Un día como hoy hace 95 años ocurrió el trágico accidente que cambió la vida de Frida Kahlo, ocasionándole graves lesiones, que incluso se llegó a pensar que le causarían la muerte.
El 17 de septiembre de 1925, cuando Frida tenía 18 años, ella y su amigo Alejandro Gómez Arias iban de regreso a Coyoacán, cuando un tranvía impactó al camión en el que viajaban y lo arrastró contra una pared, atropellando a varias personas.
Como resultado del choque, Frida, que fue llevada a la Cruz Roja, sufrió graves heridas que la dejaron postrada en cama durante varias semanas y tuvo que someterse a 32 operaciones quirúrgicas a lo largo de su vida; “fractura de tercera y cuarta vértebra lumbares, tres fracturas en pelvis, 11 fracturas en pie derecho, luxación de codo izquierdo, herida penetrante de abdomen producida por un tubo de hierro que entró por cadera izquierda saliendo por el sexo rompiendo labio izquierdo. Peritonitis aguda. Cistitis con canalización por bastantes días”, reportó el historial clínico.
“No he muerto y, además, tengo algo porqué vivir; ese algo es la pintura”, dijo Frida Kahlo a su madre cuando la pudo ver, semanas después del accidente, relata la escritora y crítica de arte Raquel Tibol, en el libro “Frida Kahlo. Una vida abierta”.
Tibol, quien llegó a México como secretaria de Diego Rivera en mayo de 1953, describe en el libro los hechos más importantes de la “corta, insólita y rica” vida de Frida Kahlo, destacando el gravísimo accidente que “afectó de manera definitiva la columna, la pelvis y la matriz” de la artista. “Me destrozó” fue una frase que usó Kahlo en el relato que hizo a Tibol.
En la biografía “Frida”, la historiadora de arte Hayden Herrera también dedica un capítulo a este hecho que “transformó” la vida de Frida, “Del accidente en adelante, el dolor y la entereza se convirtieron en los temas centrales de su vida”.
"A partir del accidente el dolor fue constante. Las consecuencias determinaron su vida y el arte que habría de hacer. No era usual para ningún artista, menos para una mujer, expresar tanto el sentir físico y emocional. El dolor en las obras de Frida no es un tema simplemente; tampoco es sólo un asunto físico. Es algo más complejo y en esa complejidad estriba la riqueza del arte suyo”.
El Museo Frida Kahlo Casa Azul, casa donde nació, vivió y murió la artista, documenta que existen materiales relacionados con el trágico suceso, entre ellos un dibujo a lápiz del accidente, obra de la propia Frida Kahlo, fechado el 17 de septiembre de 1926, además de una fotografía en blanco y negro, que tomó la artista, quien con juguetes representa el accidente. También existen corsés y calzado especial que usó por las afectaciones en su cuerpo.
Muchas obras fundamentales de la pintora están relacionadas con el tema del dolor y las intervenciones médicas de la artista, como es ‘La columna rota’ y la pintura ‘Árbol de la esperanza’. “Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida, uno en el que un autobús me tumbó al suelo… El otro accidente es Diego”, afirmaba la artista, en sus declaraciones.