unidos en familia nos renovemos todos y hagamos una mejor relación por los demás”.