Toluca/Estado de México
La pandemia por Covid-19 se ha llevado todo, incluso las artesanías a base de cartón y engrudo que dan vida a la muerte, lamentó Pablo Salazar, creador de Bicho Cartonería, dedicada desde hace seis años a elaborar figuras con alma de alambre que materializan la celebración de la muerte típica de los mexicanos.
“Con el Covid perdimos mucho más del 50% de las ventas, porque los talleres impartidos eran dos veces a la semana, más eventos donde asistíamos a trabajar. Hasta junio fue el peor momento, porque no se vendió nada, sobre todo porque mucha gente perdió el empleo y lo que consumen no es cultura, arte o artesanía, después de julio comenzamos a colocar algo en línea”, narró.
La marca de la que también es creativo Ángel Sánchez, lleva dos años de haberse consolidado. Gracias a sus catrinas, perros, gatos, alebrijes y las esculturas de hasta dos metros de altura lograron colocarse entre la preferencia de la gente, pero con la emergencia sanitaria “mucho” de lo que habían avanzado comenzó a difuminarse, consideró Pablo.
Por desgracia, reconoció, el arte no es una prioridad para las familias, de modo que lo último que piensan en comprar es una figura que decore su casa, un negocio o un elemento para su ofrenda.
Sin embargo, aspiran a que entre el 1 y 2 de noviembre puedan recuperar algunas ventas, pues entregarán a familiares y amigos las piezas que les solicitaron desde principios de año, además dicen la conmemoración del Día de Muertos es “casi un hecho que se celebrará, por lo menos en la intimidad de los hogares”.
Para esta dupla de artistas que adaptaron su pequeño taller en la colonia de La Crespa, en Toluca, la pandemia se llevó mucho más que sus ventas, pues las piezas que diseñan habían llegado a varios aparadores y muestras artesanales en la entidad, además, impartían cursos y talleres al público, con lo que complementaban sus ingresos. No obstante, dijo Pablo, a ellos les parece mejor vender de forma presencial, pues por internet el intercambio es muy frío, no pueden interactuar con el cliente y conocer sus opiniones.
Entrar a la tienda y taller de estos artistas es como estar en un cuento de hadas, hay alebrijes colgando, catrinas que reciben en la entrada, los rostros de perros y gatos en forma de esqueleto, aretes, imanes, cuadros, piñatas, que decoran todos los rincones de este espacio en donde los dos jóvenes tienen colocadas sus esperanzas, pues es su forma de vida.
Pero pese a que la mayoría de sus piezas emblemáticas están dedicadas a la muerte, Pablo dijo que esperan inyectarle vida a su negocio con el cierre del año. “Nosotros nos mantuvimos vigentes, por las páginas de Facebook impartimos talleres gratuitos para enseñar a hacer gatos, perros, calaveras desde el hogar, con la idea de brindar a las personas opciones de entretenimiento, pero aún así, no es fácil recuperar el ritmo que llevábamos hasta el año pasado”.
Si bien reconoció que con el regreso a la normalidad y, la movilidad que se observa en las calles, la gente “está más animada para festejar”, dijo que la cancelación de ferias y festivales con motivo de esta celebración del Día de Muertos merma la posibilidad de colocar su trabajo y recuperar ingresos. Aún así, añadió, la meta es retomar el camino, intensificar su actividad y “mostrar que todavía hay mucho más arte que diseñar”.
Las piezas de estos artistas van de los 50 pesos en adelante, y la variedad abarca desde aretes de tres centímetros hasta catrinas de dos metros de altura.