Puebla
En el templo de San Francisco Javier un grupo de arqueólogos a cargo de un proyecto de salvamento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó este martes que fue encontrado un grupo de entierros humanos, los cuales en su mayoría podrían estar relacionados con las epidemias decimonónicas en la época de la invasión francesa y el imperio de Maximiliano de Habsburgo, entre 1862 y 1867, llegando a esta conclusión luego de estudiar un hueso iliaco con una herida de bala y el propio proyectil.
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El Templo de San Francisco Javier, se ubica en el centro histórico de la ciudad de Puebla, centro de México, donde los Arqueólogos del INAH trabajan desde enero.
“La época de los entierros se determina según los datos arqueológicos, históricos y de antropología física, recabados por el grupo de expertos”, informa el investigador del Centro INAH Puebla, Manuel Melgarejo Pérez.
A partir del hallazgo y de acuerdo con el arqueólogo se especula que un individuo masculino que conserva un agujero de bala en el hueso iliaco izquierdo, así como el proyectil mismo que pudo causar su muerte, murió en plena guerra contra Francia.
A lo anterior se suman otros materiales que fueron encontrados como suelas de zapatos, botones de ropa y una cruz de metal que una mujer debió portar como collar, los cuales se cree corresponden a la segunda mitad del siglo XIX.
El equipo de especialistas, integrado también por los arqueólogos Mariana Navarro Rosales y Raymundo Ramírez Marcos, así como la ilustradora científica Selene Bagatella, identificó, hasta ahora, seis entierros primarios y dos secundarios (uno con seis individuos y otro con catorce).
Para los expertos, este descubrimiento significa una gran oportunidad para adentrarse en las prácticas funerarias de la antigüedad y de esta manera dar tratamientos de conservación a los restos humanos y a los materiales citados, ya que aunque la mayoría de los entierros se encontraron en posición anatómica, sugieren que pudieron haber tenido ataúdes, en otros podrían haber usado otras técnicas funerarias, por lo cual se plantea instalar un laboratorio dentro del Templo de San Francisco Javier, precisó el arqueólogo Manuel Melgarejo Pérez,
Por el momento, hasta que concluyan los trabajos en campo y el análisis en laboratorio se determinará el sexo, la edad y otras características de los restos encontrados.
Asimismo, el equipo ha determinado que, de los seis depósitos primarios, cinco son masculinos y uno femenino. Finalmente en el grupo de entierros primarios, la antropóloga física Chicas Martínez destaca que todos son adultos y al menos sobrepasaban los 25 años de edad.
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